Mucho más que un restyling
Nos desplazamos hasta Barcelona para probar el nuevo CR-V de Honda, un modelo que recibe una importante puesta al día con respecto al que estaba a la venta desde 2012. La firma japonesa escogió la ciudad condal para desvelar a la prensa internacional su renovado SUV.
La primera generación del CR-V llegó al mercado en 1997 y las siguientes evoluciones llegaron en 2002, 2007 y 2012. En estos 18 años Honda ha comercializado en todo el mundo nada menos que 7,2 millones de unidades, convirtiéndolo así en uno de los modelos globales con mayor proyección internacional de la marca nipona.
A nivel estético cuenta con numerosos cambios tanto en el exterior como en el interior, no obstante, es bajo el capó delantero donde encontramos las novedades más importantes. Destacan sobremanera el sensacional motor 1.6 i-DTEC de 160 CV y la caja de cambios automática de 9 relaciones.
Nuevas ópticas con luces diurnas de LED, parachoques más anchos, antinieblas rectangulares y una calandra todavía más estilizada en el frontal se encargan de dotar al CR-V de una estética todavía más futurista. En la parte posterior los pilotos también cuentan con ópticas LED y del mismo modo que el parachoques delantero, el trasero también es más ancho que antes.
El nuevo CR-V con el motor 1.6 i-DTEC de 160 CV estará a la venta en España a partir de abril de 2015. Aquellos que quieran optar a la caja automática con convertidor de par de 9 relaciones deberán esperar un poquito más, hasta junio de 2015.
Aunque nuestra toma de contacto fue breve pero sirivió para comprobar la practicidad y el confort de marcha de este atractivo SUV. En ningún momento salimos del asfalto dado que en el recorrido no estaba previsto. Esperamos poder probarlo a fondo en breve para ampliar nuestra experiencia al volante del CR-V.
Todavía más futurista
En el interior encontramos una nueva inserción metálica en la parte central del salpicadero que lo recorre de puerta a puerta a media altura. La nueva pantalla táctil de 7" con sistema Android es otra de las novedades del habitáculo.
Mediante el sistema Honda Connect podemos usar esta pantalla táctil del salpicadero para el navegador, teléfono, información del vehículo, audio, configuración e incluso para gestionar aplicaciones. Honda ha centrado gran parte de sus esfuerzos en la conectividad, uno de los elementos que a día de hoy valoran gran parte de los usuarios.
La función MirrorLink permite trasladar el contenido que tengamos en la pantalla de nuestro smartphone a la del salpicadero. De hecho también podemos contar con Internet usando el móvil como HotSpot. Por el momento esta tecnología está limitada a dispositivos con sistema operativo Android, los usuarios de iOs (iPhone) no podrán disfrutar de la funcionalidad MirrorLink.
A través del Honda App Centre los conductores del CR-V podrán descargarse aplicaciones para llevar todavía más allá la experiencia de la conectividad. La app Aha permite disfrutar de radio por Internet, podcast, información de tráfico, notícias, escuchar audio libros o incluso personalizar las listas de reproducción música.
El software del navegador escogido por Honda es Garmin, un extra no disponible en el modelo base (Comfort) y que cuesta 600 euros en los dos niveles de acabado intermedios (Elegance y Lifestyle). Este navegador pasa a ser de serie en el acabado más lujoso de la gama, el Executive. Una de las grandes ventajas de este sistema es que Honda da actualizaciones gratuitas de la cartografía durante 5 años.
En lo que a espacio a bordo se refiere, el CR-V sigue destacando por la elevada altura libre que hay para la cabeza de los ocupantes. A diferencia que la mayoría de SUV, en este Honda la posición de conducción es más baja de lo habitual.
La segunda fila cuenta con una banqueta dividida en dos mitades asimétricas que ofrece un buen nivel de confort para tres ocupantes. El espacio para las piernas es destacable, al igual que la altura libre al techo.
