Si tenéis la suerte de poder disfrutar de un compacto como el Audi A3 y además no os veis condicionados por la necesidad de llevar niños o transportar grandes bultos, optar por la carrocería descapotable es ideal. El Audi A3 Cabrio ofrece todas las características dinámicas, de equipamiento y acabados del Audi A3 de tres, cuatro o cinco puertas, pero además con una estética más atractiva y elegante, con el toque de clasicismo que siempre da una capota de lona.
El A3 Cabrio es 18 centímetros más grande que un Audi A3 3P y 11 centímetros más que un Audi A3 Sportback. Mide 4,42 metros de longitud, algo a tener en cuenta si vamos a utilizar mucho el coche en ciudad. Sus dimensiones no son tan compactas como parece, ya que mide casi lo mismo que la carrocería sedán de 4 puertas del A3.
Es así de largo porque necesita destinar un espacio donde recoger la capota, en el maletero, y esto obliga a disponer de un voladizo trasero mayor. A pesar de su mayor longitud, su configuración cabrio hace que el espacio interior para pasajeros y maletero sea bastante limitado. Es apto para 4 personas, no cinco.
Estos inconvenientes intrínsecos a un descapotable quedan compensados con una imagen más fresca, atractiva, desenfadada y sobretodo elegante. Es un A3 que “viste” muy bien, especialmente si abrimos la capota, una operación que podemos hacer en marcha, mediante un sistema electrohidráulico, hasta una velocidad máxima de 50 km/h.
Esta capota se presenta en dos formatos: standard o con una capa de aislamiento acústico que minimiza el ruido. Es recomendable esta última opción si queremos un A3 Cabrio que tenga casi el nivel de insorización de un A3 berlina. Ciertamente, con la capota cerrada este coche no parece un descapotable.
Confort máximo
En los más de 1.000 kilómetros que tuve oportunidad de hacer con él me quedó muy claro que pocas diferencias existen entre desplazarse con una versión cerrada del A3 y con ésta descapotable.
El nivel de confort es muy alto, el aislamiento térmico y acústico es muy efectivo, y la conducción apenas se resiente. Digo apenas, porque sí que es cierto que la diferente estructura del A3 Cabrio en comparación con su hermano de carrocería cerrada hace que tenga menor rigidez torsional, y no impide totalmente que se perciban algunas vibraciones al volante y los retrovisores cuando se circula por carreteras con el asfalto en mal estado. Aunque en el caso del A3 Cabrio, este efecto es mínimo. Audi ha logrado una carrocería con la suficiente rigidez como para que no tengas presente en ningún momento que conduces un A3 con capota.
Por este motivo, todo lo comentado en su momento respecto al Audi A3 es válido para este A3 Cabrio. Y por otro lado, el análisis que os hice hace dos años y medio sobre una versión de este mismo coche con motor diésel es perfectamente trasladable al actual, ya que desde entonces no ha habido grandes cambios en este modelo.
Potente gasolina
Ahora os presentamos la prueba de un A3 Cabrio con motor de gasolina, el más potente: un 2.0 TFSI de 190 CV. Es un cuatro cilindros en línea con tecnología muy avanzada, que optimiza al máximo la combustión para ofrecer la mejor respuesta y el menor consumo. Los ingenieros alemanes han diseñado un sistema de admisión en el que básicamente las válvulas se cierran mucho antes de lo habitual, de forma que se aumenta la presión en el colector de admisión y se reducen las pérdidas en régimen de carga parcial. Esto ha obligado a adaptar la cámara de combustión, el pistón y los conductos de admisión a este particular sistema, que resulta más eficiente, al ofrecer una excelente respuesta con menor consumo de combustible.
El A3 Cabrio gasta oficialmente 6,3 l/100 km. Un A3 con el mismo motor y carrocería de tres puertas tiene un consumo medio oficial de 5,7 l/100km, para que os hagáis una idea. Sin duda, el mayor peso de su estructura en comparación con la de la versión berlina le hace gastar un poco más. Pero es una cifra excelente para tratarse de un coche de gasolina con casi 200 CV. Debo puntualizaros que la realidad es un poco diferente, y en nuestra prueba gastó una media de 7,6 l/100 km., acercándose a los 10 l. en ciudad.
La combinación de este motor de gasolina con el cambio automático STronic de 7 velocidades, de tipo doble embrague, es sobresaliente. La propia suavidad y entrega de par a bajas vueltas de este motor (sus 320 Nm aparecen a sólo 1.500 r.p.m. y se mantienen hasta las 4.200 r.p.m) y la eficacia y suavidad del cambio resultan casi adictivos. Pocos motores de gasolina ruedan tan finos como este TFSI de dos litros, que tiene en su elasticidad y suavidad de funcionamiento sus puntos fuertes. Parece un motor de seis cilindros, no de cuatro.
