Jaguar F-Type S V8 5.0 Supercharged
PRUEBAS

Jaguar F-Type S V8 5.0 Supercharged

Joan Dalmau

Joan Dalmau

19 opiniones

Uno de los descapotables del momento

Este V8 es todo fuerza bruta. El motor es impresionante pero entre la caja y el chasis consiguen domarlo.
Este V8 es todo fuerza bruta. El motor es impresionante pero entre la caja y el chasis consiguen domarlo.

Cuando Jaguar lanzó el F-Type todos nos dimos cuenta que apuntaba con su coche directamente a la línea de flotación del Porsche 911. La versión descapotable S con el motor de tres litros y 380 CV que probamos en esta videoprueba nos confirmó esa idea inicial de la marca y el lanzamiento de la variante con carrocería coupé (aquí tenéis nuestra toma de concato con la misma) corroboró más si cabe esa primera impresión habida cuenta de la deportividad a ultranza de esa versión cerrada biplaza.

Es obvio que existen muchas diferencias entre un F-Type y un 911 Cabrio empezando, claro está, por la implantación mecánica, con un clásico motor delantero en el Jaguar y el peculiar sistema "fueraborda" con el motor trasero del Porsche. El inglés recurre además a motores a compresor con estructura en V mientras que el Porsche monta propulsores bóxer atmosféricos (salvo la versión 911 Turbo Cabrio, lógicamente) y, finalmente, existe una diferencia estética notable.

Ambos rinden homenaje a sus predecesores; el 911 porque conserva fielmente la línea original con que nació hace ya más de medio siglo y el F-Type porque busca seguir la estela estética del que fuera uno de los mejores deportivos de su tiempo, el mítico E-Type con el que lo comparamos en la videoprueba de la versión 3.0 V6S.

La estética es magnífica. Recuerda al E-Type pero también al BMW Z8.
La estética es magnífica. Recuerda al E-Type pero también al BMW Z8.

Además de las citadas, hay otras dos diferencias entre ambos coches. La primera es el precio. A igualdad de potencia, el Porsche es siempre más caro, apreciablemente más. La segunda es la calidad general y ahí también es superior el Porsche. El 911 tiene un tacto ligeramente superior al del Jaguar y su calidad de fabricación y los materiales usados son mejores. Eso no significa, sin embargo, que el Jaguar no sea un coche de altísima calidad, que lo es o que no ofrezca unas prestaciones y un comportamiento en carretera de primer nivel, que lo hace.

Me he referido a todo ello porque, de no existir el 911, el Jaguar estaría en tierra de nadie en el mercado. No es un Mercedes SL (es mucho más deportivo que aquel y, a igualdad de potencia, claramente más barato), no es un Ferrari California o un Maserati GranCabrio (es mucho más barato que ambos) y está claramente por encima de un Nissan 370Z Roadster, un Porsche Boxster, un Mercedes SLK o un BMW Z4. Así que el que se plantee comprar un descapotable de dos plazas de unos 400 CV y un comportamiento deportivo, dudará entre el Jaguar y el Porsche.

Una vez probada la versión 3.0S con motor V6 de 380 CV, la sensación es que ese era el rival directo del 911 Cabrio, tanto por potencia como por sensaciones. ¿Dónde encaja entonces el F-Type S V8? ¿Al nivel de un 911 Turbo Cabrio? La respuesta es que no; el Jaguar es más deportivo que su hermano pequeño y ofrece el empuje y la fuerza propias de todo V8 pero sin llegar a los niveles de brutalidad del 911 Turbo. De acuerdo, pero si lo que se busca es un deportivo abierto de nivel que pueda utilizarse a diario, algo a lo que ambos coches se prestan con facilidad, ahí hay algo muy claro; el Jaguar vale 115.000 euros y los precios del Porsche arrancan en 200.000. Y eso ya son palabras mayores.

Ahí debajo se esconde el V8 a compresor de 495 CV que mueve a este Jaguar descapotable.
Ahí debajo se esconde el V8 a compresor de 495 CV que mueve a este Jaguar descapotable.

Respecto al V6, la principal diferencia está en el motor ya que el resto del coche apenas cambia. Y más que en las prestaciones puras, que también, la gran diferencia entre ambos está en la manera de entregar la potencia. Con su compresor volumétrico (todos los motores del F-Type lo llevan), este V8 rebosa potencia por todos los poros. El empuje es impresionante a cualquier régimen, tiene unos bajos espectaculares, es muy lleno a medio régimen y estira hasta pasadas las 6.200 vueltas.

Cuando probé a fondo el 3.0 V6 S dije que ese motor me parecía el ideal para un coche como el F-Type y que sus 380 CV eran más que suficientes para disfrutar de un coche de este tipo. Después de probar el V8 sigo pensando lo mismo; el V6 se adapta mejor a las características de este descapotable deportivo y será más que suficiente para la gran mayoría de clientes del coche. Si os gusta el F-Type y os lo podéis permitir, el 3.0 V6 S colmará vuestras expectativas. Cierto, pero.... que motor este V8.