Tirando de unas palancas desde el maletero podemos abatir en un solo gesto la segunda fila, tanto la base como el respaldo se pliegan de forma automática en un abrir y cerrar de ojos. Con ello podemos ampliar el volumen de carga de 589 a 1.669 litros logrando una superficie de carga completamente plana. En función de la configuración que escojamos podemos cargar hasta 2 mountain-bikes o 4 bolsas de golf.
Más seguridad de serie
En todos los niveles de equipamiento el CR-V ofrece de serie el sistema de frenado en ciudad, capaz de detener el vehículo por si mismo en caso que el conductor no actúe sobre el pedal del freno en una situación de colisión inminente.
En opción se ofrece el Honda Sensing, un elemento de seguridad de última generación que sólo es de serie en una única versión de toda la gama CR-V, en el gasolina con acabado Executive. Estamos hablando de un control de crucero adaptativo inteligente.
El Honda Sensing combina los datos recogidos por la cámara de vídeo del parabrisas con los del radar del parachoques. Toda esta información es procesada por un sistema informático programado con un algoritmo específico que se encarga de evaluar de forma constante la situación y llegar a hacer predicciones de lo que puede pasar delante de nuestro vehículo.
Así pues circulando por el carril central de una autopista si el sistema cree que un vehículo del carril derecho se va a incorporar delante nuestro, reducirá la marcha para evitar riesgos para luego volver a retomar la velocidad a la que estaba programado el control de crucero.
A nivel de chasis Honda ha introducido gran número de cambios para optimizar al máximo la experiencia de conducción del CR-V. En primer lugar se ha aumentado la anchura de vías en 15 mm en ambos ejes así como se ha introducido 0,5º de caída en las ruedas.
Los muelles que equipa en ambos ejes han sido recalibrados para mejorar el confort a bordo así como para reducir la tendencia al subviraje del modelo anterior. Del mismo modo ahora se siente más ágil gracias a una dirección un 8% más directa.
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Para aumentar todavía más la comodidad de los ocupantes los técnicos de Honda han trabajado intensamente en el apartado conocido como NVH (Noise, Vibration and Harshness) o lo que es lo mismo en ruido, vibración y dureza.
Nuevos elementos para mejorar el sellado de las puertas, espuma foam en el interior de los pilares del techo, capó motor, bajo la moqueta del suelo y en el salpicadero se encargan de aumentar el nivel de aislamiento del habitáculo. Podemos dar fe de ello, el CR-V es un vehículo extremadamente silencioso.
En el breve recorrido que pudimos llevar a cabo en los alrededores de Barcelona tuvimos la ocasión de comprobar que todos estos cambios se notan y mucho. Ahora la carrocería inclina algo menos que antes pero a la vez la suspensión es más cómoda. Asimismo a la hora de inscribir el tren delantero en un viraje ofrece un tacto algo más neutro y no tan subvirador como el modelo 2012.
La ventaja de la tracción total es poder disfrutar de una conducción 100% segura sean cuales sean las condiciones climatológicas. El día en el que lo probamos cayó una intensa nevada prácticamente en todo el país y Cataluña no fue una excepción. En las carreteras próximas a la ciudad condal tuvimos la oportunidad de disfrutar de una gran capacidad de tracción y sobretodo de una gran sensación de seguridad al volante.
Gran apuesta por el 1.6 i-DTEC
La gama CR-V 2015 está disponible con tres mecánicas, dos motores diésel 1.6 i-DTEC (120 y 160 CV) y un gasolina 2.0 i-VTEC de 155 CV. Dado que el gran grueso de las ventas se concentrará en los motores de gasóleo, Honda España ofrecerá el gasolina sólo como opción bajo pedido.
El 1.6 i-DTEC de 120 CV está asociado a un sistema de tracción delantera, el único de la gama que no es 4X4. Así pues, tanto el diésel más potente como el gasolina sólo están disponibles con tracción integral.
En la presentación internacional a la que asistí sólo había unidades de pruebas equipadas con el nuevo motor, el 1.6 i-DTEC de 160 CV. Además, tuvimos la ocasión de conducirlo tanto con la caja manual de 6 relaciones como la automática de 9 velocidades. Si quieres conocer mejor los otros dos motores del CR-V aquí puedes ver una prueba del 1.6 i-DTEC y aquí del 2.0 i-VTEC.
