“Somos la primera generación de personas que somos conscientes del daño que estamos haciendo al planeta, porque las generaciones anteriores lo han hecho desde la ignorancia. Ahora tenemos un gran reto para buscar soluciones. Estamos a tiempo de cambiar y la industria tiene que liderar este cambio”. Así de claro se mostró el divulgador científico Javier Santaolalla durante la mesa redonda impulsada por Bosch sobre 'Neutralidad tecnológica para una movilidad sostenible, la realidad de las diferentes tecnologías de propulsión'.
Sin duda, vivimos una época de grandes cambios en la movilidad, y no solo los que está provocando la pandemia de la Covid. El origen de esta revolución en el sector del motor está en los objetivos establecidos por la Comisión Europea de descarbonizar el parque automovilístico de cara a 2050. Estamos dañando la capa de ozono con los gases de efecto invernadero y esto tiene graves consecuencias para el planeta.
La demanda del transporte individual, en aumento
Estos días también ha empezado el debate sobre la futura normativa Euro 7 para 2025 que pretende reducir las emisiones en un 50% con respecto a las de 2021, un porcentaje que ahora está fijado en el 37,5%. Un objetivo muy ambicioso teniendo en cuenta que se calcula que la demanda de transporte individual se multiplique por dos veces y medio y la del transporte de mercancías por tres para 2050.
Cinco expertos en automóvil y ciencia han intentado arrojar algo de luz sobre las soluciones que harán posible esta descarbonización, es decir, conseguir una movilidad neutra en emisiones de CO2.
Los eFuels, alternativa para los motores de combustión
Ricardo Olalla, Vicepresidente de Ventas Mobility Solutions de Bosch para España y Portugal, traduce ese aumento previsto de la movilidad en un incremento del consumo de energía. “Las soluciones para llegar a 2050 con cero emisiones son muchas, lo importante es reducir estas emisiones día a día trabajando en todas las tecnologías que tenemos”, dice. También pone sobre la mesa otra realidad y es que desde Bosch estiman que entre el 50% y el 67% de todos los nuevos vehículos que se venderán en 2030 seguirán teniendo un motor de combustión, con o sin hibridación “el motor de combustión interna sigue siendo protagonista y, por este motivo, seguimos invirtiendo para reducir sus emisiones, que ciframos en hasta un 15% adicionales. Todavía hay potencial de mejora en estos motores”.
En este sentido, una de las soluciones que propone Bosch es el uso de combustibles sintéticos, eFuels, como una alternativa que puede permitir que estos vehículos sean neutros en emisiones de carbono. Estos combustibles se obtienen a través del hidrógeno renovable y el CO2 de la atmósfera. Los eFuels cobran gran importancia al analizar que, actualmente, hay en uso más de 1.300 millones de vehículos con motores de combustión en todo el mundo, una cifra que muestra que la sustitución de toda la flota mundial por otro tipo de propulsión llevará décadas.
En ese objetivo de incorporar los combustibles sintéticos o eFuels cuanto antes trabaja Repsol, una empresa petrolífera que también se ha metido en el mundo de la electrificación y del hidrógeno. Javier Aríztegui, Gerente Sr. Diseño de Productos & Sistemas Energéticos de Repsol Technology Lab, asegura que “lo interesante es que las tecnologías puedan dar solución a cuantos más segmentos mejor, porque debemos pensar que la movilidad no son solos los coches”. Según datos del Ministerio de Transición Ecológica, dentro del sector transporte, el 45% de las emisiones de CO2 que se generan en España proceden de los coches y furgonetas, mientras que el 55% lo generan camiones, aviones y barcos, estos últimos mucho más difíciles de electrificar porque necesitan una gran cantidad de energía para cubrir desplazamientos largos. “Se pueden utilizar todas las tecnologías que tenemos adaptándolas a cada segmento y necesidad”, afirma.
