BYD llega desde China con "sueños por construir"

En un evento celebrado en París al que hemos tenido el privilegio de asistir -previo al Salón de París 2022 que está a punto de comenzar-, el fabricante chino BYD ha anunciado de manera oficial, la expansión de su marca de automóviles hacia los principales mercados de Europa Occidental. Su gama de modelos, todos ellos eléctricos, llegará a España a principios de 2023 y se compone de la berlina Han, el SUV familiar Tang y el SUV compacto Atto 3.

Para quienes no lo sepáis, BYD (siglas que, curiosamente, provienen de la expresión inglesa ‘Build Your Dreams’, traducida como “Construye Tus Sueños”) es un gigante industrial fundado en China en el año 1995. Aunque su actividad fue en un inicio la fabricación de baterías para teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, pasó rápidamente a producir baterías para el mundo de la movilidad; y a partir 2003 comenzó a desarrollar automóviles eléctricos al completo, para solo dos años después lanzar al mercado su primer vehículo propio, bautizado como F3.

En adelante, BYD extendió sus líneas de negocio a la fabricación de autobuses, trenes e incluso mascarillas quirúrgicas -maldito COVID-19-, sin dejar de lado la rapidísima expansión de su marca de automóviles BYD Auto; marca que ahora, finalmente, llega a Europa con la indisimulada intención de conquistarla. Estos son los tres modelos que se convierten en sus armas:

De entre los tres BYD que pronto aterrizarán en el Viejo Continente, el BYD Han es el que más se ajusta a la tradición europea. Se trata de una berlina grande, encuadrada por tamaño en el segmento E, que mide 4,99 metros de largo por 1,91 m de ancho y luce una estilizada carrocería de cuatro puertas con un bajo coeficiente aerodinámico (0,23 Cd).

Su habitáculo presenta un diseño bastante recargado, que parece inspirarse hasta cierto punto en el de los actuales y no menos barrocos Mercedes-Benz. Llama la atención su enorme pantalla central de 15,6 pulgadas, anclada sobre el salpicadero a modo de tablet con sistema operativo Android y que, con solo pulsar un botón situado en la propia pantalla, puede pivotar sobre su centro para situarse en disposición vertical u horizontal.

Dejando a un lado peculiaridades estilísticas como la iluminación dinámica del salpicadero -con la leyenda ‘Build Your Dreams’ bien grande en el lado del acompañante-, lo cierto es que el BYD Han transmite una muy positiva impresión de calidad interior, especialmente en cuanto a la factura y tacto de los materiales empleados y a la gran cantidad de superficies que presentan algún tipo de recubrimiento. Lo mismo puede decirse sobre el maletero, que no deja ver “chapa” desnuda en su interior, a diferencia de lo que sí sucede en algunas premium alemanas. Eso sí: su capacidad de 410 litros se antoja muy escasa.

Las que no parecen precisamente escasas son sus prestaciones. Sus dos motores eléctricos (uno para cada eje del vehículo) entregan conjuntamente 380 kW / 517 CV de potencia y unos brutales 700 Nm de par que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,9 segundos, con una velocidad máxima limitada a 180 km/h. La batería de iones de litio (concretamente fosfato de hierro y litio, solución empleada por BYD que prescinde del cobalto, resulta más económica y ofrece mayor estabilidad térmica y durabilidad, a cambio de una menor densidad energética) tiene una capacidad de 85,4 kWh y homologa 521 kilómetros de autonomía en ciclo combinado WLTP. Admite 120 kW de potencia de recarga en corriente continua (tarda 30 minutos en cargar del 30% al 80%) pero solo 7 kW con corriente alterna.

¿Y cuánto costará la berlina BYD Han cuando llegue a España a principios de 2023? Pues, a falta de confirmar el precio definitivo para nuestro país, la marca anuncia un precio de 70.800 euros para los mercados europeos, que sube a 74.400 euros en la versión ‘Emerald Edition’ especialmente equipada. Sus precios se sitúan, por tanto, peligrosamente cerca del de un Mercedes-Benz EQE 350 (76.025 euros) que, todo sea dicho, cuenta con un solo motor eléctrico de 215 kW. Los modelos más parecidos por potencia y configuración, serían los decididamente mucho más costosos Mercedes-AMG EQE 43 4Matic, con dos motores y 350 kW de potencia (105.500 €), y el Porsche Taycan 4S con 390 kW (111.794 €).

Podría decirse que este Han no va a estar solo, ya que tiene un hermano que comparte su base técnica. El BYD Tang -nostálgico nombre el suyo- es un SUV de 7 plazas, también encuadrado en el segmento E, que mide 4,87 metros de largo por 1,95 m de ancho y 1,72 m de alto, y se atreve a montar unas llantas en medida de 22 pulgadas nada menos.

El puesto de conducción no es tan distinto al de la berlina Han; y solo será al abrir las puertas traseras cuando notemos grandes diferencias. En primer lugar porque la banqueta está dividida en dos secciones independientes con capacidad de desplazamiento longitudinal, necesario a su vez si queremos acceder a la última fila que pone otros dos asientos a nuestra disposición.

