La Patronal Catalana de la Automoción (FECAVEM) ha alertado de la ineficacia del llamado impuesto de CO2, que el Gobierno de la Generalitat de Cataluña aprobó en 2021 para gravar a todos los vehículos de los contribuyentes catalanes en función del nivel de CO2 que emiten a la atmósfera.
FECAVEM ha presentado un informe en el que se pone de manifiesto las “graves carencias y agravios que comporta este impuesto que únicamente se recauda en Cataluña”, según señala la patronal. Básicamente, el estudio señala que de los 66 millones de euros que estaban previstos recaudar en 2021 y los 160 millones de euros previstos para el año 2022, en realidad se han recaudado 30,25 millones de euros el primer año y 41 millones de euros el segundo, de un impuesto que afecta actualmente a unos 4 millones y medio de contribuyentes catalanes.
Impuesto CO2= Bajada de matriculaciones
Según FECAVEM, el impacto que generó la aplicación del impuesto “ ya se percibe en el mismo año 2017 cuando se anuncia. Si las matriculaciones catalanas tenían un peso del 15,7% en el conjunto de España en 2014, en 2018 el descenso empieza a ser de dos puntos negativos, hasta el 14%; y después de la pandemia y la aplicación de este impuesto, hoy en día ya nos situamos en el 11,8%. Una pérdida demasiado grande”, señalan. Hay que tener en cuenta que, si bien el impuesto afecta a ciudadanos particulares, también es notable el efecto que ejerce sobre las empresas, que ven como sus flotas de vehículos se gravan con un impuesto anual extra, lo que les supone pagar un importe considerable. Algunas de estas empresas han decidido en los últimos años modificar su dirección fiscal fuera de Cataluña, y por consiguiente, matricular sus nuevos vehículos de flotas en otro domicilio fiscal. Por todo ello, según señala el informe, se ha sacado adelante un presupuesto que no cumple los objetivos de recaudación.La Patronal catalana también pone de manifiesto que “el impuesto de CO2 sólo se cobra en Cataluña con un agravio diferencial respecto al resto de comunidades autónomas españolas. Esto significa que el Gobierno de la Generalitat de Cataluña grava exclusivamente a los catalanes y catalanas, mientras que los vehículos continúan circulando igual, aunque estén domiciliados fuera de Cataluña.”
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Uso del dinero recaudado por el impuesto de CO2
Por otro lado, el Informe también se plantea qué uso se ha hecho de ese dinero recaudatorio, señalando que el 50% se ha destinado a Patrimonio Natural y el otro 50% al Fondo de Cambio Climático, cuando inicialmente se anunció que se destinaría a fomentar las energías renovables y la renovación del parque móvil catalán. FECAVEM también señala que el impuesto ha tenido especialmente un impacto negativo en el sector del renting de vehículos. Actualmente, indican, “en Madrid se matriculan el 94% del total de vehículos de renting, mientras que en Cataluña tan solo un 0,5%. Mientras que en el sector del rentacar, ligado al sector turístico, Madrid tiene el 68,9% del pastel y Cataluña se queda con el 4,2%”.
Dificultad de aplicación del impuesto de CO2
Para acabar, la Patronal Catalana de la Automoción recalca que la aplicación de este impuesto ha desbordado a la Agencia Tributaria de Cataluña, debido a que el origen de los datos para recaudar el impuesto proviene de la Dirección General de Tráfico, y son datos que no tenían prevista esta finalidad recaudatoria. Esta combinación, según FECAVEM, “ha supuesto miles de errores que se han tenido que enmendar, perjudicando a los contribuyentes catalanes con vehículos dados de baja o cambiados de titular”. FECAVEM pide “la revisión del impuesto de CO2 o su supresión inmediata porque, en lugar de encontrar algún beneficio, lo que constatamos son agravios comparativos, económicos, sociales e, incluso, ecológicos para Cataluña y su ciudadanía”, concluyen.