La importancia del hidrógeno en la descarbonización
El sector de los fabricantes de automóviles trabaja contrarreloj en esta apuesta por la electrificación y porque está obligado a cumplir una exigente normativa de emisiones. Hyundai es uno de los fabricantes más avanzados con cinco tecnologías de electrificación en su gama: mild hybrid (48 voltios), híbrida, híbrida enchufable, eléctrica y la pila de combustible o hidrógeno. “Contemplamos todas las tecnologías porque hay gran variedad de clientes y son compatibles, no excluyentes”, explica Javier Arboleda, Service Senior Manager de Hyundai. Pero sin duda, si por algo destaca Hyundai es por su apuesta por la pila de combustible (el primer vehículo de hidrógeno en matricularse en España fue el Hyundai Nexo en 2019).
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“En cuanto a eléctricos puros, añadimos a las baterías nuestra pila de hidrógeno. Será la mejor opción para una parte significativa de clientes en cuanto esté disponible una red inicial de hidrogeneras, por sus imbatibles tiempos de carga y gran autonomía. El hidrógeno va mucho más allá de la automoción, es una gran oportunidad para España y nos permitirá incluso exportar energía renovable”, afirma Javier Arboleda. Según previsiones de Bosch se espera que en el año 2030, hasta el 20% de todos los vehículos eléctricos nuevos dispondrán de pila de combustible, sobre todo, en lo referente a grandes camiones pesados dedicados al transporte de mercancías de larga distancia.
Los vehículos propulsados por hidrógeno son más eficientes a nivel energético que los eléctricos, permiten un tiempo de recarga completa en tan solo cinco minutos, mayor autonomía y es una tecnología que implica menor volumen y peso. En este camino hacia la tecnología de hidrógeno, hay que aplaudir la aprobación de la 'Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable' por el Gobierno el pasado mes de octubre. Aquí se establece que el hidrógeno verde será clave para que España alcance la neutralidad climática y un sistema eléctrico 100% renovable no más tarde de 2050. La Unión Europea también impulsa el hidrógeno como alternativa limpia.
Cero emisiones en todo el ciclo de vida
La descarbonización se conseguirá cuando las emisiones sean cero en todo el ciclo de vida de un vehículo, incluyendo la extracción de la materia prima y el reciclado final del producto. Cuanto más verdes sean las fuentes de energía utilizadas, más protegeremos al planeta. La realidad es que en la producción de coches eléctricos se generan más emisiones, debido a la fabricación de las baterías, que en un vehículo de combustión. Ese extra de CO2 que se emite se puede mitigar con el reciclaje de baterías, que es a lo que se dedica la empresa de Jon Asín, CEO de BeePlanet Factory. “Va a aumentar la demanda de baterías de ion litio y esto supone un estrés en la extracción de manganeso, litio, cobre, cobalto… por lo que el reciclaje va a ser fundamental para asegurar el suministro”, explica Jon Asín quien asegura que en la actualidad sólo el 50% de las baterías producidas no llega a los sistemas de reciclado final.
Como bien nos ha recordado el científico divulgador Javier Santaolalla, el carbono es un elemento químico clave para la vida pero en una cantidad equilibrada, el problema es que ahora la concentración de CO2 (mutación basada en el carbono) es muy elevada y está provocando un rápido y alarmante aumento de la temperatura del planeta. “El ser humano está deshaciendo todo el trabajo que el planeta hizo durante miles y miles de año. Se han transformado las condiciones del planeta y las reglas del juego y esto lo descubrió el químico sueco, Swante Arthenius (1859-1927) hace un siglo”, nos cuenta Javier Santaolalla.
Santaolalla también asegura que existe un gran potencial en el enfoque de la neutralidad tecnológica pero, al mismo tiempo, un desconocimiento por parte de la sociedad en general. Por eso pide que los divulgadores expliquemos las cosas con claridad, transmitiendo la situación real del mercado automovilístico, las tecnologías que hay. “Estamos a tiempo para descarbonizar el planeta y conseguir un mundo sostenible”, concluye.