Durante el proceso de compra de un coche, es posible que surja la duda de si comprarlo con motor de gasolina o con motor diésel. Los vehículos con motor diésel son más caros, pero también es cierto que gastan menos y que el precio del combustible diésel es inferior al de la gasolina. Entonces, ¿cuántos kilómetros se necesita realizar para amortizar el sobrecoste del diésel sobre el gasolina?

Esta es precisamente la pregunta que hemos querido resolver con esta comparativa. Hemos pedido a Seat España que nos cediera dos Ateca completamente iguales: misma potencia, ambos con cambio manual, con el mismo grado de equipamiento y, en el caso de llevarlos, que los llevan, con el mismo número de extras en su equipamiento. La única diferencia entre ambos coches es que uno monta el propulsor 1.5 EcoTSI de gasolina y 150 CV y el otro el 2.0 TDI diésel también de 150 CV.
Con estos dos coches realizamos un viaje de aproximadamente 770 km desde Barcelona hasta Ateca, un pueblo situado muy cerca de Calatayud, en la provincia de Zaragona, y que proporciona su nombre al SUV compacto de la firma española. La particularidad es que todo el trayecto de ida lo realizamos por autovía y autopista, y el de vuelta únicamente por carretera.
Con los datos de consumo obtenidos tanto en vía rápida como en carretera hemos hecho una media de consumo combinado y, tras unos cuantos cálculos teniendo en cuenta el precio medio tanto de la gasolina como del diésel, así como la diferencia de precios entre el Ateca TSI y el Ateca TDI, hemos llegado a un número de kilómetros totales en los que el diésel empezaría a ser mejor opción que la gasolina.
Si quieres conocer todos los detalles sólo tienes que ver el vídeo que te adjuntamos o seguir leyendo este mismo artículo.
Dos Seat Ateca muy iguales, pero completamente distintos
Las unidades que hemos conseguido montan exactamente el mismo grado de equipamiento: ambos son Xcellence Edition. Este nivel de acabado está sólo un peldaño por debajo de los FR, y ya monta de serie algunos elementos como las llantas de 18 pulgadas, la cámara de visión 360º, selección de modos de conducción, navegador, cuadro de instrumentos Digital Cockpit, faros LED, apertura de portón manos libres, asistente de frenada Front Assist o el mantenimiento de carril, entre muchos otros.
Se trata de unas versiones con un equipamiento muy bueno al que podremos añadir algunos pequeños detalles para acabar de redondearlo al gusto. En este caso, ambas versiones contaban con llantas Performance de 18 pulgadas, tapicería dinámica en negro o el techo panorámico.
La única diferencia entre los dos la encontramos bajo sus respectivos capós. El de color Gris Rodium se trata de la versión de gasolina. Este modelo equipa el motor 1.5 EcoTSI de 150 CV y 250 Nm de par máximo. Además, cuenta con el sistema de desconexión de cilindros en fases de baja carga para intentar reducir el consumo. Un consumo medio homologado que es de 5,5 l/100 km.
El Ateca de color Blanco Nevada es el diésel. Este conocido motor 2.0 TDI también ofrece 150 CV de potencia pero aporta un par motor bastante superior. En este caso son 340 Nm frente a los 250 Nm del gasolina. Por su parte, el consumo medio homologado de este Ateca diésel es de 4,7 litros a los 100 kilómetros.
De Barcelona a Ateca por vías rápidas
Antes de emprender la marcha, llenamos depósitos, pusimos a cero el contador de kilómetros y programamos la ruta en los navegadores, con destino Ateca. Intentamos evitar las autopistas de peaje, así que decidimos ir por la A2, la que pasa por Lleida. Según los navegadores teníamos por delante un total de 395 kilómetros de autopista y autovía hasta nuestro destino.
El Seat Ateca ofrece varios modos de conducción. Sin embargo, para realizar esta prueba, decidimos que el modo “Normal” sería la mejor opción, obviando, por lo tanto, tanto el modo “Eco” como el “Sport”. Del mismo modo que tampoco usamos el control de crucero.
Poco después de pasar Fraga, a mitad de camino y sobre los 200 kilómetros, paramos a comer en un restaurante de carretera. Allí mismo, y dado que prácticamente habíamos cubierto la mitad del camino de ida, decidimos cambiar de coches para que el estilo de conducción de cada uno no influyera en la prueba de consumo.
Antes de tomar la salida de la autopista para recorrer los últimos 10 kilómetros por carretera hasta llegar a Ateca, nos dimos cuenta de que en el destino no había ninguna gasolinera o estación de servicio para volver a llenar. Así que, lo que hicimos fue parar en Calatayud para llenar depósitos de nuevo y dar por concluido el recorrido por autopista. En total fueron 385 kilómetros.
