El RS4 Avant es la versión más deportiva de la gama A4 de Audi con 450 CV. Cuesta 96.900 euros, 21.200 más que el S4 Avant. Sin embargo, con una preparación ABT el S4 se queda únicamente 25 CV por detrás del RS4.

Esta modificación de la electrónica en el S4 Avant supone un extra de 4.074 euros y aumenta la potencia de su motor V6 Turbo de 354 a 425 CV. De la mano de GDM AutoGallery importador ABT en Andorra esta preparación realizada en concesionario oficial Audi mantiene la garantía de fábrica.
El año pasado tuve la ocasión de probar los nuevos S5 y RS5 aquí mismo, en Andorra. El RS5 no terminó de aportar todo el feeling que esperaba, sin embargo, el S5 me pareció muy redondo. En este link hay la prueba y el vídeo que hicimos con Crator.
Hoy tomando como base el Hotel Himalaia de Soldeu haremos algo distinto, una comparativa entre un RS4 Avant y un S4 Avant, dos familiares que tienen mucho en común con los cupé que acabo de citar. Será cuestión de ver si la preparación ABT realizada por GDM AutoGallery le permite al S4 acercarse lo suficiente al RS4.
Familiares vitaminados
A nivel de diseño el RS4 está un punto por delante del S4. Su musculosa carrocería destaca por unas aletas 30 mm más anchas que las del modelo precedente. Eso sí, cromáticamente los dos son bastante neutros. Si tuviese que escoger entre los dos colores me quedo con el azul Navarra del S4, aunque el gris Daytona del RS4 tampoco está nada mal.
Mientras que la calandra, marcos de las ventanillas y los retrovisores del S4 presentan un acabado cromado, en el RS4 encontramos estos detalles de color negro brillante. Esto de las modas ya se sabe…
Las llantas de 20” de serie del RS4 calzan neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S con medidas 275/30 ZR20. Una goma a la altura de este deportivo con acabado Premium, tal y como se aprecia con esta terminación aterciopelada en los flancos del neumático.
Incluso el dibujo de su banda de rodadura también es atractivo. Un dibujo bastante parecido al del Pilot Sport Cup2. No en vano, el Pilot Sport 4 S está muy cerca del Cup 2, siendo ambos neumáticos derivados directamente de la experiencia de Michelin en competición.
El S4 recurre a llantas de 19” con un diseño de 5 brazos dobles que a simple vista parece que puede aportar una mejor refrigeración al equipo de frenos. Esta unidad equipa neumáticos de invierno Pirelli Sotto Zero con medidas más estrechas que las del RS4, 245/35 R19.
El conjunto de discos de acero perforados del RS4 mide 375 mm de diámetro y cuenta con pinzas de 6 pistones. En opción podemos montar unos frenos cerámicos de 400 mm de diámetro con pinzas también de 6. El S4 se conforma con discos de 350 mm, también con pinzas de 6 pistones.
En la trasera el RS4 vuelve a ganar la partida, con aletas sobredimensionadas, mayor difusor de aire y dos salidas ovaladas de gran formato. De no ser por las 4 salidas redondas el S4 podría pasar por un A4 Avant con kit S-Line. Esto último, es toda una ventaja a la hora de pasar desapercibido ante el ojo inexperto.
Básicamente el kit de carrocería del RS4 es el que marca la diferencia de las cotas entre ambos. Es 40 mm más largo, 20 mm más ancho y 7 mm más bajo que el S4. Mide 4,78 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,4 metros de alto.
Por el contrario, el S4 sobre la báscula anuncia 1.675 kilos, 40 menos que el RS4 (1.715 kilos). A simple vista ya se puede apreciar que la carrocería es mucho más estrecha, de hecho, la batalla es la misma en ambos, 2,82 metros.
Calidad y deportividad a partes iguales
Audi es una de las mejores marcas Premium a la hora de configurar interiores. Tanto la terminación como los materiales empleados suelen ser siempre intachables. Todavía lo son más en versiones tope de gama como es el caso de los S4 y RS4.
Una vez te has sentado en el puesto de conducción de ambos te das cuenta que son prácticamente idénticos entre sí. Virtual Cockpit de 12,3”, volante achatado en la parte baja, misma ubicación de los mandos, incluso misma palanca del cambio.
La principal diferencia la encontramos en el volante de piel vuelta del RS4. Un detalle muy Racing que en mi caso particular casi me obliga a usar guantes. Cuando sudan las manos y aplicas una conducción deportiva con los guantes tienes mejor grip y no dañas el tapizado de Alcántara.
