Durante décadas, las grandes potencias económicas como Alemania, Japón y Estados Unidos han liderado la industria del automóvil. Sin embargo, el mapa global de este sector ha cambiado drásticamente en los últimos años. Un nuevo grupo de países ha entrado en escena: las economías emergentes, cuyo crecimiento acelerado y estrategias innovadoras están redefiniendo el futuro de la movilidad, transformando el sector del automóvil.

Las economías emergentes son países que, aunque no han alcanzado el nivel de industrialización de las potencias tradicionales, están cerrando la brecha rápidamente.
Destacan por su capacidad de atracción de inversiones, innovación tecnológica y, en muchos casos, por su control de materias primas estratégicas. Entre las economías emergentes más relevantes para el sector encontramos a China, India, Brasil, Sudáfrica y Rusia, sin olvidar el papel creciente de Tailandia o Arabia Saudí.
Cómo las economías emergentes están cambiando la industria
Atracción de inversión extranjera directa
Una de las principales palancas de transformación es la capacidad de estas economías para atraer inversión extranjera directa. China e India, por ejemplo, han creado ecosistemas industriales muy atractivos para los grandes fabricantes, con incentivos fiscales, mano de obra más económica y mercados internos en plena expansión.
En China, Tesla ha establecido una de sus mayores plantas, la Gigafábrica 3 de Shanghái, desde donde no solo abastece al mercado local, sino que también exporta a todo el mundo.
India, por su parte, ha consolidado su posición como plataforma clave para la producción de vehículos asequibles, adaptados a las necesidades y poder adquisitivo de su población.
Liderazgo en electrificación y tecnología
El sector del automóvil está en plena transformación hacia la movilidad eléctrica, y las economías emergentes son protagonistas de este cambio. China lidera el mercado global de vehículos eléctricos, superando a marcas tradicionales y alcanzando una cuota superior al 50%.
Marcas como BYD y NIO han sabido competir tanto en precio como en tecnología, conquistando mercados en Europa y más allá. Además, China no solo fabrica coches eléctricos, sino que ha desplegado una inmensa red de infraestructuras de carga. En 2023, instaló más de 1,2 millones de estaciones de carga rápida, consolidándose como referente mundial en electromovilidad.
Dominio de materias primas estratégicas
Otro pilar clave es el control de las materias primas esenciales para la fabricación de baterías y componentes electrónicos. China controla la mayoría de las tierras raras y es líder en la cadena global de suministro de litio. Por tanto, empresas como CATL, proveedor de Tesla, dependen de esta ventaja estratégica.
En América Latina, Brasil también juega un rol crucial con la producción de biocombustibles a partir de caña de azúcar; una tecnología que, junto a la electrificación, forma parte de la apuesta de los países emergentes por una movilidad más sostenible.
Adaptación a cambios geopolíticos
Las economías emergentes han demostrado una enorme capacidad de adaptación ante los cambios geopolíticos. Tras la salida de marcas europeas de Rusia por las sanciones derivadas de la guerra de Ucrania, China ha ocupado rápidamente ese espacio, utilizando incluso fábricas abandonadas por marcas occidentales.
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En España, Chery se ha aliado con la renacida marca Ebro, recuperando las instalaciones de Nissan en Barcelona para producir nuevos modelos eléctricos, y esta alianza es un ejemplo de cómo las economías emergentes están facilitando la reindustrialización de regiones clave en Europa.
Desafíos a los que se enfrentan las economías emergentes en el sector automotriz
El ascenso de las economías emergentes en el sector del automóvil no está exento de obstáculos. Estos son algunos de los desafíos clave a los que se enfrentan:
Inestabilidad económica y financiera
La inflación, las fluctuaciones en los precios y las crisis financieras pueden afectar directamente a las ventas y a la producción de vehículos. Además, la dependencia de materias primas como el litio o el cobalto hace que estos países sean vulnerables a la volatilidad de los precios internacionales.
Regulación y barreras comerciales
Con su expansión a mercados como Europa y Estados Unidos, las marcas de economías emergentes deben adaptarse a estrictas normativas ambientales, de seguridad y de calidad que no tienen tanto peso en sus países de origen. Además, enfrentan aranceles que encarecen sus productos, reduciendo su ventaja competitiva en términos de precio.
Competencia de las marcas tradicionales
A pesar de sus avances, las marcas emergentes compiten con fabricantes históricos que cuentan con décadas de experiencia, tecnologías consolidadas y, muy importante, la confianza del consumidor. Y es que las marcas tradicionales no se han quedado atrás y han intensificado sus inversiones en electrificación e innovación.
Un futuro en construcción con nuevos protagonistas
Si hay algo claro es que las economías emergentes han dejado de ser meros espectadores para convertirse en protagonistas del futuro de la industria del automóvil. Con su apuesta por la electrificación, el control de recursos clave y su flexibilidad para adaptarse a un entorno geopolítico cambiante, están redefiniendo el panorama internacional.
El automóvil del futuro camina hacia un perfil eléctrico y sostenible y, probablemente, también globalizado, ya que China, India o Brasil están provocando un cambio histórico en el centro de gravedad de la industria. El desafío para todos, desde marcas tradicionales hasta gobiernos y consumidores, será adaptarse a este nuevo tablero global.
Como decía Darwin, "las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino las que mejor se adaptan al cambio". En el sector del automóvil, hoy en día, esta lección está más vigente que nunca.
Por lo que a mi respecta no quiero un coche chino ni regalao .
Pues por esa regla de tres, deshaciéndote de todo lo que tenga algún componente electrónico… “China produce una gran parte, quizás peligrosa, de los productos electrónicos mundiales, exportando el 63 % de los teléfonos inteligentes y el 72 % de las computadoras”. Por otro lado “el 37% de toda la producción mundial de hace en China”. Ahora vas y lo cascas …!!! No se puede hablar (escribir en este caso) tan a la ligera…