A cuál mejor
Esto marcha! Recién “bajado” del BMW M4 ahora me toca comparar el BMW M235i y el Volkswagen Golf R. No puedo quejarme ¿verdad? Si 2015 va a mantener este nivel, ¡me parece que nos espera un buen año! Y es que cualquiera de los coches mencionados tienen una calidad y ofrecen unas prestaciones tan elevadas que me parece un lujo trabajar con ellos. Cierto es que ambos presentan soluciones bien distintas y que dinámicamente también difieren en su comportamiento pero, de antemano, me atrevo a decir que son unos de los mejores deportivos de su clase, cada uno con sus características particulares. Y para decidirse por uno u otro, sobre el papel no deberían haber demasiadas dudas.
Si sois de los que prefieren tracción, efectividad y aplomo, os quedaréis con el Golf. Si lo que os gusta son las sensaciones de conducir un deportivo, de tener que ser vosotros quienes os “impongáis” al coche y disfrutar de la incomparable “magia” que ofrece la propulsión cuando hay potencia, entonces será el BMW vuestro favorito. Y aunque parezcan unas conclusiones que deberían estar al final de este comparativo, no lo son. Al contrario. Estas observaciones hacen referencia a lo que normalmente “debería ser” según los gustos de cada uno. Sin embargo, ambos van tan bien y son tan eficaces que pese a ser un “adicto” a la tracción trasera, o un acérrimo defensor de la tracción total os harán dudar si os tenéis que decidir por uno u otro. Sí, podéis ser defensores “a muerte” del Golf, pero si probáis el BMW M235i os gustará tanto que no podréis evitar dudar. Y viceversa.
Apuestas diferentes
No deja de ser curioso que lo anteriormente comentado suceda con dos coches tan diferentes técnicamente hablando. El Golf R, prodigio de efectividad, cuenta con un motor 2.0 TFSI turbo de 4 cilindros que le proporciona una potencia de 300 CV a 6.200 rpm y un par máximo de 380 Nm entre 1.800 y 5.500 rpm. Está disponible tanto con cambio manual como con caja de cambios DSG de 6 velocidades y el sistema 4Motion -basado en un embrague Haldex de 5ª generación- le proporciona la tracción total.
Por su parte el BMW “se defiende” con un 3 litros de seis cilindros en línea, Valvetronic, también turboalimentado, que consigue una potencia de 326 CV a 6.000 rpm, un par máximo de 450 Nm entre 1.300 y 4.500 rpm y la ya habitual velocidad máxima limitada a 250 km/h. Aunque también existe la versión xDrive de tracción total, nuestra unidad transmitía toda la potencia al eje trasero disponiendo de un cambio automático Steptronic de 8 relaciones, rápido y eficaz como pocos.
Con estos datos, deberíamos pensar que el M235i será más contundente en respuesta a bajo y medio régimen gracias a su mayor par máximo y a que lo da 500 rpm por debajo del Golf, pero no es así. Pese al TwinPower Turbo de doble entrada de que dispone el BMW, su respuesta en esa zona del cuentavueltas está lejos de ser radical y brusca.
Al contrario y, en mi opinión, es hasta algo “perezosa” teniendo en cuenta la potencia y efectividad que ofrece después en la zona media/alta. Pero, cuidado, eso no quiere decir que no tenga “bajos”, lo que ocurre es que ofrece una respuesta suave y lineal que no desfallece en ningún punto hasta llegar cerca de las 7.000 rpm. Pero su rival de hoy le coge ventaja en ese sentido. El Golf R es “más respondón” en cuanto pisas el acelerador y las primeras sensaciones son más intensas con él. Pero de esos temas ya hablaremos más adelante. Voy, primero, a ver cómo me siento en sus interiores y cuál de ellos me parece más atractivo estéticamente.
Líneas conocidas
Si hablamos de la estética del Golf R es imposible hacerlo en clave de novedad. Su imagen es, prácticamente, como la de cualquier Golf de última generación porque así lo han querido en Volkswagen. ¿O es que alguien duda del éxito del Golf? En lo que se refiere al frontal recibe un parachoques de nuevo diseño con grandes entradas de aire, el logotipo R en la parrilla y una luz de conducción diurna rediseñada e integrada en la carcasa de los faros bi-xenón. En la zaga destacan los pilotos LED oscurecidos y, sobre todo, el difusor en el que se sitúan, por primera vez en un Golf, cuatro salidas de escape.
Su imagen se completa con unas llantas específicas de 18” de serie -de 19” opcionalmente-. En el interior sucede algo similar, es decir, tiene todo lo bueno de los otros Golf a lo que se le ha añadido unos asientos deportivos de Alcántara -opcionalmente pueden ser mixtos con cuero o los “Napa Carbon”, de efecto fibra de carbono- un volante deportivo de tres radios, pedales de acero inox, un sistema multimedia con pantalla táctil y una nueva luz ambiental, además de los logotipos R.
