Espíritu de competición
El Fiat Abarth 695 se presentó por primera vez en el Salón de Ginebra de 1964. Por aquellos tiempos el modelo equipaba un motor de 699,5 cc de cilindrada y ofrecía unos interesantes 30 CV para que pudiese alcanzar los 130 km/h. 50 años más tarde la marca vuelve a presentar en el Salón de Ginebra otro Abarth 695, pero no un 695 cualquiera, no… se trata del Abarth de calle más potente jamás construido.
Bajo el capó monta el conocido motor 1.4-T potenciado hasta los 190 CV que combinado con un peso de tan sólo 997 kg es capaz de acelerar de 0 a 100 km en 5,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de 230 km/h.
Es la primera vez que a un coche de calle actual de este segmento se le monta un cambio de acoplamientos frontales con diferencial autoblocante de discos y embrague derivado de las carreras. Con esta configuración el “piloto” más experto podrá subir marchas sin la necesidad de usar el embrague al aumentar la velocidad. La palanca del cambio es una torreta de aluminio con la selección de las marchas en “H”.
Este modelo habla el lenguaje de las carreras se mire por donde se mire. En realidad, el 695 biposto es la reinterpretación del Abarth 695 Assetto Corse que se utiliza en los circuitos de toda Europa.
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El intercooler situado en posición frontal, el sistema de escape de doble etapa con terminales de titanio de la marca Akrapovic, que mejora las prestaciones y enriquece al conjunto con un sonido potente e inconfundible, son sólo algunos de los elementos que muestran las grandes capacidades del pequeño modelo. Unas prestaciones que se complementan con varias mejoras en el apartado de la seguridad con: ABS, ESP y TTC, sistema de frenado Brembo con discos delanteros flotantes, ventilados y perforados de 305 mm y pinzas de una sola pieza de cuatro pistones, amortiguadores con regulación hidráulica en altura de la marca Extreme Shox, asientos deportivos Abarth Corsa by Sabelt con cinturón de cuatro puntos y barras antivuelco traseras.
No se trata de una edición limitada pero como veis sí que se podría catalogar como una serie extremadamente especial. Por cierto, para conseguir esos 997 kg de peso se ha renunciado a los asientos traseros, a los faros de xenón, a los faros antiniebla, al climatizador, a las ventanillas eléctricas y a la radio. Hablando de ventanillas… se han instalado lunas delanteras fijas con paneles corredizos de policarbonato.
Para los auténticos fanáticos de la competición estará disponible el registrador de datos MLX de AIM Sport.
Como orgulloso propietario de un Abarth 595 Competizione, he de decir que no hay otro igual. Menuda máquina. No lo compré muy convencido y ahora estoy enamorado de él. Para mi, el mejor de su segmento. Una pasada darles leña a los niñatos de los Clio Sport, no te ven el pelo... Un saludo.