El Audi A3 Cabrio puede ofrecer una apariencia muy deportiva si se escoge la versión SLine Edition, como la que veis en las imágenes. Monta el paquete SLine exterior, compuesto por paragolpes y taloneras con diseño deportivo, entradas de aire en color negro y con estructura de panal de abeja, difusor trasero, alerón en el portón, salidas de escape cromadas y emblema SLine en las aletas. Y todavía mejora más su imagen con el bonito juego de llantas de 19 pulgadas que montaba nuestra unidad de pruebas, acompañadas de unos neumáticos Pirelli PZero con perfil 35.
El equipamiento de esta versión tope de gama también incluye volante deportivo en cuero (achatado en opción), asientos deportivos, tapicería de tela (aunque nuestra unidad montaba tapicería de cuero gris opcional), paquete de iluminación interior o la radio MMi con 8 altavoces (en las imágenes veis la opción MMi Navegación Plus con MMi Touch, 2.385 €).
Cuadro digital
Uno de los equipamientos más atractivos es el Audi Virtual Cockpit, una pantalla TFT de 12,3 pulgadas que muestra todo el cuadro de instrumentos de forma digital y además permite visualizar a tamaño completo la imagen del navegador, incluso en Google Earth si disponemos de conexión a internet.
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Este cuadro de instrumentos puede visualizarse de dos formas diferentes, pulsando la tecla View: una clásica, en la que los indicadores del cuadro muestran los relojes como si fueran analógicos (aunque son digitales) y en gran tamaño, y otra denominada infotainment, en la que se da prioridad a la imagen del mapa del navegador o al listado de emisoras de radio, por ejemplo.
El Audi Virtual Cockpit es lo más avanzado hasta el momento en cuadro de instrumentos digitales, y vale la pena. El inconveniente es el precio. Es una opción que sólo vale 380 euros, pero obliga a montar el MMI Navigation Plus, por lo que el sistema en conjunto te acaba saliendo por más de 2.000 euros.
Los viajes a bordo de este Audi cabrio se hacen muy agradables gracias a la suavidad de funcionamiento de todo, el tacto de los mandos con mención especial a la forma y agarre del volante (en nuestra unidad era el deportivo de 3 radios multifuncional achatado en su parte inferior), el buen espacio en las plazas delanteras (no así en las traseras, que son para uso en cortos desplazamientos) y la calidad de rodadura, gracias a la eficacia de las suspensiones a la hora de absorber las irregularidades del asfalto.
Carácter
Con el Drive Select o sistema de conducción dinámica, podemos modificar el comportamiento de estas suspensiones y tornarlas más rígidas, para una mayor sujeción de la carrocería en conducción deportiva.
Con el programa Dynamic, el programa modifica la respuesta del motor, el tacto de dirección y la velocidad del cambio para adecuarse a una conducción más “viva”. Y lo cierto es que con el calzado que montaba la unidad que veis en las fotos y la acción de sistemas como el control de estabilidad (que distribuye el par de forma efectiva entre las ruedas y frena las dos ruedas interiores para ayudar a la entrada del coche en la curva), el coche vira guiado por raíles. Transmite una sensación de gran seguridad.
Debo añadir que el equipamiento SLine incluye una suspensión deportiva que rebaja la altura de la carrocería 25 mm. y, por lo tanto, baja también el centro de gravedad. Esto repercute positivamente en el comportamiento en carretera, y también le da más empaque al coche.
Este Audi A3 Cabrio tiene con todo ello un carácter muy deportivo, que no esconde en absoluto. Su comportamiento en curva es impecable, aunque no evita que a fuerte ritmo en una carretera de montaña se perciban algunos pequeños crujidos provenientes de la carrocería. La rigidez no es absoluta.
Buen rutero
En autopista, con el control de crucero adaptativo conectado, sorprende la calidad de rodadura y el confort que es capaz de proporcionar. Es un cabrio preparado para largos viajes en compañía, la fatiga al volante llega tarde. Está bien insonorizado, la suspensiones en modo confort hacen honor a esta denominación y tiene suficiente autonomía para repostar muy de vez en cuando.
Si dedicimos viajar descapotado y a alta velocidad, es muy recomendable optar por instalar el deflector de aire, de fácil instalación y que podemos guardar en el maletero cuando no lo necesitamos.
En este maletero caben un par de bultos grandes y poco más. Lo justo para ir de viaje acompañado con tu pareja o uno de tus amigos. Aunque es un cabrio apto para cuatro personas, en realidad es un 2+2. las plazas traseras tienen poco espacio, y sólo son aptas para utilizarse en desplazamientos cortos.
En definitiva, el Audi A3 Cabrio es una excelente alternativa para los que busquéis un A3 con una estética más llamativa y emotiva, sin perder las excelentes aptitudes dinámicas del compacto alemán. Eso sí, a cambio de sacrificar habitabilidad interior y de un precio algo superior: 46.130 € de partida, que en la unidad que he probado pasaron a ser 56.625€ con todas las opciones, que no eran pocas.
Y si la configuración particular de un descapotable ya limita su difusión entre el gran público, el precio también marca una nueva frontera para muchas personas. Es lo que lo convierte en un vehículo un tanto exclusivo.
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