¿Y qué pasa cuando me siento en el BMW? Pues algo parecido. Si bien exteriormente, en mi opinión, es más atractivo que el Golf, o mejor dicho, parece más deportivo, tampoco es una “locura” en cuanto a radicalidad estética.
Sin estridencias
Desde luego, con cualquiera de los dos podremos ir a comprar el pan sin que nos sintamos observados. Con todo, el M235i me parece más agresivo, especialmente en lo que respecta a su frontal. Las grandes entradas de aire, las bonitas y “enfadadas” ópticas y las líneas del alargado capó lo hacen posible. La parte trasera es ciertamente discreta con unos pilotos de LED de trabajado diseño, el capó del maletero en el que se “insinúa” un pequeñísimo alerón y una zona gris del parachoques -a modo de difusor sin serlo- en el que aparecen las salidas de escape pintadas también en gris. Unas llantas de 18” específicas y unas pinzas de color azul, ratifican su condición de M. Y eso es todo. Por que en el interior sucede algo parecido a lo del Golf. O incluso con menos diferencias.
El M235i mantiene la buena ergonomía de BMW y si bien recibe un volante “primo/hermano” del del M4 y aparece la inscripción “M235i” en la talonera de las puertas, el resto no difiere prácticamente en nada del resto de Serie 1 y 2. En cuanto a las plazas traseras en ambos casos son cómodas y con suficiente espacio. En el Golf son mejores y con una mayor distancia al techo, pero el BMW sorprende con una buena disposición pese a ser un Coupé.
Lógicamente, el hecho de que el Golf de que dispuse fuese cuatro puertas (recordad que existe tanto en 3 como en 5 puertas) descarta cualquier posibilidad de comparación en lo que respecta al acceso a estas plazas pero, sea como sea, en el BMW esta acción no es demasiado cómoda. El espacio de carga es similar en ambos si bien el M235i aventaja al Golf con una capacidad del maletero de 390 litros, frente a los 343 litros del R. En cualquier caso, suficiente para utilizarlos cotidianamente, aunque la facilidad de carga en el BMW es mejorable.
Vamos a equiparlos
Aunque el equipamiento de serie incluye un buen número de sistemas de seguridad y elementos de confort, en ambos casos tendremos que rascarnos el bolsillo si queremos disponer de un equipamiento completo. Si hablamos del Golf R, en el apartado técnico y de seguridad tendremos que recurrir a las opciones si queremos disponer de control de crucero adaptativo (355 €), asiento del conductor con ajuste eléctrico (540 €), asientos con calefacción (480 €), cámara marcha atrás (260 €), suspensión adaptativa electrónica DCC (1.015 €), cierre y encendido sin llave (355 €), Asistente de cambio involuntario de carril, faros dinámicos e identificación de señales de tráfico (725 €), techo panorámico eléctrico (1.035 €), tapicería de cuero Vienna (2.180 €), navegador Discover Media (445 €), navegador Discover Pro con pantalla táctil de 8” (1.830 €), llantas de 19” (935 €), equipo de sonido Dynaudio Excite (665 €) y pintura metalizada -520 €-
En el caso del M235i ocurre algo similar aunque nos agrupan las opciones en paquetes con menos posibilidades de elegir individualmente. Así dispondremos de un paquete Asistente de aparcamiento (1.399 €) con el que dispondremos de control de distancia delantero, trasero y lateral y sistema de aparcamiento asistido.
Con el paquete Visibilidad tendremos luces bi-xenón, faros autoadaptables, luz ambiente -delante y detrás- asistente de luz de carretera, retrovisor interior con antideslumbramiento automático, lavafaros, luces de lectura delantera y trasera de LED e iluminación de tiradores de puertas. Este pack tiene un coste de 2.240 €. El chasis M adaptativo se va a 939 € mientras que el control de crucero con función de frenado cuesta 384 €. La cámara de marcha atrás cuesta 517 € y si queremos tener espejos exteriores con calefacción y plegado eléctrico, memoria, antideslumbramiento y toberas de limpiaparabrisas con calefacción, deberemos abonar 604 €. El paquete Innovación está compuesto por el navegador Business con pantalla fija de 6,5", USB, reconocimiento de señales, cuadro de instrumentos con contenido ampliado y conexión Bluetooth ampliada para smartphone. Este pack tiene un coste de 2.431 €, que aumenta a 2.652 € si nos decidimos por el paquete Navegación Profesional que incluye una pantalla de 8,8”, reproductor de DVD y disco duro de 20 GB.
