Sergio Hijano, con sus 32 años, era motorista, posiblemente como tú. Estaba casado y con dos niñas pequeñas. Una tarde estuvo con amigos consumiendo alcohol y cogió la moto para volver a casa. Desde ese día no ha vuelto a caminar. Nunca pensó que le iba a pasar a él, pero tuvo un accidente totalmente evitable, por una irresponsabilidad de la que se arrepiente cada día.
Hoy, 12 años después de ese siniestro vial, en el que chocó contra la farola número 91 de la Avenida Juan Carlos I en Vélez (Málaga), Sergio continúa su vida con su familia y también imparte charlas de educación vial como colaborador de la Asociación para la Prevención de accidentes de tráfico (Aesleme).
En este enlace te contamos en Motos.net las consecuencias de conducir una moto (o cualquier otro vehículo) tras consumir alcohol. Ahora te traemos esta entrevista, muy personal, de Sergio Hijano, en la que nos cuenta cómo han sido estos años. Debemos tomar nota porque también nos puede pasar a nosotros.
El consumo de alcohol se mantuvo como segundo factor más concurrente en los siniestros mortales de tráfico, según los últimos datos que ha facilitado la DGT referidos al año 2020. El consumo de alcohol y drogas estuvo presente en el 27% de estos accidentes.
Cuándo escuchas ahora estos datos, ¿qué te viene a la cabeza?
Me produce tristeza. Es incomprensible que, con toda la información de la que disponemos ahora y sabiendo cuáles son las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol, aún haya gente que se ponga a conducir tras consumir alcohol.
¿Y cuándo los escuchabas antes de tu accidente?
Pensaba que eso nunca me pasaría a mí, que solo sale en la televisión y que no es para tanto, total, son tres o cuatro copas y lo típico, yo controlo y a mi no me va a pasar. Es totalmente falso, esa falsa seguridad que te proporciona el consumo de alcohol puede hacerte cometer el grave error de coger un vehículo en condiciones no aptas para la conducción.
Tenías 32 años, una edad en la que los jóvenes quieren divertirse, pasarlo bien… Cuando decidiste coger la moto para volver a casa, ¿pensaste en algún momento en las posibles consecuencias de conducir tras haber bebido alcohol?
Jamás, es más, había cogido la motocicleta bajo los efectos del alcohol en otras ocasiones y como nunca me había pasado nada, pues lo conviertes en algo normal. No ves el riesgo y, si nunca te ha pasado nada y nunca te han parado en un control de alcoholemia, lo sigues haciendo pero, tarde o temprano te va a pasar y tienes todas las papeletas para verte involucrado en un siniestro vial.
A los jóvenes se les relaciona con conductas de riesgo porque son menos conscientes de los peligros, se ven más seguros, con más confianza, se quieren comer el mundo… ¿Cómo te sentías en el momento de ponerte a los mandos de tu moto?
La verdad que tranquilo, no era consciente del peligro que corría, repetía una conducta que había realizado otras veces y no tenía por qué ser diferente a las anteriores en las cuales nunca me había ocurrido nada, así que lo hice sin pensarlo, sin saber lo que me esperaba. Pero ese día se sumó la lluvia, suelo deslizante… No recuerdo exactamente qué pasó. Un testigo dice que la moto patinó y salí despedido, supongo que por el alcohol me marearía y daría un golpe de gas y eso hizo que la moto patinase de detrás y me escupiese. Es verdad que había llovido y el asfalto estaba resbaladizo pero no fue el motivo.
¿Cómo crees que el alcohol afectó a tu conducción para terminar en accidente?
Si no hubiese ido bajo los efectos del alcohol, estoy totalmente seguro que nunca nunca hubiese tenido el siniestro.
Un siniestro vial no solo trae consecuencias a quien lo provoca, en muchos casos las víctimas son otros usuarios que compartían la vía contigo en ese momento, aunque no fue tu caso, ¿pensaste en eso?
Aún lo sigo pensando y me digo a mi mismo muchas veces, menos mal que no provocaste daño a ningún otro usuario de la vía, porque si ya de por si un siniestro vial es traumático, provocar además daño a otras personas tiene que ser terrible.
¿Y en cómo iba a afectar a tu familia, a tu trabajo, a tu vida en general?
Terrible, a mi familia le cambió la vida por completo desde el mismo momento que recibieron la llamada aquel 18 de diciembre de 2009. A su llegada al hospital ya le avisaron de la gravedad de mi siniestro, temiendo incluso por mi vida. No quiero ni pensar qué sentían, porque de eso no hemos hablado mucho y ya han pasado 12 años, de aquellos momentos tan duros para ellos, para mi mujer, mis hijas, mis padres, hermanos, suegros… No me perdono ni un segundo todo el dolor que les hice pasar aquellas navidades, incluso en nochebuena y navidad yo estaba ingresado en la UCI sin saber si saldría de allí y si lo hacía en qué condiciones lo haría, además nuestras hijas tenían solo 6 años y 2 años, estuve a punto de dejarlas huérfanas, a mi mujer viuda, en fin, imperdonable. En cuanto al trabajo tuve que dejarlo ya que con la silla de ruedas no podía continuar en el mismo, mi casa tuve que adaptarla instalando ascensor, adaptando el baño, cocina, dormitorio…
Echando la vista atrás, ¿hubiera sido mucho sacrificio para ti no beber ese día o haber cogido un taxi o un medio de transporte alternativo?
