¿Por qué las carreteras convencionales son las más peligrosas?

Están en el punto de mira de la Dirección General de Tráfico (DGT) pero también de las muchas familias que han perdido a algún ser querido por culpa de un accidente de tráfico. Nos referimos a las denominadas carreteras convencionales o carreteras secundarias, las más peligrosas de España.

Con los datos de 2019 sobre la mesa, la cifra de fallecidos en vías secundarias se ha situado por primera vez por debajo de 900 víctimas. La razón puede estar en que a finales de enero de ese año entró en vigor la reducción del límite de velocidad de 100 a 90 kilómetros por hora en toda la red de carreteras convencionales. En total fallecieron 896 personas, un 10% menos que en 2018. Aun así, supone el 72% del total de víctimas en vías interurbanas.

Son las más peligrosas, ¿por qué?

Las peculiaridades de estas vías son claves en esta alta siniestralidad. Son carreteras que no están desdobladas y, por tanto, sólo cuentan con un carril para cada sentido. ¿El principal problema? Que las intersecciones y las incorporaciones están al mismo nivel, los trazados son más antiguos, hay muchos tramos montañosos, estrechos y con baja visibilidad y son vías en las que es necesario invadir el sentido contrario para adelantar.

Son situaciones que conllevan un aumento del riesgo de accidente y las convierten en carreteras menos seguras. Las salidas de vía y las colisiones frontales son los accidentes más frecuentes.

La mayoría de las denuncias que formula la DGT son por incumplir los límites de velocidad. Pero también por no llevar puesto el cinturón de seguridad, dar positivo en los controles de alcohol y drogas, utilizar el móvil, por realizar un adelantamiento antirreglamentario o por saltarse una señal de stop o ceda el paso.

Son conductas irresponsables que añaden un plus importante de peligrosidad en unas vías ya de por si poco seguras.

En España disponemos de 149.579 kilómetros de carreteras convencionales, de un total de 166.284 kilómetros de vías interurbanas, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento. Lamentablemente estas vías tienen un índice de letalidad –riesgo de fallecimiento y gravedad de las heridas- que es el doble al de autovías y autopistas.

Pero hay más. Como viene alertando todo el sector del automóvil, la antigüedad del parque de vehículos en España es preocupante, con una media de más de 12 años. Y es que este envejecimiento supone un riesgo en materia de seguridad. De hecho, la antigüedad media de los vehículos tipo turismo implicados en accidentes con víctimas es de 14 años. Según la DGT, un vehículo con más de 7 años duplica el riesgo de muerte con respecto a uno nuevo e incluso lo triplica cuando tiene entre 10 y 14 años.

En este sentido el conductor tiene un papel importante y es el de pasar las revisiones de su coche y realizar un mantenimiento preventivo que asegure su buen estado, independientemente de que sea un coche nuevo o con unos años. Un estudio de la Fundación Línea Directa demostró en un circuito a 70 km/h que las prestaciones de un coche antiguo bien mantenido son el doble de mejores que las de un coche nuevo en mal estado (Estudio ‘Influencia del envejecimiento del parque automovilístico en los accidentes de tráfico 2008-2013’).

Donde poco podemos hacer los conductores es en el estado de las carreteras. Aquí es el Estado o las Administraciones competentes las que tienen que cumplir su labor. No es fácil saber la incidencia que tiene el estado de conservación de una vía en un accidente concreto porque suelen intervenir otros factores más fáciles de valorar (distracciones, velocidad, alcohol…) pero está claro que influye.

La Asociación Española de la Carretera (AEC), en su último informe de este mismo año, habla de unas necesidades de inversión en conservación que aumentan a 7.463 millones de euros. Una cifra que crece cada año por el cada vez más deficiente estado de las infraestructuras. Los firmes se llevan la peor nota y la señalización vertical no llega al aprobado.

La DGT trata de ‘ayudar’ a los conductores publicando la ubicación exacta de los tramos más peligrosos, actualmente 1.331 tramos con mayor índice de accidentes, en los que se ha instalado algún radar para su mayor vigilancia. La DGT también señaliza los 300 tramos más peligrosos con un cartel, situado debajo de la señal de velocidad, con fondo en color naranja donde aparece la señal de radar y los kilómetros del tramo.