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También podemos disponer del paquete ConnectedDrive por 756 €, de Sonido Hi-FI Harman Kardon con 12 altavoces por 974 € o el paquete de carga compuesto de redes en respaldos de asientos delanteros, reposabrazos central trasero con compartimento, acceso y arranque sin llave, toma de 12 V en maletero, asiento trasero con respaldo dividido 40/20/40, dos posavasos en el reposabrazos trasero, dos argollas de amarre adicionales en la parte delantera del maletero y dos redes de sujeción en maletero, con un coste de 864 €.
El Golf R cuesta, de serie, 42.440 € y con el equipamiento de nuestra unidad alcanza los 50.395 €. El M235i de BMW tiene un precio “de salida” de 52.724 y nuestra unidad se iba a los 59.833 € con las opciones que llevaba montadas. Sin duda no son precios “económicos”, pero las prestaciones y el confort se pagan.
Zonas rápidas para el Golf
Después de unos cuantos días con el BMW y con el Golf -nos los intercambiamos con mi compañero Gerard Farré que me acompañó también para las fotos-, las ideas las tenía bastante claras, pero faltaban los últimos “detalles” como rodar en circuito para acabar de definir.
Volvemos, si os parece, al inicio del comparativo cuando decíamos que no deberíamos tener ninguna duda a la hora de decidirnos por uno u otro porque ambos presentan soluciones muy diferentes. Y decíamos también que, pese a todo, nos harían dudar. Ha llegado el momento de explicar por qué. Sobre el papel, la tracción total del Golf R debería ser un argumento incontestable para el BMW, especialmente en carretera. Y en algunos momentos lo es, pero el buen hacer del M235i sorprende.
En carreteras rápidas, en virajes de alta velocidad, largos en los que se necesita apoyo y aplomo, el Golf es demoledor. Su paso por curva es brutal. Es la eficacia hecha coche. El BMW no se queda atrás y con él también se puede ir muy deprisa, pero te “pedirá” algo mas de atención. Su comportamiento es eficaz pero menos aplomado y “nota” más las irregularidades del asfalto.
Cuando llegamos a zonas más viradas las cosas se complican aún más. Yo creía que el Golf R sería imbatible, sin embargo el M235i demuestra una efectividad sorprendente en ese tipo de carreteras. Veamos. El Golf acelera mejor desde “abajo”, se aprovecha de la tracción total y cambia de trayectoria con precisión. Pero el BMW es algo más ágil y preciso en la entrada en curva. Cierto que si el asfalto está húmedo o en mal estado con el Golf nos sentiremos más a gusto, pero eso no quiere decir que vayamos más rápidos o que, mejor dicho, no se pueda ir tan o más rápido con el M235i.
Los dos se inscriben en las curvas con una efectividad sorprendente con una precisión del morro ejemplar y aunque ambos son poco subviradores, el M235i mantiene un poco mejor el morro y, lógicamente, si lo deseamos podremos hacerlo sobrevirar con el gas. Tanto en uno como en otro están disponibles los sistemas con los que variar el tarado de suspensión y los perfiles de conducción.
En cualquiera de los dos casos, es una gozada conducirlos en Sport+ -en el BMW- y Race -en el Volkswagen- realizando una conducción deportiva -no en modo “pánico”- disfrutando de sus grandes prestaciones, tanto de chasis como de motor. Y hablando de motor, os podéis imaginar cómo responden estos propulsores de 300 y 326 Cv por carretera, ¿no?
Suben de vueltas con gran rapidez y son efectivos en cualquier circunstancia. El Golf es más “explosivo” en cuanto a respuesta y se acaba antes. El BMW, algo perezoso a bajo régimen, te “regala” después esa sensación tan buena de subir y subir de vueltas para conducirlo con “todo arriba”. Y todo ello acompañado de unos cambios automáticos que, en carretera, son muy eficaces y precisos. Tampoco nos faltara frenada, aunque el tacto del pedal del Golf R es mejorable.
Algo diferentes al límite
Y como colofón a estos días de pruebas, pudimos rodar en el circuito de Parcmotor en Castellolí, nuestro habitual circuito de pruebas con los, yo diría, unos de los mejores GTI de altas prestaciones del momento. El Golf dejó patente, también en una pista, que el trabajo realizado en el sistema de tracción total y suspensiones, funciona. Ahora el reparto de par a las ruedas traseras cuando detecta “que lo necesita” es rapidísimo y consigue el efecto que siempre ha querido y nunca había tenido. Es neutro si realizas la maniobra de entrada al viraje sin “sobre conducir” y te permite acelerar con contundencia esperando el trabajo del tren trasero para hacer la curva “con las cuatro ruedas” en pleno trabajo. Es más, ahora puedes “mover” la trasera jugando con el gas. Y al decir mover no me refiero a derrapar, pero sí a colocar lo justo “el culo” para poder encarar el morro donde deseemos y acelerar al máximo. Tan sólo la lentitud del cambio en reducciones -en frenadas “a muerte” en circuito- y el sobre esfuerzo que ello obliga a los frenos -cuando la marcha no entra en punto deseado y debemos “pararlo” sin freno motor-, lo separan de un comportamiento prácticamente perfecto. Cuando me bajé del Golf pensé, sinceramente, que el BMW lo iba a tener difícil, muy difícil.