Después de haberme sentado en ellos, debo afirmar que esta tercera fila de asientos está entre las mejores que he probado en vehículos de su categoría; y aunque como es lógico son más pequeños que el resto y están más cerca del suelo, permiten acomodar sin grandes dificultades a dos personas adultas siempre que no llevemos hasta atrás del todo la segunda fila de asientos -cosa que no es problema porque ésta ofrece amplísimo espacio para las piernas-.

El maletero me ha parecido robusto y bien rematado; tiene una capacidad de 235 litros con las siete plazas desplegadas, hasta 940 litros con cinco plazas (llevada la segunda fila a su posición más adelantada) y 1.655 litros si solo necesitamos las dos plazas delanteras.

Este vehículo emplea, como apuntaba hace un momento, la misma pareja de motores del Han con 380 kW de potencia total y una batería casi idéntica, en este caso con 86,4 kWh de capacidad; pero su elevado peso (hablamos de 2,5 toneladas en vacío, 250 kg más que la berlina), en suma con su amplia superficie frontal (Cd 0,34), conlleva una aceleración algo menos veloz (pasa de 0 a 100 km/h 4,6 segundos) y sobre todo un consumo mucho más elevado, que deja la autonomía en unos aún interesantes 400 kilómetros.

La cifra que sí copia del Han es la del precio de partida: 70.800 euros, que es mucho dinero en términos absolutos y al mismo tiempo mucho menos que los 85.300 euros que cuesta un Mercedes-Benz EQC 400 4Matic con 330 kW de potencia, o los 89.760 euros que exige pagar un Audi e-tron 55 quattro, también con 300 kW y tracción total. Además, ninguno de ellos ofrece siete plazas.

El tercer y último BYD que veremos pasar por nuestras calles de aquí a unos pocos meses será el BYD Atto 3, un vehículo bien distinto a los otros dos por ser claramente más pequeño (se encuadra en el segmento C-SUV con sus 4,46 metros de largo por 1,88 m de alto y 1,62 m de alto), por ser el más asequible con diferencia (os lo detallaré más tarde) y por ser el que estrena la más reciente plataforma para eléctricos del fabricante chino (recordemos que BYD inicia su implantación como marca en Europa pero lleva casi dos décadas fabricando automóviles).

Este SUV compacto presenta un exterior plagado de guiños involuntarios hacia detalles vistos en otros modelos populares, y es en su interior donde realmente sí se atreve a ser distinto, intencionadamente alegre aunque tal vez demasiado juvenil -o tal vez no: eso lo decidiré vosotros como aficionados y potenciales clientes-. El habitáculo se deja sentir un tanto sobrediseñado; pero a cambio, exhibe una calidad de materiales no siempre vista entre los SUV a los que hará competencia, en los que resulta tristemente raro encontrar extensas superficies de acabado suave y, sobre todo, el mismo nivel de acabado entre las puertas delanteras y traseras, por poner un ejemplo revelador. Tampoco es normal encontrar en un SUV compacto de marca “no-premium” una pantalla central rotativa con 12,8” de diagonal en el modelo base y de 15,6” como opción.

Las plazas traseras, en las que me he sentado brevemente, me han parecido cómodas, luminosas y relativamente amplias siempre que no pensemos llevar a tres personas adultas. El maletero presume del buen remate ya visto en los otros dos modelos; permite situar el piso a dos alturas y ofrece una correcta capacidad de 440 litros con las cinco plazas ocupadas, y que subirá a 1.138 litros si plegamos los respaldos traseros.

El BYD Atto 3 es el primer modelo de la casa china en hacer uso de su nueva plataforma modular llamada e-Platform 3.0, especialmente eficiente (en comparación con otros BYD) al lograr una mayor integración de los elementos de control y gestión del sistema eléctrico, además de incorporar una bomba de calor que permite lograr una mayor eficiencia energética tanto en el habitáculo como en la propia batería. La del Atto 3 básico se conforma con una capacidad de 50 kWh, mientras que la del resto de versiones dispone de 60 kWh de capacidad que homologa 420 km de autonomía en ciclo combinado WLTP. El cargador monofásico de corriente alterna admite 7 kW de potencia de carga; se ofrece un trifásico de 11 kW y la potencia máxima de recarga en corriente continua llega a 150 kW, con los que basta media hora para recargar del 30% al 80%.

Por su parte, el motor delantero (con tracción delantera) entrega 150 kW / 204 CV de potencia y 310 Nm de par, suficientes para que este SUV de 1.750 kg de peso pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos -la velocidad máxima está fijada en 160 km/h-. Para terminar con el BYD Atto 3, ya os dije que es el más “asequible”: tiene un precio oficial en Europa de 39.990 euros para el modelo de acceso con batería de 50 kWh, que pasa a 43.690 euros con la batería de 60 kWh. En este apartado, su gran problema se llama Kia e-Niro, que con los mismos 150 kW de potencia pero algo mayor capacidad de batería 65 kWh) y maletero (475 litros detrás + 20 litros delante), está a la venta por 41.435 euros.

En cualquier caso, la intención de BYD es posicionar su gama de modelos a medio camino entre la oferta generalista y el segmento premium. Descubriremos con el tiempo hastá qué punto será capaz de cumplir con su objetivo.