Circular con los cabellos al viento (el que los tenga) escuchando el rugido del V8 es toda una experiencia.
Circular con los cabellos al viento (el que los tenga) escuchando el rugido del V8 es toda una experiencia.

Gasta más -dos litros más en la cifra de homologación que son tres reales- pero la sensación que produce al hundir el pie en el acelerador no la proporciona el V6. Esa sensación de poder y control que algunos coches todavía regalan a sus afortunados propietarios aparece en cuanto se afronta una revirada y solitaria carretera de montaña con la capota bajada, el viento en la cara y el rugido del V8 atravesando los tímpanos. Nada, nada como un coche abierto y potente para saborear el más auténtico placer de conducción.

Este motor V8 se utiliza en otros modelos del Grupo Jaguar-Land Rover. Mueve a los exclusivos Range y Range Sport de gasolina y a las versiones R de los XF y XK de Jaguar aunque para el F-Type se ha "desinchado" ligeramente y pasa de los 510 CV que ofrece en el resto de coches citados, a 495. La verdad es que con cifras que se acercan a 500, lo que no faltan son caballos.

Gestionar semejante potencia en un coche abierto, con los habituales problemas de rigidez de las carrocerías abiertas, no resulta fácil pero este Jaguar lo consigue con notable entereza. No es, desde luego, tan deportivo como el F-Type Coupé con la versión de 550 CV de este mismo motor pero uno no tiene en ningún momento la sensación de que el chasis no podrá con semejante caballería.

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Progresivo y noble, cuando sobrevira por exceso de gas, se corrige con un suave contravolante.
Progresivo y noble, cuando sobrevira por exceso de gas, se corrige con un suave contravolante.

La potencia del motor es muy elevada pero entre la caja de cambios de ocho velocidades con accionamiento secuencial, que gestiona la entrega de par con suavidad en los modos automáticos y con la velocidad necesaria en el modo sport y un chasis que es más rígido de lo que podría pensarse, aprovechan perfectamente los caballos disponibles. Además, el motor, con el compresor volumétrico soplando desde que se pisa el gas, es muy elástico y muy progresivo, sin la "patada" típica de los turbo con lo que no existen altibajos en la entrega de potencia y sí un empuje sostenido que facilita las cosas al chasis y al que va al volante.

La progresividad del motor hace que se perciba perfectamente la tracción sobre el firme y que, cuando el eje trasero no consigue pasar toda la potencia al suelo e inicia un ligero deslizamiento, basta con reducir algo la presión sobre el pedal del gas y contravolantear levemente para devolver el coche a la trazada deseada. Si se abusa del gas y se desconectan los controles, este Jaguar es un auténtico dragster proclive a quemar rueda pero si se le conduce con finura, es un coche muy rápido y muy equilibrado.

Dos plazas y poco maletero

Diseño agradable con volante achatado (uno más), pantalla bien situada y cuero por todas partes (el del salpicadero es opcional).
Diseño agradable con volante achatado (uno más), pantalla bien situada y cuero por todas partes (el del salpicadero es opcional).

El habitáculo es un estricto biplaza con una habitabilidad más que correcta. El salpicadero tiene un diseño agradable y está bien rematado aunque no es el mejor coche de la marca en este apartado. La instrumentación es muy completa, con una pantalla multifunción en el centro y en el salpicadero sorprenden las salidas de aireación centrales que "emergen" al conectar el aire acondicionado y los detalles en naranja metalizado (botón de arranque y levas al volante). La palanca de cambios es de tipo convencional y se prescinde, por tanto, del dial giratorio que llevan las berlinas de la marca.

La capota es eléctrica y se abre y se cierra en unos 12 segundos. Para ello basta con accionar un botón en la consola central. La cinemática es sencilla y se pliega en Z escondiéndose en un alojamiento detrás de los asientos que compromete la capacidad de maletero. Éste es uno de los puntos débiles del coche ya que apenas hay hueco para un par de maletas pequeñás. Sus apenas 196 litros no dan para más. Además de poco profundo, el maletero no tiene mucho fondo debido a la presencia del receptáculo de la capota tras los asientos.

Los asientos son muy buenos, recogen bien el cuerpo y hay espacio suficiente para los dos ocupantes.
Los asientos son muy buenos, recogen bien el cuerpo y hay espacio suficiente para los dos ocupantes.

El acabado es el propio de un coche de este precio, no así el equipamiento, muy pobre. De salida, este Jaguar cuesta 115.700 euros, un precio elevado que lo es todavía más si vemos que la versión V6 S cuesta 17.000 euros menos y que el equipamiento no está a la altura. La pregunta de si vale la pena pagar ese dinero por el plus de sensaciones y de prestaciones que ofrece el V8 es difícil de contestar. La diferencia de prestaciones existe pero difícilmente se podrá aprovechar en carretera abierta. El V8 es rapidísimo pero el V6 también lo es, de manera que, en las condiciones de tráfico y legislativas en España, las diferencias sólo se pondrán de manifiesto en alguna rodada en circuito y el que quiera usar su F-Type en pista a menudo, es mejor que opte por el coupé.

