Nuestro mercado no es que sea precisamente el mejor en cuanto a ventas de las versiones familiares, sin embargo, este tipo de carrocerías es una opción muy interesante tanto por diseño como por prestaciones y capacidad. Es verdad que los SUV “rompen la pana” en estos últimos tiempos pero, sinceramente, donde este un buen familiar…

Volvo es uno de los fabricantes con más tradición en este tipo de vehículos y una de las marcas más comprometidas con la electrificación de su parque móvil, y buena muestra de ello es que desde este año toda su gama tiene una versión electrificada. Pero, pese a la imparable tendencia hacia lo eléctrico, el nuevo V60 propone dos motores diesel 2.0 de 150 y 190 cv con cambio manual de seis marchas o automático de 8, un gasolina de 310 cv y dos híbridos enchufables de 341 y 392 cv, en ambos casos, con cambio automático. Esta disponible en los acabados Base, Momentum, e Inscription, que es el de esta prueba. La versión más deportiva es la R-Design.
Imagen muy atractiva
La segunda generación del familiar medio de la marca sueca ofrece, como es habitual, un una calidad, un confort y una seguridad excelente y, además, ahora propone un diseño y un aspecto muy atractivo. El V60 comparte la plataforma modular SPA con los miembros de la familia 90 y con el XC60. Respecto a la versión anterior ha crecido a lo largo y a la ancho -ahora mide 4,76 metros de largo 1,91 de ancho- y es mas bajo que su predecesor con sus 1,42 metros de alto. La batalla también ha crecido hasta los 2.87 m. y eso le permite ofrecer un espacio interior más amplio y estar en línea con la competencia.
Nadie puede negar que es el hermano pequeño del V90, porque el parecido es tremendo, pero eso, en mi opinión, es positivo porque creo que ambos tienen un diseño muy acertado. En el frontal destaca la parrilla, que ahora es más grande con las lamas verticales, las ópticas full led con la típica luz diurna en forma de T -en forma de martillo de Thor según Volvo- y el paragolpes con la luces antiniebla integradas. En la vista lateral lo que más destaca son los marcos cromados de las ventanillas, que le dan un toque de calidad, las discretas barras de techo y unas grandes llantas opcionales de 19 pulgadas con diseño específico. Aunque el portón varía respecto a la versión anterior, la parte trasera mantiene el típico concepto Volvo, con los pilotos dispuestos verticalmente -aunque ahora se extienden hacia el interior- y las dos salidas de escape.
Confort y más espacio
El V60 ha cambiado y ha crecido y gran parte de ese crecimiento ha ido a parar a la batalla, con la consiguiente mejora de la habitabilidad. Sin embargo, afortunadamente, el confort no ha cambiado en el interior del Volvo. Si entráramos con los ojos cerrado en su habitáculo, nada más abrirlos sabríamos que estamos en un Volvo. Por un lado, por la calidad de los materiales, los acabados y los detalles Premium.
Por otro, porque es prácticamente igual que sus hermanos. Y es que las nuevas generaciones de la marca sueca comparten detalles de calidad como los acabados de madera mate de las molduras de salpicadero, unos comodísimos asientos con todo tipo de reglajes, la disposición del salpicadero totalmente limpio, el cuadro de instrumentos digital 12,3 pulgadas configurable -aunque no al nivel del de Audi por ejemplo- o la pantalla táctil multimedia de 9”, colocada en vertical que aglutina toda la información del vehículo, incluida la de las ayudas a la conducción.
En la consola central destacan el mando de puesta en marcha, la palanca de cambios, el mando de los modos de conducción, un espacio portabebidas con tapa y el apoyabrazos central con hueco y con conexiones USB. Sin embargo, echamos en falta un espacio de carga inalámbrica para móviles. En el cuadro de instrumentos, que en este acabado es de serie, podemos ver el navegador, la información del ordenador de abordo y se puede configurar entre cuatro diseños diferentes de las esferas. La información es clara pero tiene menos posibilidades de configuración que alguno de sus rivales.
Muchas opciones
Los asientos son comodísimos y si los queremos calefactados y con ajuste lumbar, deberemos abonar 365 €. Desde el lado izquierdo del volante -que también puede incorporar calefacción por 245 €- se maneja el sistema opcional de conducción semiautónoma Pilot Assist, que tiene un coste de 1.698 € y que combinando el asistente de mantenimiento de carril con el programador de velocidad activo, es capaz de controlar la dirección, el freno y el acelerador hasta 130 km/h de forma automática.