Ningún sacrificio, es más, es lo que recomiendo, transporte público y sobre todo una recomendación, preparad la vuelta, antes de salir organizad cómo vais a volver, no lo dejéis al azar, además siempre está el comodín de la llamada, si tienes que coger un vehículo bajo los efectos del alcohol, llama a tus padres, hermanos o a tu pareja para que te recojan, es mejor que reciban tu llamada porque no puedes conducir a que sea la guardia civil o la policía quien llame informando de que has tenido un siniestro vial. En mi caso, mi mujer me llamaba porque tardaba en llegar y el teléfono se lo cogió la policía y le comunicó lo que me había ocurrido, fue terrible para ella.
Tras vivir la experiencia de un siniestro grave y sus consecuencias, ¿qué mensaje le darías a los conductores?
Que no merece la pena, la vida te cambia en un solo segundo por una irresponsabilidad, que piensen no solo en ellos, sino también en sus familiares. Siempre hay alguien en casa que te está esperando y no se merecen que una mala decisión tuya les afecté a ellos también de por vida, es terrible la de miles de familias que están destrozadas por situaciones como la mía. Yo sigo aquí con unas secuelas de por vida como es la lesión medular espinal pero hay tantas familias que no pueden disfrutar de sus seres queridos porque se quedaron en el asfalto y eso lo podemos evitar teniendo una conducción responsable y respetuosa.
Suscríbete a la newsletter
Si quieres estar al día de nuestras noticias, tienes que tener una cuenta en coches.net.
¿Cómo viviste los meses posteriores al accidente?
Es muy complicado, mi siniestro fue muy fuerte, me rompí las dos tibias, los dos peronés, las dos rodillas, los dos fémur, el brazo izquierdo, la muñeca, los dedos, sufrí un neumotórax, además la tibia y el fémur derecho estaban fuera de la pierna, así que imagina… Y, a todo esto, sumamos que sufrí una lesión medular espinal completa irreversible desde el pecho hacia abajo que me hace desplazarme en silla de ruedas.
A nivel psicológico es durísimo, los dos primeros meses, que fueron en el Hospital de Málaga, no era consciente de lo que me esperaba hasta que me trasladaron al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y ahí es donde ya empiezo a ver la realidad, que mi futuro iba a estar ligado a una silla de ruedas. Lloré, lloré mucho, noche tras noche, maldiciendo aquella mala decisión que tomé, pero con la ayuda de muchas personas y especialmente de mi mujer, que no se separó ni un segundo de mí, y la fuerza de mis hijas, salí del hospital de Toledo tras nueve meses de rehabilitación preparado para afrontar el futuro de la mejor manera posible.
En un momento así, posiblemente te cueste mirar hacia delante, ¿qué te motivó a seguir luchando y disfrutando de tu vida?
Mi mujer y mis hijas, fue muy duro para ellas. Los primero meses no pudimos ver a nuestras hijas, mi mujer estuvo en todo momento junto a mí, tanto en Málaga como en Toledo, donde se tuvo que alquilar un piso cerca del hospital, ella fue la que me dio fuerzas y acudía cada día al hospital, nuestras hijas se quedaron en Málaga, a 500 kilómetros, con nuestros padres. Hasta los cuatro meses nuestras hijas no vinieron al hospital, eran muy pequeñas, estaba muy mal y recuerdo que la primera vez que me sentaron en la silla de ruedas fue cuando vinieron, teníamos mucho miedo porque no sabíamos cómo iban a reaccionar, pero cuando me vieron en la silla de ruedas, ni vieron silla ni vieron nada raro, vieron a su padre y a su madre y corrieron a abrazarnos. En ese momento cambié el chip y por ellas tenía que recuperarme todo lo posible para volver a casa y seguir disfrutando de esa vida extra que el destino me ha brindado para seguir junto a mi familia.
Ahora conduces un coche adaptado, ¿te ha afectado el accidente a tu manera de conducir? Miedos, traumas, inseguridad…
Ni mucho menos, es más, estando ingresado en el Hospital de Parapléjicos, me saqué el carnet de conducir que necesitas tras sufrir una paraplejia y pedí permiso un fin de semana para venir a Málaga a recoger un coche que había comprado. Me lo llevé conduciendo para Toledo e ingresé de nuevo en el hospital, pero ya tenía mi coche. Es fundamental, para una persona con movilidad reducida, poder moverse por si solo con su vehículo, para mí sería impensable no conducir. Sí es verdad que ahora conduzco con mucha más responsabilidad y precaución de lo que lo hacía antes.