Según el informe que cada año publica EuroRAP sobre carreteras europeas, en España los cinco tramos más peligrosos están en la N-541 en Ourense, N-642 en Lugo, N-260 en Girona, N-550 en A Coruña, N-301 en Toledo, N-234 en Soria y en las N-230 y 240 en Huesca. Máxima precaución y estricto cumplimiento de las normas para evitar un nuevo siniestro.

CONDUCIR UN VEHÍCULO EN BUEN ESTADO. Mal empezamos si conducimos un coche que no ha pasado las revisiones necesarias, lleva los neumáticos, frenos y amortiguadores desgastados y en general está en mal estado. La crisis ha provocado que el pasar por el taller se haya eliminado de la lista de prioridades, en ese caso, mejor utiliza otro medio de transporte.

LÍMITES DE VELOCIDAD. Conducir más rápido de los permitido es una de las infracciones más comunes en las carreteras secundarias. En la actualidad estas vías están limitadas a 90 km/h.

ADELANTAMIENTOS. Es una de las maniobras más peligrosas en carreteras convencionales ya que al tener sólo un carril para cada sentido obliga a invadir el carril contrario. Antes de iniciar la maniobra hay que asegurarse que ninguna señal lo prohíba. Anticipa mirando lejos y valora bien las distancias, la velocidad a la que circulas tú y el resto de vehículos, el tiempo que necesitarás para realizar la maniobra completa y si existen otros obstáculos como cambios de rasante, una curva, contar con espacio para la incorporación de nuevo en tu carril, que no vengan vehículos de frente o que te puedan deslumbrar.

Si la situación es segura, indica tu intención activando el intermitente izquierdo, mira de nuevo por los retrovisores y adelanta con decisión y de manera progresiva para mantenerte en el carril contrario el menor tiempo posible. Recuerda que el reglamento permite a turismos y motocicletas rebasar en 20 km/h la velocidad máxima para adelantar a vehículos que circulen a velocidad inferior a las legales, siempre que no exista un límite específico en un tramo concreto (señal R-301). En el momento de regresar a tu carril, deja una distancia de seguridad suficiente con el vehículo adelantado para evitar que éste tenga que frenar. Realizar un adelantamiento indebido conlleva una multa de 200 euros y 4 puntos en el carnet de conducir.

Y recuerda: no adelantes a varios vehículos a la vez, no adelantes detrás de otro que también está adelantando, deja una separación lateral de al menos 1,50 metros con el vehículo al que estás adelantando, reduce la velocidad y regresa a tu carril si tras iniciar el adelantamiento no lo ves seguro, si adelantas de noche utiliza la luz de cruce para no deslumbrar y máxima precaución si las circunstancias meteorológicas son adversas.

DISTANCIA DE SEGURIDAD. El Código de Circulación obliga a mantener una distancia de seguridad adecuada para garantizar la seguridad, es decir, aquella que evite una colisión en caso de emergencia. Cumplir esta norma es especialmente importante en carreteras secundarias, más aún si llueve, nieva, hay viento o niebla. A mayor distancia de seguridad, mayor visibilidad, más espacio tendremos para reaccionar ante un imprevisto y reduciremos el riesgo de fatiga al volante. También facilitaremos la incorporación de un vehículo que nos está adelantando.

CIRCULAR CERCA DEL LADO DERECHO DEL CARRIL. Si lo haces así estarás ofreciendo más visibilidad al vehículo que circula tras de ti y mayor seguridad a los conductores que vienen por el carril contrario. Circulando así también facilitarás el adelantamiento a un vehículo que te quiera rebasar.

LUCES DE CRUCE TAMBIÉN DURANTE EL DÍA. La normativa obliga a circular con luz de cruce en condiciones de visibilidad reducida, de noche o con malas condiciones meteorológicas. Sin embargo, llevarlas también de día cuando circulas por carreteras convencionales te ayudará a ver y a que te vean mejor, especialmente en zonas de montaña con carriles estrechos.

ATENTO A CICLISTAS, PEATONES Y ANIMALES SUELTOS. Las carreteras convencionales se comparten con otros usuarios como pueden ser peatones circulando por el arcén o ciclistas a los que hay que sobrepasar siempre dejando una distancia de lateral de al menos 1,50 metros. Lamentablemente nos podemos cruzar de forma imprevista con animales sueltos. Si circulas por zona boscosa y con señales que advierten de la presencia de animales, suelta el pie del acelerador y conduce con mil ojos. Toda la problemática sobre los accidentes con animales sueltos te lo cuento aquí.