No es una novedad, pero hay que decir que funciona francamente bien y, en mi opinión, con más precisión que otros sistemas similares. Al otro lado del volante tenemos los mandos del control por voz y los del sistema de sonido, que en esta unidad es Premium Bowers & Wilkins y que cuesta 3.458 €.
La pantalla táctil multimedia -compatible con Apple CarPlay y Android Auto- tiene buena resolución y aunque inicialmente nos puede costar un poco habituarnos a la organización de la diversas funciones, a la postre resulta práctica. Podemos manejar el navegador -incluido en el Pack Business Connect con un coste de 1.245 €- el teléfono, regular la climatización y acceder a prácticamente todos los sistemas del coche. Deslizando lateralmente, aparece la pantalla en la que tenemos las ayudas a la conducción y sistemas de seguridad, como el mantenimiento de carril, control de estabilidad, ángulo muerto, alerta de tráfico trasero, cámara de 360º con diferentes imágenes y control de aparcamiento entre otros.
La mayoría de estos sistemas y elementos de confort son opcionales y se puede disponer de ellos individualmente o en diferentes paquetes. Entre estos últimos, los más destacables son el Pack Xenium, que incluye cámara de aparcamiento trasero, Head Up Display y techo solar por 2.447 €, o el Pack Intellisafe Pro, que con un coste de 1.761 € aglutina los sistemas de seguridad que acabamos de comentar por separado.
Confort también detrás
Las plazas traseras han ganado espacio respecto a la versión anterior y ahora están en línea con al competencia. Una persona de 1,90 m. no toca al techo. Es una buena referencia teniendo en cuenta que, además, esta unidad lleva techo solar y eso siempre resta un poquito de espacio en altura. La distancia de las piernas también es correcta, aunque no sobra mucho si el ocupante de la plaza tiene la altura anteriormente citada. La plaza central es más cómoda de lo habitual, sin embargo, el túnel central es muy ancho y muy alto y perjudica notablemente al pasajero que tenga que viajar en ella.
El apoyabrazos dispone de dos portabebidas y de una trampilla que se abre desde el maletero para llevar objetos largos. Por 242 €, las plazas exteriores serán calefactables y si se escoge la opción que cuesta 666 €, podrán regular el climatizador de su zona. Si el conductor desea ganar en visibilidad, puede abatir eléctricamente los reposacabezas traseros desde la pantalla central. Una opción que cuesta 182 €.
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Gran maletero
Todo familiar que se precie debe tener un buen maletero y el nuevo Volvo lo demuestra. Es mayor que el del Audi A4, que el del Mercedes Clase C Estate o que el del BMW Serie 3 Touring, y sólo 30 litros menos que el V90, así que en este apartado el V60 está claramente por delante de sus rivales. Tiene una capacidad de 529 litros -casi 100 más que la anterior versión- y con los respaldos abatidos, algo que podemos hacer mediante los tiradores situados en los laterales del maletero, aumenta hasta los 1.441 litros.
El umbral es bastante bajo lo que facilita la carga y las formas son rectas y aprovechables. Si abonamos 120 € podremos disponer de un separador de carga para llevar bolsas o bultos sujetos sin que se muevan de un lado a otro. Opcionalmente la apertura del portón es eléctrica. Los asientos y reposacabezas traseros abatibles eléctricamente, la apertura manos libres, la toma de 12 voltios y la red de seguridad de carga, forman parte de un pack que cuesta 1.355 €.
Ideal por vías rápidas
Nuestra unidad es la versión D4 que monta un motor diésel 2 litros de 4 cilindros y 190 cv, asociado a la caja de cambios opcional automática de ocho relaciones, tipo convertidor de par. Debo decir que tanto la respuesta del motor como la del cambio es casi perfecta para un coche de este estilo en el que, como en casi todos los Volvo, prima la comodidad, la suavidad y la facilidad de conducción.
El V60 se enfrenta directa y principalmente al Audi A4, al Mercedes clase C Estate y al BMW serie 3 Touring y aunque es un coche que no busca cifras ni prestaciones deportivas, con su potencia y con un par máximo de 400 Nm a partir de 1.750 vueltas, logra acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9” y alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. BMW y Mercedes son algo más rápidos en aceleración y empata con el Audi, pero está en línea con ellos y destaca especialmente en confort y seguridad.
