En el balance de siniestros viales de la Dirección General de Tráfico (DGT) de 2023, se contabilizan 1.806 fallecidos y 9.265 lesionados graves. En total, 11.071 víctimas de tráfico, una cifra que requiere atención inmediata y medidas urgentes para reducir esta trágica tendencia.
Este balance pone en evidencia que, a pesar de los avances tecnológicos y las mejoras en infraestructura, la siniestralidad vial sigue siendo un problema urgente. Factores como las distracciones al volante, el consumo de alcohol y drogas, así como el exceso de velocidad o no usar los sistemas de retención obligatorios, se mantienen entre las principales causas de los accidentes. Ante esta realidad, es imprescindible que tanto las autoridades como los ciudadanos adopten medidas más estrictas y responsables para revertir esta tendencia alarmante.
Datos para la reflexión
Los datos presentados por la Dirección General de Tráfico (DGT) en su balance anual exponen una realidad preocupante que no admite más demoras en la implementación de soluciones concretas, como las vistas en el pasado puente de octubre, por poner un ejemplo. Las cifras de fallecidos y lesionados graves no son meros indicadores, sino un reflejo de fallos sistemáticos en aspectos clave de la seguridad vial.
El 52% de los fallecidos eran usuarios vulnerables, y en las vías urbanas este porcentaje asciende al 80%.
El 18% de los fallecidos no utilizaba el cinturón de seguridad, SRI o casco en el momento del accidente.
El 36% de las víctimas perdieron la vida en salidas de la vía, mientras que el 18% de los fallecidos fueron atropellados.
Las distracciones son el factor principal en el 30% de los accidentes mortales, seguidas del consumo de alcohol (26%) y el exceso de velocidad (21%).
Un 18% de los fallecidos no utilizaba accesorios de seguridad, afectando especialmente a conductores en vías interurbanas.
Estos datos reflejan la necesidad de actuar, pues la falta de responsabilidad, el incumplimiento de las normas y la temeridad siguen siendo factores clave en la siniestralidad.
La hoja de ruta
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A pesar de contar con una hoja de ruta clara y propuestas aprobadas para mejorar la seguridad vial, parece que la implementación de estas medidas está retrasada. Según José Ignacio Lijarcio, vicepresidente de Fesvial, "seguimos escribiendo en esa hoja de ruta, pero nos falta pasar a la acción." Las medidas incluyen:
Formación vial desde temprana edad: la educación en seguridad vial debe implantarse de forma obligatoria en los colegios, concienciando desde la infancia sobre la importancia de respetar las normas de tráfico y los peligros de no hacerlo.
Mejora de infraestructuras: las carreteras deben adaptarse a las necesidades de seguridad de los conductores, con inversiones en señalización, iluminación y asfaltado. Además, el "sistema seguro" promueve la cooperación entre instituciones y la inversión en infraestructuras más inteligentes y seguras.
Vehículos más seguros: los avances tecnológicos en automóviles, como los sistemas de asistencia a la conducción, deben integrarse de manera más generalizada, promoviendo incentivos para la renovación del parque automovilístico, cuyo promedio de edad ronda los 15 años.
Reducción de la tasa de alcoholemia: se ha aprobado reducir la tasa de alcoholemia permitida a 0,2 para todos los conductores, una medida que podría tener un impacto significativo en la reducción de accidentes relacionados con el alcohol,
Conclusiones
El balance de la DGT de 2023 que ha vuelto a salir a la palestra de mano de Fesvial expone una situación alarmante en las carreteras españolas. Con más de 11.000 víctimas en un solo año, es fundamental que tanto las autoridades como la sociedad en su conjunto asuman la responsabilidad de aplicar y cumplir con las medidas necesarias para mejorar la seguridad vial. Las distracciones, el alcohol y el exceso de velocidad siguen siendo las principales causas de los siniestros, factores que podrían controlarse con una mayor concienciación y una firme aplicación de la ley.
La educación, la mejora de las infraestructuras y los avances en vehículos más seguros deben estar en el centro de cualquier estrategia futura. Tal y como señala Fesvial, la excepcionalidad de los días sin siniestros mortales debe convertirse en la norma, y eso solo será posible si se avanza más allá de las propuestas y se pasa a la acción.
Un auténtico drama en una sociedad que todavía no está mentalizada de lo peligroso que es saltarse las normas. Todas las normas, incluidos los límites de velocidad, tanto en carretera, como en ciudad.