Os listamos algunos de los coches clásicos con faros escamoteables más icónicos, y que todavía podemos encontrar en el mercado de segunda mano a buen precio.
Los coches con faros escamoteables, que se recogen en la propia carrocería cuando no se utilizan, forman parte del pasado. Esta solución de diseño tuvo su punto álgido en las décadas de los años 80 y 90, cuando buena parte de los deportivos que aparecían en el mercado contaban con este tipo de faros.
No obstante, los faros escamoteables vienen de mucho más atrás. Concretamente, de los años 30, cuando modelos como el Cord 810, de 1936, introdujeron una maneta al lado del salpicadero que permitía subir los faros en cuanto fuese necesario.
Lo cierto es que, como solución de diseño es magnífica. Los faros escamoteables dan un toque muy deportivo al coche, permiten una línea más aerodinámica y unas formas más puras. No obstante, fueron prohibidos a principios de este siglo, al considerarse que eran peligrosos en caso de atropello a un peatón (las aristas y protuberancias en la carrocería son perjudiciales). Otro punto en su contra es que no favorecen precisamente la aerodinámica cuando están operativos, y esto no encaja precisamente en un momento en el que los consumos son un aspecto clave en el desarrollo de un coche.
Los últimos vehículos en montar faros escamoteables fueron el Lotus Esprit y el Chevrolet Corvette C5, ambos de 2004.
Hoy en día, tener un coche con faros escamoteables es tener un clásico con una característica única e irrepetible. Abrir los faros en cualquier momento, es una experiencia que sorprende a los neófitos y apasiona a los entusiastas de los coches antiguos.
En el mercado de segunda mano existen un buen número de unidades de coches con más de treinta años que cuentan con faros escamoteables en su carrocería.
Suelen ser clásicos a precios asequibles y representan una buena oportunidad para entrar en el mundo de los youngtimers con un presupuesto ajustado. Aquí os ofrecemos algunos ejemplos de modelos míticos con faros escamoteables:
Ford Probe
A principios de los años 90 Ford comercializó en España el Probe, un cupé de líneas deportivas construido sobre la base del Mazda MX6 y con un enfoque claramente dirigido al mercado estadounidense. El Probe montaba un motor V6, de origen japonés, con 2,5 litros de cilindrada y 160 CV. A diferencia del Mazda MX6, Ford optó por unas suspensiones más blandas y una dirección menos asistida, por lo que el carácter del Probe era más de Gran Turismo que de deportivo puro, algo que ya su estética delataba. El éxito comercial de este modelo fue limitado, por lo que Ford solo lo mantuvo en el mercado hasta 1997. Las unidades que podéis encontrar en el mercado de segunda mano corresponden a la segunda generación del modelo, la que se vendió en nuestro país. Las hay en venta a partir de unos 2.000 euros.
Honda Prelude
Honda construyó este cupé deportivo durante 23 años, en un momento en el que las marcas japonesas se habían decantado por ofrecer deportivos a un precio relativamente asequible. Aunque en España no era precisamente barato, el Prelude se vendió durante unos años, y podéis ver en el mercado de segunda mano algunas unidades, especialmente de la quinta generación. Este coche montaba motores de gasolina de potencia media (entre 133 y 200 CV), con un carácter bastante puntiagudo. En la quinta y última generación de este modelo, el chasis incorporó tecnología derivada del Honda NSX, como la suspensión independiente de brazo oscilante. Y por supuesto, en este youngtimer no pueden faltar los característicos faros escamoteables; Aunque si lo queréis con esta características, deberéis escoger una unidad de las primeras generaciones del modelo.
Lotus Esprit
Es difícil encontrar un Lotus Esprit de segunda mano, ya que se vendieron pocas unidades fuera del mercado británico. Destacamos este cupé con motor central por ser uno de los últimos modelos en incorporar faros escamotables, un diseño al que fue fiel desde los inicios de su comercialización, en 1976, hasta el año 2004. Durante este periodo Lotus lanzó 4 generaciones, que evolucionaron tecnológicamente con motores de 4 cilindros en línea y V8, con potencias entre 142 y 355 CV.
Este deportivo, diseñado por Italdesign Giugiaro, es un clásico difícil de encontrar, al haberse producido en sus 28 años de vida comercial poco más de 10.000 unidades para todo el mundo. Oferta de Lotus de segunda mano en Coches.net
Mazda MX-5
Si hay algún deportivo descapotable y biplaza que merezca el calificativo de popular, es el Mazda MX-5, al ser el más vendido del mundo. Mazda cumplió y cumple con creces el objetivo de ofrecer un deportivo asequible, un modelo icónico que es y ha sido pieza clave en las ventas de la compañía japonesa en todo el mundo. El Mazda MX-5 apostó por los faros escamoteables en su primera generación, que se vendió entre 1989 y 1998. Más conocido como Miata, incorporaba un motor de 4 cilindros y solo 1,6 litros, que daba 115 CV de potencia. La ligereza del coche permitía que con esa potencia ofreciese buenas prestaciones y sobre todo, buenas sensaciones de manejo. Los faros escamoteables potenciaban su imagen deportiva, hasta que los perdió con la llegada del MX-5 NB, de segunda generación.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
Mitsubishi 3000 GT
Este es otro de los deportivos que optó por los faros escamoteables, pero solo en su primera generación, la que va de 1990 a 1993. El 3000 GT es un cupé 2 + 2, con una estética agresiva y motores V6 de tipo atmosférico o bien alimentados por turbo, con potencias entre 162 y 324 CV. Contaba con tracción a las cuatro ruedas e incluso con suspensión adaptativa y eje trasero direccional, lo que demuestra la gran carga de tecnología que incorporaba. Hoy es un clásico muy cotizado, con precios que oscilan entre 15.000 y 20.000 euros.