Sobre el papel, la decisión lógica sería optar por el V6S y gastar dinero en equiparlo o personalizarlo a tope pero claro, el empuje del V8 y, sobretodo, el impresionante sonido del que disfrutamos al volante no tiene parangón. El rugido de este V8 a pleno pulmón es de los sonidos más impresionantes de la producción automovilística actual y el petardeo de las reducciones en el modo sport a cielo abierto procuran un placer difícilmente explicable.

Uno de los "defectos" del coche es un maletero de sólo 196 litros, suficiente para un fin de semana pero no para unas vacaciones.
Uno de los "defectos" del coche es un maletero de sólo 196 litros, suficiente para un fin de semana pero no para unas vacaciones.

Decíamos que el equipamiento tiene importantes lagunas y la verdad es que es así. No es de recibo que un coche de marca premium facturado a más de 115.000 euros no lleve elementos de equipamientos de los que disponen algunos utilitarios de segmento B. En este Jaguar, las únicas diferencias con respecto al 3.0 V6 S son las llantas y la tapicería de cuero que en el de seis cilindros hay que pagar aparte (1.200 euros) pero hay numerosos elementos opcionales que se nos antojan casi imprescindibles.

El coche lleva faros de xenón, capota eléctrica, climatizador, llantas de 20 pulgadas (19 el V6), suspensión activa, freno de mano eléctrico, climatizador y asiento del conductor y volante con regulación eléctrica pero deja en la lista de opcionales elementos como el arranque sin llave (613 euros), el cambio de luces cortas a largas (367), los faros automáticos (521), los limpias también automáticos (225), el control de crucero (418), el detector de ángulo muerto (633), los sensores de aparcamiento (531 los delanteros y otro tanto los traseros), la cámara de marcha atrás (367), los espejos plegables eléctricamente (255), la calefacción de asientos (480), importante en un descapotable para circular descapotado en invierno (como debe ser) o el Bluetooth (633).

En definitiva, un coche con el que disfrutar tanto de la conducción deportiva como de una conducción más tranquila en pareja sabiendo, eso sí, que siempre se dispondrá de un V8 pletórico bajo el pie derecho. Redundando en lo que dijimos en la prueba del V6, este es el Jaguar más deportivo en mucho tiempo y el coche que cambiará la imagen de la marca.

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Anónimo

no me gustan los coches ingleses tienen una escasa fiabilidad y mala reventa solo digo rover o mg y jaguar buff

a
anonimo

definitivamente precioso me encanta sin duda uno de los mas bonitos deportivos actuales del momento para mi gusto y eso que odio esta marca tuve un xkr 4.2 v8 de 298 cv y maldigo el dia que lo compre vaya un petardo de coche y mi cuñado tiene un xf desde hace 3 meses y ya no aguanta mas y quiere venderlo jajaja pero este tiene muy buena pinta la verdad es impresionante.

L
Lolo

Este coche no puedo parar de mirarlo cada vez que lo veo en una prueba, que preciosidad

A
Anónimo

El mejor color que le va a este coche y a acualquier Jaguar es el British Racing Green.

Anónimo

juas, juas, lleva el mismo alerón retractil que el poyó rcz, juas.

M
Motorsport
| 2 respuestas

Espectacular, pero joder lo del petardeo no acabo de verlo, porque un cani con su ibiza tdi modificado logra el mismo efecto y esa similitud tata - ibiza no acabo de digerirla. Por lo demás genial, salvo que los motores en V requieren mucho mantenimiento porque chupan tanto aceite como las patatas fritas. Una maquina rompe cuellos para ir de vacililla.

S
Serrano

#12 Cualquier coche chupa aceite, y contra mas cilindros obviamente mas. Pero tambien depende de como se conduzca, si vas a fuego todo el dia pues el aceite te durara dos dias, aunque tampoco creo que sea problema el tener que hechas aceite a un coche de mas de 100.000 euros

a
anónimo

#13 Tienes razón, el que tiene dinero para un coche de éstos... Lo demás le da igual

Anónimo

Es verdad que los extras que tiene un Honda Civic, como el control de crucero que no está incluido en este coche... Sin embargo, el precio de los extras no es muy caro para un coche así...

Anónimo

sinceramente me parece espectacular, he visto videos y cuando se sube una marcha el petardeo que da muy sonoro, pero ya cuando soltamos el pie, uf....

Anónimo

Muy bonito y el sonido del motor increible un coche para divertirse

Anónimo

#2 Caramba con el niño. Ahora que tratamos de un superdeportivo a un precio mas racional que otros de su competencia, ahora no nos gusta el color. Hay que ver para creer. A lo mejor es que el motivo reals de que no te guste es que tiene el cenicero muy pequeño y se llena enseguida. si si, eso debe ser.