Y así fue. Pero sorprendentemente -y siempre bajo mi criterio- en circuito lo superó. Aunque pesa más -1.545 kg, frente a los 1.495 de su rival-, el M235i parece más ligero y en circuito se encuentra más a gusto. En contra de lo que sucede con el Golf, el cambio de marchas te deja conducir de forma radical y aprovechar todo el potencial del motor y del coche. En curvas rápidas -sin los controles- es mucho más “delicado” que el Golf R pero también muy efectivo, aunque te exige más atención, precisión con el gas y trabajo con el volante.
En la zona más virada de Parcmotor fue donde marcó diferencias. El morro, la dirección y el guiado -un poco como ocurre con el M4 del que tienes aquí nuestra videoprueba- es casi perfecto. El subviraje solo llega con los errores o con una sobre conducción considerable y la zaga redondea la curva de forma casi perfecta. Sin ayudas, es más difícil de conducir que el Golf, pero es más atractivo y, a la postre, más efectivo. Si queremos, podremos ir realmente rápidos sin apenas derrapar y eso nos permitirá hacer un paso por curva muy elevado gracias al buen hacer del tren delantero. Si por el contrario, lo que queremos es divertirnos con grandes derrapadas, el M235i parece nacido para ello. Y tanto en un tipo de conducción como en el otro, con muchísima más facilidad que con el M4. Claro, hay diferencia de potencia pero el M4 debería estar preocupado… ¡porque también hay diferencia de precio!
Lo dicho, a cuál mejor
No creo que nadie, a estas alturas, tenga alguna duda de lo bien que van estos dos coches. El Golf R es, para mi, la mejor versión que ha tenido este modelo y el BMW ha superado todas mis expectativas. Los dos son capaces de ofrecerte lo que esperas de ellos y más. El Golf R, se podría decir, es más fácil y eso es lo que transmite cuando lo conduces. Aunque hemos dicho que en carreteras muy viradas el BMW “se mueve muy bien”, en el global -carreteras rápidas, carreteas húmedas, asfaltos en mal estado, etc.- el Golf R tiene un plus frente a su rival. En el resto, en zonas muy viradas, en modo “ataque” y en circuito, el BMW me parece superior.
Ambos tienen un consumo razonable si no nos pasamos con el gas -que no es fácil- y aunque nunca pudimos lograr las cifras que anuncian las respectivas marcas, logramos unos buenos 9,7 litros y 11,2 litros en el Volkswagen y BMW respectivamente, eso sí, ni conduciendo en modo ECO ni conduciendo en modo deportivo. ¿Qué con cual me quedaría? Sé que parece un tópico pero debería decir que con los dos. Y en esta ocasión más que nunca. Porque como os decía al principio, aunque uno sea un fan de la tracción trasera, el nivel tan alto del funcionamiento del Golf R te hace dudar. Y si lo planteamos al contario, más de lo mismo. Si no tengo salida y me obligáis a escoger uno, me quedaré con el M235i por su forma de transmitir, por una estética algo más deportiva -sin ser una locura- por su potencia y porque conducir un tracción trasera potente me chifla…
La grandisima pega que tiene el bmw tanto aque como en su pais de origen ....que despues a la venta de segundamano se deprecia muchisimo y como no lo vuelvas a cambiar por otro bmw no lo quiere ninguna casa oficial de otra marca , ya que es un coche que cuesta mucho vender , por lo que se te puede quedar pa to la vida ....por eso acaban los bmw de ocasion en manos de chulos putas, traficantes,gitanos , rumanos ,bulgaros de pacotilla y españoles sin un duro pero con muchas ganas de aparentar ....habeis visto a alguien de los antes mencianados con un golf R
#129 Se ve de todo, hay de esos con R32, la segunda mano es lo que tiene, pero con todos. Yo tengo un Golf R, pero no me importaría tener un M, es más el día de mañana igual se me antoja y quién sabe, a donde vaya a parar después me la suda.
#129 Está claro. Ya ni BMW ni Mercedes. La nueva marca premium de la gente con clase es VAG. Lo que hay que leer a veces... De verdad que es para salir corriendo de esta web.