Porsche 914
Este es uno de los descapotables biplazas más originales que podéis adquirir, si es que vuestro presupuesto os lo permite. No es precisamente uno de los deportivos con faros escamoteables más baratos, pero quizás la inversión valga la pena, especialmente si os hacéis con una unidad con motor bóxer de seis cilindros, el mismo que montaba en su época el Porsche 911 T. Porsche lo vendió entre los años 1970 y 1976, después de haber llegado a un acuerdo con Volkswagen. De hecho, las primeras unidades montaban un motor de 4 cilindros bóxer de 1,7 litros y de origen Volkswagen, con 80 CV de potencia.
Es difícil encontrar unidades de segunda mano en nuestro mercado, ya que se vendieron muy pocos, y todas suelen estar por encima de los 10.000 euros.
Porsche 944
En unos momentos delicados desde el punto de vista económico para Porsche, en 1982 llegó el Porsche 944, un cupé deportivo 2+2 con configuración transaxle (con motor en posición delantera y caja de cambios en el eje trasero, lo que le permitía gozar de un excelente reparto de pesos). El 944 inspiró su estética en la del Porsche 924, pero con un aire más agresivo, derivado del que lucían los Porsche 924 Carrera GTS y, por supuesto, manteniendo los faros escamoteables. Fue un cupé con un gran éxito de ventas en todo el mundo, y se vendió hasta 1991 en dos generaciones diferentes, hasta que fue sustituido por el Porsche 968. Hay abundantes unidades de Porsche 944 en el mercado de segunda mano, algunas todavía a buen precio pero algo faltas de mantenimiento. En los últimos años la cotización de este modelo ha ido subiendo progresivamente, recibiendo el valor que, en ocasiones, parecía que se le había negado dentro de la familia Porsche.
Toyota Celica
Quien no recuerda los éxitos de Carlos Sainz en competición a los mandos de su Toyota Celica. Eran unos años, principios de los noventa, en los que las marcas japonesas atacaron con fuerza a nuestro mercado, y obtuvieron un buen éxito de ventas con compactos deportivos como este, que también apostó por los faros escamoteables.
Toyota mantuvo esta solución de diseño en la cuarta y quinta generación de este modelo, precisamente la que resulta más popular entre los coleccionistas de clasicos youngtimers.
El Toyota Celica de quinta generación, que se vendió entre 1990 y 1993, montaba motores de 1.6 y 2.0 litros, con potencias hasta 208 CV.
Toyota MR2
Mucho más raro y difícil de conseguir es el Toyota MR2, un deportivo biplaza que Toyota vendió entre 1984 y 2007. Tuvo unas ventas limitadas en España, pero podéis encontrar algunas unidades de segunda mano, especialmente de la última generación, la tercera. Las que cuentan con faros escamoteables son las dos primeras. En cualquiera de ellas, el Toyota MR2 es fiel al concepto de motor central y propulsión trasera, al estilo del Porsche 914 o el Lotus Esprit. Los propulsores que montó este biplaza fueron de 4 cilindros, con potencias entre 83 y 145 CV, demostrando el interés de la marca japonesa en ofrecer un deportivo sencillo y popular, a precio asequible.
Volvo 480
Cuando uno piensa en clásicos con faros escamoteables es fácil que le venga a la cabeza la imagen de un Volvo 480. Este cupé 2+2 supuso para Volvo entrar en una etapa de diseño más emocional, con un toque más deportivo, y a la vez, introducir por primera vez un compacto con tracción delantera. Los faros escamoteables, junto con su zaga al estilo break, fueron sus señas de identidad estética. No obstante, sus prestaciones no eran las de un deportivo. Volvo optó por equipar a este modelo con propulsores de 4 cilindros con potencias entre 108 y 118 CV, aunque eso sí, muy aprovechables gracias a la ligereza del conjunto.
El Volvo 480 se vendió de 1986 a 1995, y podéis encontrar unidades de segunda mano, con relativamente pocos kilómetros para la edad de este modelo, a partir de unos 4.000 euros.
Pues el Lotus Sprit turbo, el 3000 GT me gustan, aunque hay otro que aparte de gustarme, tuve un Porsche 944.