El Seat Ateca de gasolina nos hizo una media de 7,0 l/100 km, mientras que el Seat Ateca diésel hizo lo propio con un consumo de 5,7 l/100 km.
Son unas cifras un poco superiores a las que marca el fabricante como consumo combinado y es algo que, si bien, nos sorprendió bastante. El pueblo de Ateca está situado a unos 650 metros sobre el nivel del mar, así que todo el camino de ida fue en ligera subida. Quizás sea por este motivo que los consumos fueron un poco más altos de lo esperado en un principio.
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De Ateca a Alcañiz por carretera
De Ateca a Barcelona por carretera hay más kilómetros que por autopista, así que lo que decidimos hacer fue perdernos, literalmente, empalmando carreteras nacionales, secundarias e incluso otras que parecía que por allí no había transitado ningún vehículo en años. Nuestro itinerario sin destino nos llevó a subir y bajar numerosos puertos de montaña poniendo a prueba las capacidades de estos dos motores.
Como en el trayecto de ida, cuando llevábamos cerca de 190 km decidimos parar para realizar el cambio de coche. Lo hicimos en un pequeño pueblecito de apenas 75 habitantes llamado Ababuj, a unos 40 km de Teruel, donde también aprovechamos para estirar un poco las piernas. Allí, ahora sí, programamos los navegadores para llegar a alguna gasolinera con el mismo número de kilómetros que habíamos realizado por autopista.
El resultado fue que llegaríamos a Alcañiz con prácticamente la misma distancia recorrida, aunque no exacta. Nos pasamos por 2 kilómetros. Pero nos sirve.
En Alcañiz llenamos nuevamente los depósitos para comprobar lo que habían gastado nuestros Atecas. La sorpresa, y con mayúsculas, nos la llevamos con el Ateca de gasolina ya que nos gastó exactamente lo mismo que en el trayecto de ida, una media de 7,0 l/100 km. En cambio, el Ateca diésel subió su media hasta los 6,2 l/100 km.
Calculadora en mano
Con estos datos, nos sale que en todo el trayecto el Seat Ateca 1.5 EcoTSI de gasolina realizó una media de 7.0 litros a los 100, mientras que el diésel 2.0 TDI hizo lo propio con un consumo medio de 5,9 l/100 km. La diferencia entre ambos es de 1,1 l/100 km.
El precio base del Seat Ateca 1.5 EcoTSI 150 Xcellence Edition es de 27.916 euros. El del Ateca 2.0 TDI de 150 con el mismo acabado sube hasta los 30.496 €. Ambos coches llevaban algunos extras, como las llantas o el techo solar, pero exactamente los mismos en ambos casos. Así que tomaremos el precio base de los dos modelos como referencia.
Entre uno y otro hay una diferencia de 2.580 euros favorable para el gasolina.
Fijamos también el precio medio tanto de la gasolina como del diésel de las dos gasolineras donde repostamos. Entre ambos hay una diferencia de 0,082 €/litro más barato para el combustible diésel.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el diésel gasta menos y que el precio del combustible diésel también es más barato que la gasolina, la pregunta es ¿Cuántos kilómetros son necesarios para amortizar el sobrecoste del Ateca diésel sobre el Ateca Gasolina?
Con los datos obtenidos en este comparativo, si ambos modelos realizanel mismo trayecto, sería a partir de los 129.310 kilómetros donde empezaríamos a amortizar los 2.580 euros de diferencia en el precio del Ateca diésel frente al gasolina.
También podemos mirarlo de otra manera: pongamos que la vida del coche será de unos 8 años antes de venderlo y comprar otro, sólo por poner un ejemplo. ¿Cuántos kilómetros al año debería realizar para que el diésel sea la mejor opción? En este caso concreto, deberíamos realizar en torno a 16.000 kilómetros anuales para que el diésel sea mejor opción que el gasolina.
Hablamos sólo en términos de consumo, obviando el coste de las revisiones de cada uno, que tendrán un precio diferente.
Con este enfrentamiento hemos querido dar una idea general. Eso no significa que se deba aplicar en todos los casos. Cada cual deberá valorar la mejor opción para él o ella. Prever más o menos cuántos kilómetros realizaremos al año y, sobre todo, qué tipo de desplazamientos haremos habitualmente y por donde los vamos a realizar. No es lo mismo circular por autopista que por ciudad…
A pesar del buen reportaje faltan cosas que añadir, la diferencia entre las viñetas del coche, que según la ciudad puede existir una diferencia considerable, y por otro lado el peso propio del vehículo, en un motor 1.5 de gasolina tenemos 100kg menos, la mayor parte en el eje delantero, que influye en consumo de neumáticos y de frenos, y por experiencia propia, se nota a largo plazo y es algo de valorar.