Aunque los híbridos y eléctricos están dando forma al presente y al futuro del automóvil, los coches diésel y de gasolina continúan siendo opciones válidas, vigentes y, en muchos casos, las más recomendables. Si no necesitáis la etiqueta medioambiental Cero y ni tan siquiera la Eco y estáis “a la caza” de un coche barato -o cuando menos, asequible-, seguramente estaréis dudando entre diésel y gasolina. Si esa es la razón por la que habéis aterrizado aquí, estáis en el lugar adecuado porque vamos a resumiros las ventajas y desventajas de cada una de estas opciones; así que ¡al lío!
Nota: Hacemos referencia a los automóviles “puros” de gasolina y diésel; es decir, con motores de combustión y sin tecnología híbrida.
¿Por qué elegir un coche diésel?
En la actualidad estamos asistiendo a un progresivo destierro del diésel, cuyas causas quedan fuera del alcance de este artículo. Sin embargo, los coches alimentados por gasóleo cubren perfectamente las necesidades de muchos conductores; en especial, los que utilizan su vehículo con gran frecuencia.
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Pero, antes de repasar sus ventajas, citemos sus tres principales inconvenientes. El primero es en realidad un anterior beneficio que ha dejado de serlo: el precio del litro de gasóleo, que con el tiempo se ha ido igualando al de la gasolina. El segundo es que el precio de un automóvil diésel suele ser más caro que el de un modelo de gasolina comparable. Y el tercero es que solamente los coches diésel fabricados a partir de 2014 dan acceso a la etiqueta C; los anteriores deben conformarse con la B… o con ninguna, si son anteriores a 2006.
A partir de ahí, todo viene a favor. Para empezar, los motores alimentados por gasoil son más eficientes; por tanto, consumen menos combustible, lo que desemboca en un ahorro de dinero que se hará más ventajoso cuantos más kilómetros hagamos cada año. Un menor consumo también significa una mayor autonomía, que en muchos casos permite recorrer más de 1.000 km sin necesidad de repostar -lo que no significa que debáis saltaros las aconsejables paradas para evitar vuestra propia fatiga… y para lo que haga falta-.
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Además, los motores diésel tienden a ser más longevos que los de gasolina, dado que estos propulsores que funcionan por compresión y no por explosión precisan de una construcción robusta y trabajan a menor régimen de revoluciones. Llegando, por último, al apartado de su potencial contaminante, si bien tienden a emitir más NOx (óxido de nitrógeno) que los de gasolina, los motores diésel suelen generar menores emisiones de CO2 (dióxido de carbono), gas que contribuye al temible “efecto invernadero”.
¿Por qué elegir un coche de gasolina?
Las razones para optar por un automóvil de gasolina siguen, lógicamente, un razonamiento opuesto al que hemos planteado.
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Así, su lista de ventajas comienza con precio de adquisición más bajo que el de un coche diésel directamente comparable. Para continuar, los motores de gasolina, por su propia naturaleza, requieren un mantenimiento menos costoso que el de los diésel; y en muchos casos, con revisiones menos frecuentes. Y pasando a cuestiones administrativo-medioambientales, todos los coches de gasolina fabricados a partir de 2006 llevan la etiqueta C de la Dirección General de Tráfico.
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Por otra parte, los coches de gasolina atesoran cualidades que podemos considerar o no como ventajas dependiendo de cuál sea nuestra “filosofía” como conductores. Por poner algunos ejemplos, los motores de gasolina son más refinados que los diésel, vibran menos y tienen mayor estirada y elasticidad; además, suenan mejor e incluso “huelen” mejor… Lo que os decía: una serie de cuestiones, algunas de ellas objetivas y otras subjetivas, que pueden decantar nuestra particular balanza.
¿Qué coche comprar: gasolina o diésel?
En mi humilde opinión, decidirse entre un coche diésel y uno de gasolina es cosa fácil… mientras pensemos con la cabeza y no con el corazón.
Si necesitáis hacer muchísimos kilómetros al año (pongamos 20.000 km o más), si queréis un coche para uso diario y continuado que además os sirva para las escapadas de fin de semana, o si tenéis pensado hacer viajes largos más a menudo, elegir un coche de gasóleo puede suponer un interesante ahorro de dinero, ya que será factible amortizar a medio plazo la potencial diferencia en el precio de compra.
Si, en cambio, vais a hacer uso ocasional vehículo, o incluso si va a ser frecuente pero no intensivo, elegir gasolina será probablemente la decisión acertada. Será un coche más barato por precio de compra y seguramente también por mantenimiento; además, lo tendréis más fácil para encontrar un modelo con etiqueta C que tenga ya unos años a sus espaldas; y si sois de los que, además de tener un coche que sea práctico, quieren disfrutar de la conducción, será mucho más factible encontrar un coche divertido si lleva motor de gasolina.
Siguiendo los enlaces que os dejamos a continuación os invitamos a seguir profundizando sobre el tema y encontrar el coche que más os interesa:
se os han acabado ya los reportajes d electricos?? Ya no hay mas marcas chinas ???