El cuadro de instrumentos 100% digital permite un sinfín de configuraciones, aunque se echa en falta el punto extra de deportividad que aportaría un cuenta-vueltas analógico. Llamadme nostálgico.
Hubo un tiempo en el que las pantallas de Audi se escondían de forma majestuosa en el centro del salpicadero. Ahora la marca de los cuatro aros ha sucumbido a la moda de las pseudo-tablets incrustadas ahí en medio. Una auténtica lástima.
El espacio tanto en la primera como en la segunda fila es mucho más generoso que en los modelos de la generación anterior. Por fin el A4 Avant cuenta con una banqueta trasera amplia y cómoda. Ideal tanto para llevar a los niños como a la suegra.
El sistema quattro hace que tengamos un prominente túnel de transmisión, un elemento necesario para el buen funcionamiento del vehículo pero que limita el espacio para los pies del pasajero de la plaza central trasera.
El diseño y las prestaciones suelen ser el principal motivo de compra de un deportivo de este calibre. Ahora bien, su maletero talla XL también es importante a la hora de decantarse por esta carrocería familiar.
Pocos maleteros de 500 litros, 505 litros para ser exactos, ofrecen tantas soluciones y tan prácticas para sujetar la carga. Guías para barras telescópicas, redes, ganchos, cintas, asas… Incluso tiradores para abatir la segunda fila desde aquí. Con 2 plazas se alcanzan los 1.510 litros de capacidad máxima.
En el maletero es otro punto donde podemos apreciar el buen hacer de Audi en lo que a acabados del habitáculo se refiere. Plásticos de primer nivel y tapizados de gran calidad envuelven por completo el espacio de carga.
¿Cuánta diferencia real hay?
El RS4 es un cohete. Hasta ahora el RS6 Avant era el Audi de altas prestaciones por antonomasia, R8 a parte claro está. Con la llegada de la sobrealimentación al RS4, el ofrece esa sensación de empuje que sólo dos turbos pueden lograr.
Ahora el RS4 es un “mini-RS6”. Da la sensación de ser más ágil, más pequeño y más ligero de lo que en realidad es. Pesa 1.715 kilos, 80 kilos menos que el modelo anterior, y sigue siendo un grande con casi 4,8 metros de largo.
No obstante, cuando lo conduces en una carretera de montaña te deja sin palabras. Por lo tarde que puedes frenar, por cómo entra en la curva, por lo plano que gira, por lo bien que apoya, por lo bien que tracciona.
El grado de comunicación del tren posterior, de la mano del diferencial deportivo, unido a la nobleza del conjunto hacen que la experiencia de conducción sea atómica. Para mi este es un extra que vale todo lo que cuesta y que se echa mucho en falta en el S4.
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Los dos recurren al sistema de tracción integral permanente quattro con diferencial central autoblocante. En el RS4 está enfocado principalmente al eje trasero. En conducción normal el diferencial mecánico central manda un 60% de par detrás y el 40% restante delante. Eso sí, en función del tipo de pérdida de tracción que suframos puede llegar a mandar un 70% delante o un 85% detrás.
De serie el RS4 equipa una suspensión que lo hace 7 mm más bajo que un S4. Esta unidad además equipa el Dynamic Ride Control, una suspensión pilotada opcional que permite endurecerla o suavizarla con el botón del drive select.
En modo Dynamic es una tabla pero sigue filtrando bien los baches, mientras que en Comfort es blando como pocos deportivos. En badenes a baja velocidad es sumamente cómodo, ideal para el día a día.
En el S4 faltan las estabilizadoras más duras que ABT ofrece en opción. Un elemento que en breve será instalado en esta unidad. Como ya encontré entre S5 y RS5, hay diferencia en lo que a inclinación de carrocería se refiere. El S4 se mueve mucho más, llegando a mostrar una cierta tendencia al subviraje en conducción deportiva.
La dirección dinámica cuenta con una calibración específica RS. En modo Dynamic ofrece un buen grado de comunicación pero en Comfort es otra historia. El S4 en cambio, no aporta el mismo grado de interacción, una verdadera lástima.
Esta unidad del RS4 con 20.000 kilómetros en el marcador parecía no tener los discos en su mejor momento. Funcionan, pero a ritmo fuerte terminas notando cierta vibración muy al final. Aun así, aguantaron muy bien durante la prueba.
Quizás unos cerámicos habrían aguantado mejor. Al volante de coches de este tamaño y sobre todo de este peso tienes que tener muy claro lo que vas a hacer y aplicar una buena refrigeración. De lo contrario los frenos se puede echar al traste.