El motor 1.6 i-DTEC está sobrealimentado por dos turbocompresores, uno de baja presión para la zona baja del cuenta-revoluciones y otro de alta presión para la parte superior del régimen. En la zona media ambos turbos funcionan al unísono para aumentar la respuesta en este punto.
Este motor ofrece mejores prestaciones que el propulsor 2.2 i-DTEC de 150 CV con una cilindrada 600 c.c. inferior. Estamos hablando de un par motor de 350 Nm a 2.000 rpm y una potencia máxima de 160 CV a 4.000 rpm. Ahora es 1 décima más rápido en el 0 a 100 km/h con un registro de 9,6 segundos y alcanza una punta de 202 km/h, 12 km/h más que el anterior 2.2.
En la hora que lo pude conducir comprobé que este propulsor no tiene nada que envidiar al 2.2 i-DTEC al que sustituye. La respuesta en la parte baja del cuenta-vueltas es excelente y más arriba sigue empujando con contundencia. Este es uno de esos motores que siempre cuentan con grandes reservas de par.
Tanto los consumos homologados como las emisiones de CO2 han bajado ostensiblemente con respecto al motor de mayor cilindrada. Con el cambio manual emite 129 gramos y necesita 4,9 l/100 de gasóleo, por el contrario con la caja automática hablamos de 134 gramos y 5,1 l/100 km.
Merece especial mención la caja de 9 relaciones que ZF fabrica para Honda. Se trata de un salto hacia delante importante con respecto a la automática de 5 relaciones que antes montaba el motor diésel. De hecho, la opción automática para el gasolina actual sigue contando con esa caja de 5 velocidades.
Este cambio es más compacto y ligero que el de 5, concretamente 35 kilos menos pesado. Si a ello unimos los 30 kilos menos del 1.6 i-DTEC con respecto al 2.2 i-DTEC podemos ver el tren delantero ha sido liberado de 65 kilos.
Con la caja automática de 9 velocidades en la posición D apenas se notan los cambios de marchas. Sin embargo, siempre podemos decantarno por la posición S con la que sube de velocidad más tarde responde de forma más rápida. Existe otra posibilidad que permite cambiar de forma manual mediante las levas de detrás del volante.
En resumidas cuentas
La gama CR-V está compuesta por cuatro niveles de equipamiento: Comfort, Elegance, Lifestyle y Executive. Con la motorización diésel el sistema Honda Connect es de serie a partir del acabado Elegance y el navegador sólo con el Executive. La versión gasolina con acabado Executive equipa todo de serie.
La horquilla de precios del nuevo CR-V va desde los 27.500 euros del 1.6 i-DTEC de 120 CV en acabado Comfort hasta los 40.100 euros del 2.0 i-VTEC de 155 CV en acabado Executive. La versión base aunque con una potencia inferior lo posiciona con un precio muy competitivo frente a Audi Q3, Jeep Cherokee o Land Rover Range Rover Evoque.
El 1.6 i-DTEC de 120 CV está exempto del impuesto de matriculación dado que emite sólo 115 gramos de CO2. No obstante, la versión de 160 CV se queda sólo en el tramo impositivo del 4,75%.
Un SUV muy cómodo tanto en ciudad como en vía rápida, con un habitáculo y un maletero amplios y un motor diésel sensacional. Los 34.300 euros que cuesta la versión 1.6 i-DTEC 160 CV y con tracción integral no están nada mal por lo que recibimos a cambio. Si quieres optar a la caja automática con convertidor de par de 9 relaciones deberás desembolsar 2.200 euros más. El Grupo Volkswagen suele facturar lo mismo por su caja DSG de doble embrague (S-Tronic en Audi).
va de maravilla ni punto de comparación con el nissan qashai, hyundai tucson o ford kuga, superior en calidad, prestaciones y seguridad pasiva y activa, he conducido desde madrid hasta málaga y no ha llegado a gastar medio tanque, es super ahorrador y a velocidades de 120 o 125km/h.