CINTURÓN DE SEGURIDAD Y SILLAS INFANTILES. Todos los ocupantes de un vehículo están obligados a utilizar el cinturón de seguridad, un elemento indispensable porque reduce el riesgo de muerte en un 80% cuando se produce un accidente. En el caso de niños con una altura menor a 1,35 metros, éstos deben viajar en una silla infantil homologada. Aquí tienes todas las claves sobre la seguridad de los niños en coche.

CERO ALCOHOL Y DROGAS AL VOLANTE. El alcohol y las drogas son factores de riesgo que aparecen frecuentemente detrás de un accidente. Beber alcohol multiplica por nueve el riesgo de sufrir un accidente y fumar tres porros por siete. La multa por conducir con una tasa de alcohol en sangre superior a 0,5 gr/l es de 500 euros y 4 puntos en el carnet de conducir, mientras que hacerlo con drogas en el organismo conlleva una sanción de 1.000 euros y entre 4 y 6 puntos en el carnet.

NADA DE DISTRACCIONES. Por cuarto año consecutivo las distracciones son la primera causa de siniestralidad con 359 fallecidos en 2019. La conducción requiere de toda la atención del conductor. Olvídate del teléfono móvil y delega en el copiloto el uso del sistema de audio o del navegador. Si vas solo, déjalo todo preparado antes de iniciar la marcha y si necesitas realizar algún cambio no dudes en retirarte de la circulación y detenerte en un sitio seguro.

EN CASO DE EMERGENCIA O ACCIDENTE. Si te ves obligado a parar el coche en el arcén de una carretera convencional por una avería o accidente, siempre que estés en condiciones debes advertir de tu presencia al resto de usuarios utilizando los triángulos de emergencia. No olvides seguir la conducta PAS tras un accidente: Proteger, Alertar y Socorrer. Es importante para no provocar un nuevo accidente.

Soluciones las hay y muchas. La clave está en que realmente se pongan en marcha y sean efectivas. Algunas de las medidas anunciadas por el Ministerior de Interior para reducir la siniestralidad en las carreteras convencionales son:

- Instalar bandas rugosas longitudinales en 3.000 kilómetros de tramos en arcenes y separación de carriles. (Podría reducir el 29% de los accidentes por colisión frontal).

- Limitar el adelantamiento en tramos de concentración de accidentes con doble línea continua de más grosor y balizadas en 1.000 kilómetros de tramos. (Se estima una reducción de 20 fallecidos al año).

- Instalar sistemas de señalización dinámica preventiva luminosa ante la presencia de vehículos en 40 cruces y ordenar y regular el tráfico de dicha vía para mejorar la seguridad cuando supera su capacidad. (Estas medidas evitarán 20 muertos al año).

- Señalar tramos frecuentados por peatones con señales de peligro con 3 balizas luminosas instaladas en sus esquinas y dotadas de un pulsador que tendrá que accionar el peatón para advertir de su presencia. (Se podrían evitar 10 peatones muertos cada año).

- Mayor vigilancia de excesos de velocidad por la noche en tráfico fronterizo y furgonetas de reparto. (Se podrían reducir 10 fallecidos al año).

También desde la Asociación Española de la Carretera trabajan en un Plan Específico de Seguridad para este tipo de carreteras. “Entre otras propuestas, se contempla el diseño de itinerarios seguros para ciclistas, a fin de que puedan circular en carreteras con un arcén de anchura suficiente. La adopción de medidas orientadas a reducir los desplazamientos nocturnos de peatones, proporcionándoles alternativas de transporte, y el establecimiento de restricciones a la circulación de vehículos pesados en tramos con problemas específicos de accidentalidad, siempre que exista una opción de alta capacidad”, nos explica Marta Rodrigo, subdirectora general de Relaciones Institucionales desde AEC.

No demos la espalda al problema de las carreteras convencionales, son muchos kilómetros de asfalto y muchos accidentes que se podrían evitar. Siempre es un buen momento para reflexionar sobre nuestro comportamiento al volante. ¿Conducimos con la precaución suficiente?

* Noticia actualizada.