Al igual que los frenos, los neumáticos son sumamente importantes a la hora de aprovechar un deportivo del calibre del RS4 Avant. Los Michelin Pilot Sport 4 S que calzaba aportaron un alto grado de comunicación y de interacción con el asfalto.
Incluso con 3 grados de temperatura ambiente, cogieron temperatura con gran facilidad para así ofrecer de inmediato su rendimiento óptimo. Yo tengo idealizado el Cup 2, el semi-slick de Michelin, pero es que el Pilot Sport 4 S está muy cerca en prestaciones reales.
Al igual que el Cup 2 está formado por dos compuestos. El 75% de la banda rodadura interior ha sido creada para buscar la máxima capacidad de tracción, así como para optimizar la evacuación de agua.
El 25% restante, lo que se conoce como el hombro exterior, está enfocado a la adherencia transversal. Gracias a los dos compuestos ofrece prestaciones de semi-slick con la máxima seguridad en el día a día. Se calientan en poco tiempo, mucho más rápido que un Cup 2 y encima evacuan muchísimo mejor el agua.
De hecho, incluso te podrías llegar a plantear entrar a un circuito. Claro que no vas a lograr los cronos del Cup 2, pero vas a disfrutar, y encima la durabilidad va a ser muy superior. Pocos neumáticos de calle ofrecen este nivel de prestaciones.
El motor V6 biturbo del RS4 es una pasada. Ya lo dije en la presentación, me recuerda mucho al del Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio. Parece que tiene más potencia de la que declara sobre el papel.
El RS4 entrega 600 Nm de 1.900 a 5.000 rpm y 450 CV de 5.700 a 6.700 rpm. La patada en la zona baja es descomunal. Parece que no va a parar de empujar nunca. Anda muchísimo, pero muchísimo.
El motor del S4 es una variante del mismo propulsor del RS4, pero con un único turbo en lugar de dos. Desde 1.370 hasta 4.500 rpm entrega 550 Nm de par, 50 Nm extra con respecto al modelo de serie gracias a la preparación ABT, quedando sólo 50 Nm por detrás del RS4.
La potencia máxima del S4 también crece de 354 a 425 CV, un registro disponible de forma continuada entre 5.400 y 6.400 rpm. Es precisamente en la zona alta donde más se nota el extra de patada. Ahí arriba, la sensación de empuje es prácticamente la misma que la del RS4.
El segundo turbo se echa en falta en la zona baja del cuenta-vueltas. Sobre todo, a la hora de salir de curva lenta. Es aquí donde el RS4 ofrece una patada extra que te deja clavado en el asiento.
El RS4 acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. Un S4 de serie necesita 4,9 segundos, pero esta unidad preparada por ABT lo hace en apenas 4,7 segundos. Ambos tienen la velocidad punta limitada electrónicamente a 250 km/h.
Los dos recurren a la misma caja de cambios automática. La archiconocida ZF con convertidor de par de 8 relaciones. Para mí, el mejor cambio automático con convertidor de par del mercado.
Suave como pocos en modo Comfort y rápido en Dynamic. Eso sí, sólo el RS4 ofrece un modo 100% manual de verdad. En el S4 cuando te acercas al corte de inyección el sistema sube de velocidad de forma automática.
Con el modo manual seleccionado en el RS4 sólo pasa de forma automática de primera a segunda, en el resto de velocidades si tu no le das a la leva o a la palanca siempre llegarás al corte.
En los dos echo en falta unas levas más grandes, al estilo de las del Giulia Quadrifoglio y a poder ser de metal y no de plástico. Son de esos detalles que a uno le cuesta de entender que no se contemplen en coches de este nivel y sobre todo de este precio.
En resumidas cuentas
La diferencia que antes de empezar la comparativa sólo se encontraba sobre el papel, es real y palpable cuando los pruebas. El S4 preparado por ABT empuja con brío en la zona alta, casi igual que el RS4. No obstante, el chasis no ofrece el mismo grado de interacción y estabilidad en conducción deportiva.
El segundo turbo del RS4 aporta un plus de patada a la salida de curva lenta, y el sonido del escape RS de serie da ese plus de disfrute en conducción. El modo 100% manual de la caja ZF automática también ayuda a mejorar la experiencia.
Desde hace tiempo que tenía en mente que si alguna vez tenía que escoger un coche para todo, familiar, con prestaciones, pero que a la vez fuese cómodo y estuviese bien acabado este iba a ser un RS6 Avant. Sin embargo, tras probar a fondo el nuevo RS4 Avant creo que este último sería mi clara elección. Y ya puestos con una preparación ABT convirtiéndolo en un ABT RS4-R de 530 CV. Por pedir que no sea, ya que estamos en época de hacer la carta a los Reyes Magos de Oriente…