Ahora estás volcado en la prevención de los siniestros viales, das charlas de educación vial a través de Aesleme, tanto en colegios, institutos, universidades, centros de mayores, centros penitenciarios, centros de inserción y en autoescuelas. Has colaborado además en diferentes campañas con otras asociaciones, así como con Policía local de tu localidad y en controles con la DGT. ¿Observas una mayor concienciación entre los conductores?
No es fácil, mi labor al frente de Aesleme Málaga me ha dado la posibilidad de poder conocer a muchos conductores en autoescuelas que se sorprenden de lo que les podría haber pasado y, en los cursos de sensibilización y reeducación vial, intento mostrarles las consecuencias de los siniestros viales.
Por desgracia no cesan las infracciones y hay un gran número de conductores que pierden puntos o el carnet de conducir. En Autoescuelas, Centros Penitenciarios o Centros de Inserción son conferencias duras, piensa que, aparte de las diapositivas y hablar en general de los siniestros y sus consecuencias, les cuento con pelo y señales mi caso en concreto, les enseño videos y fotos de mis heridas, del hospital, de mi familia, para mi es duro, pero intento hacerles ver que deben cambiar su conducta a la hora de conducir para que nunca les pase lo que me pasó a mí.
En los centros educativos disfruto mucho, me encanta estar con el alumnado, tenemos que poner ahí la semilla. Desde Aesleme es nuestro objetivo que los alumnos, actuales usuarios de la vía y futuros conductores de vehículos (muchos ya utilizan bicicletas, patinetes o ciclomotores) sean capaces de percibir el peligro que puede llegar a ser el no cumplir las normas de tráfico. Los alumnos son muy receptivos y la verdad que no tienen filtro ninguno y te hacen unas preguntas súper interesantes, aprendo mucho con cada conferencia que imparto y es gratificante el grado de aceptación.
Lamentablemente siguen produciéndose lesiones muy graves, cuando no fallecimiento, por conducir tras haber ingerido alcohol. En 2021, los accidentes de tráfico fueron la segunda causa de ingresos por lesión medular en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, produciéndose un aumento de los conductores que iban en moto. De los 39 ingresos por un siniestro vial, 20 se produjeron por accidente de moto por encima de los 16 siniestros ocurridos con automóvil, dos con bici y un atropello. ¿qué le dirías a lesionados que se encuentran en la misma situación en la que estuviste tú?
Pues que mucho ánimo, aunque parezca un tópico, siempre hay una luz al final del túnel, a veces es tan pequeña que no la ves y quieres dejarlo todo, incluso muchos preferirían haber muerto. Yo reconozco que lo pensé, que para vivir así era mejor morir pero qué va, la vida es maravillosa, está llena de obstáculos y éste es uno más que se puede superar. Sé que no es fácil pero peor sería estar en un cementerio y que tu familia te recordase y no te disfrutase, así que mucha fuerza para tirar para adelante.
Para terminar, ¿qué lección te ha dejado tu accidente? Si tuvieras de nuevo 32 años, ¿cómo hubieras actuado después de una noche de fiesta?
No es fácil, pero es que la vida en general no lo es, para mí no lo fue tener un siniestro vial, pero ahora puedo decir, aunque parezca raro, que hoy por hoy soy más feliz que antes del accidente. Valoro muchas cosas que antes no lo hacía, un beso, una caricia, un atardecer, una llamada, cosas simples que te hacen ver lo bonito que es vivir. No hubiese querido tenerlo y si volviese atrás no cogería la moto tras haber consumido alcohol, pero ya no puedo cambiarlo, lo que sí puedo es construir mi futuro, valorar lo que tengo y mirar hacia delante, ser feliz y disfrutar de mi familia porque ellos se merecen todo lo mejor. Podía haber sido mucho peor pero dentro de todo lo malo estoy aquí, vivo, con una energía enorme y con mi mujer y mis hijas, a las que quiero con locura y que son el auténtico motor de mi vida.
Campaña sobre los riesgos del alcohol
El centro CIFAL Málaga y Aesleme, con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, han lanzado en España la campaña ‘The Wrong Side of the Road’ (El Lado Incorrecto de la Carretera), una iniciativa mundial puesta en marcha por UNITAR - Naciones Unidas y DIAGEO para concienciar sobre los riesgos de beber alcohol cuando se va a conducir. Esta acción, que se desarrollará hasta el 30 de mayo, trata de informar a los conductores y usuarios mediante los testimonios reales de personas que han sufrido un siniestro vial. La novedad de esta iniciativa es que el participante podrá elegir entre tres historias, y preguntar al personaje de forma interactiva sobre distintos aspectos de su narración.
Además de ayudar a concienciar y prevenir, si participas y finalizas la encuesta, recibirás un diploma acreditativo, con el estarás colaborando en la donación de 1 euro para Aesleme y en su labor en prevenir siniestros de tráfico. Puedes participar entrando en este enlace de la web Wrong Side of The Road.