No cabe ninguna duda que las autopistas y la carreteras rápidas es donde mejor encaja. La suspensión es blanda en pos del confort y gracias a una última marcha bastante larga, se viaja a buen ritmo muy bajo de vueltas. A 120 km/h no llega a las 1.800 rpm y eso ayuda a la suavidad de marcha y los consumos. El motor diesel es un poco ruidoso en frío o cuando lo subes de vueltas en marchas cortas, pero la insonorización del habitáculo es excepcional y consigue que apenas se escuche el motor en el interior, algo que se agradece especialmente en largos recorridos y que hace muy agradable viajar con él. El tarado de la suspensión es blando y el tacto de la dirección quizá demasiado suave pero, si lo deseamos, podemos variarlo con otras opciones de conducción.
Varios modos, pero pocas diferencias
Esta versión dispone de los modos de conducción Eco, Normal y Dynamic que cambian el tarado de la suspensión, la respuesta, del motor, la dureza de dirección, la gestión del cambio. La unidad que hemos probado monta la suspensión opcional de dureza variable que tiene un coste de 908 € y que, aunque las diferencias entre un modo y otro no son radicales, sí son suficientes para adaptar el coche un poco a nuestro gusto.
Para la mayoría de usuarios el modo Normal será ideal para ir por autopistas, pero para aquellos que gusten de un tacto de dirección más dura y mayor sensación de aplomo, por un tarado de suspensión un poco más firme, el modo Dynamic seguramente será el más adecuado, incluso en ese tipo de vías. Con todo, hay que decir que el V60 es comodísimo y que ofrece un confort de marcha excepcional. Los consumos durante la prueba han rondado los 7,5 litros, teniendo en cuenta que hemos circulado por todo tipo de vías. En autopista a velocidad legal es fácil conseguir un consumos que ronden los 6 litros y utilizando el modo ECO en determinadas circunstancias, podremos ir a vela y mejorar aún más los consumos.
Mejor con pocas curvas
El V60 es un coche familiar con el que la marca ofrece el máximo confort y seguridad a la hora de viajar por vías rápidas, sin embargo, en carreteras de montaña tampoco va mal. En modo Dynamic con la suspensión algo más firme y la buena respuesta abajo y medio régimen del motor, le permite desenvolverse bien en zonas viradas, aunque la dirección es poco directa y se muestra menos ágil que un A4 Avant, por ejemplo. Pesa 1.844 kg, casi 200 kg más que el BMW o el Mercedes y eso lo paga en zonas de curvas en las que se muestra menos ágil que sus rivales, incluso con la suspensión lo más firme posible en modo Dynamic.
Realizando una conducción sport, notaremos el peso y las inercias, sobre todo en las frenadas y en los cambios de trayectoria, y una cierta falta de agilidad debido, en parte, a una dirección muy desmultiplicada. Y si hablamos de frenadas, decir que el mordiente de los frenos es correcto pero el tacto de pedal es muy esponjoso. El cambio -más que correcto a la hora de circular por vías rápidas, callejear o hacer maniobras- es muy lento en las reducciones, no acompaña en absoluto para realizar una conducción ligera y se echan en falta unas levas en el volante porque si lo queremos utilizar en modo manual, con la palanca no es nada cómodo. Las levas solo están disponibles opcionalmente en la versión R-Designe y por el momento no se contemplan para los otros acabados. La lentitud del cambio hace que abandonemos la idea de realizar una conducción dinámica, pero es que, en general, todo el coche va en esa línea, así que se podría decir que está en consonancia con el resto.
Nos gusta
El nuevo V60 ahora ofrece un diseño mucho mas atractivo y mejora sus cualidades en cuanto a seguridad y calidad, manteniendo el confort de siempre. El motor diesel de 190 CV de esta unidad, es muy válido para mover el coche con soltura y con una respuesta constante, pero no debemos pedirle más alegrías. Lo mismo ocurre con el chasis. En carreteras de montaña no es ágil y dinámico porque el peso, la dirección y la suspensión lo limitan.
En ese terreno, es menos eficaz que el A4 o que el BMW Serie 3, sin embargo, en lo que se refiere a confort y a calidad de rodadura está por delante. La competencia que tiene el nuevo V60 es dura, pero durante esta prueba nos ha demostrado que está más que preparado para hacerles frente. El acabado Inscription -que es el de esta unidad- tiene un precio de 50.418 €. Con el equipamiento opcional que lleva el coche probado, se va hasta los 65.123 €.
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