Motores eficientes y modulares para una nueva era
El grupo Jaguar Land Rover ha presentado su nueva familia de motores Ingenium, caracterizada por cumplir -al menos a priori- con todos los requisitos exigibles a los motores actuales. Los propulsores Ingenium, desarrollados y construidos por el propio grupo en variantes gasolina y diésel, prometen reducir los niveles de consumos y emisiones ofreciendo al mismo tiempo una elevada potencia específica.
Este movimiento por parte del grupo británico es, a priori, muy parecido al que también está llevando a cabo la compañía sueca Volvo con su gama de motores Drive-E, de la que os hablamos con detalle en este artículo. Estamos, pues, contemplando cómo la industria automovilística se adapta para cumplir con unas normativas anticontaminación cada vez más exigentes. Pero las razones de este cambio de paradigma van más allá, y tienen que mucho que ver con la necesidad de sobrevivir en un mercado cambiante y difícilmente predecible. Por este motivo, me gustaría ahondar un poco en el porqué de la llegada de esta nueva gama de motores antes de tratar sus características técnicas.
La adaptación al cambio ya no es virtud: es requisito
Las cosas no le han ido nada mal al grupo Jaguar Land Rover desde que fuese adquirido por el conglomerado indio Tata. Poder contar con importantes recursos económicos, y al mismo tiempo también con una gran libertad de actuación, ha favorecido sin
Jaguar Land Rover quiere convertirse en un actor de primer nivel dentro de su mercado.
duda el rápido crecimiento de estas dos prestigiosas marcas de larga tradición. Marcas que parecen haber recuperado además buena parte de su brillo de antaño.
Este reconocimiento por parte del público, junto con los beneficios económicos obtenidos, han provocado que a día de hoy Jaguar Land Rover tenga entre ceja y ceja convertirse en un actor de primer nivel dentro del mecado premium. Para lograrlo, el grupo británico puso en marcha el pasado año un ambicioso plan de crecimiento –que nos describe con detalle nuestro editor Joan Dalmau en este interesante artículo- cuyos principales objetivos son, por un lado, doblar su capacidad productiva de aquí a 2020, y por otro, cumplir con un ambicioso calendario que incluye 40 nuevos lanzamientos a lo largo del próximo quinquenio.
La ampliación de su gama de automóviles tiene mucho sentido, como demuestra el caso del Range Rover Evoque. El éxito comercial de este modelo tan atractivo, cuyas ventas anuales de 100.000 unidades supone casi el 30% del total de las del grupo, pone de manifiesto el gran riesgo de apostar a una o pocas cartas el futuro de toda la compañía.
Además, el desarrollo de nuevos modelos también permitirá que las marcas Jaguar y Land Rover crezcan “hacia abajo”, tal y como han venido haciendo sus competidoras germanas. No hay más que comprobar la evolución de Mercedes-Benz con sus nuevos Clase A, CLA y GLA, los buenos resultados cosechados por el BMW Serie 1 y la aparición de la Serie 2, así como la atrevida incursión de Audi en el segmento los coches urbanos con el A1. Siguiendo este camino, Jaguar ya tiene casi preparado el sedán compacto XE que veremos en el próximo salón de París. Mayor diversificación, mayores ventas, mayores beneficios.
Pero atacar segmentos inferiores implica abaratar costes de desarrollo y producción, y aquí es donde entran en juego las plataformas modulares –concepto que Joan Dalmau nos explicó en este artículo-. Aquí, Jaguar ya cuenta con su plataforma iQ(Al), realizada
La gama Ingenium ha sido desarrollada y fabricada por Jaguar Land Rover.
completamente en aluminio. La plataforma iQ(Al) hizo su debut con la presentación del concept car C-X17 en el pasado Salón de Frankfurt, y próximamente servirá de base estructural para el XE.
Esta política de reutilización se ve replicada ahora con las nuevas familias de motores modulares, como es el caso de la gama Ingenium, completamente desarrollada y fabricada por Jaguar Land Rover. Además de rebajar costes de desarrollo y producción, estas nuevas mecánicas tienen un importante valor añadido, ya que servirán para liberar al grupo británico de su dependencia actual de otros proveedores de motores (léase Ford y PSA). Jaguar Land Rover tiene claro el rendimiento futuro de su inversión de más de 630 millones de euros para construir en Wolverhampton (Gran Bretaña) la planta de donde se iniciará la producción de todos estos motores a principios de 2015.
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Menos consumos, emisiones y... gastos de producción
La gama de motores Ingenium que Jaguar Land Rover nos ha presentado en su centro de investigación y desarrollo en Gaydon (Gran Bretaña) se compone de una serie de variantes de gasolina y diésel, todas ellas turboalimentadas, con arquitectura de cuatro cilindros en línea y dos litros de cubicaje.
La reutilización de componentes viene a ser una de sus principales virtudes. Tal y como nos explicó el Jefe de Ingeniería de Motores, Ron Lee, el empleo de elementos comunes entre distintos motores -compartidos incluso entre las variantes diésel y gasolina- permitirá a ahorrar costes de producción y acortar plazos de entrega, pero sobre todo servirá para las satisfacer las diferentes necesidades mecánicas de automóviles tan dispares como los que se fabrican dentro de este grupo.
De cara a poder situarlos bajo el capó de diferentes modelos, los motores Ingenium admiten disposición longitudinal y transversal, pudiendo trabajar conjuntamente con cajas de cambio manuales y automáticas, sobre transmisiones de tracción delantera, trasera y total. Incluso los veremos más adelante como parte de sistemas híbridos.
Reducir los consumos de carburante era otro factor de suma importancia. Los ingenieros de la casa han trabajado para reducir drásticamente la fricción interna, que llega a ser hasta un 17% inferior a la que sufren de los motores equipados en la actualidad. El hecho de haber trabajado a partir de una hoja en blanco ha facilitado el trabajo de los diseñadores, que han podido contar con total libertad para encontrar las mejores soluciones. Contribuyen a mejorar la eficiencia de estos motores un sistema de distribución más simple, unas bombas de aceite y agua variables gestionadas electrónicamente y un circuito de refrigeración ideado para alcanzar rápidamente la temperatura de servicio.
Otra manera complementaria para bajar el gasto de carburante consiste en reducir la masa del propio motor. Los propulsores Ingenium están construidos sobre bloques de aluminio muy compactos, lo que redunda en un ahorro de peso que puede llegar hasta los 80 kg si los comparamos con los anteriores de potencia similar.
Todavía no se han hecho públicas las cifras de potencia y emisiones, pero sí sabemos que todas las versiones montarán turbocompresores, compresores volumétricos o una combinación de ambos sistemas de soplado. Se especula además con que llegará una versión del futuro Jaguar XE con alrededor de 400 CV y una velocidad punta de más de 300 km/h, junto con otras variantes cuyas emisiones bajarán de los 100 g CO2/km. La marca sí ha anunciado que el primer motor en fabricarse en serie será una versión diésel eficiente, que probablemente hará su estreno en el próximo XE.
¿El final de los Jaguar V6 y V8?
Dejamos para el final un aspecto clave de los motores Ingenium: su escabilidad. Es una directriz de diseño que todas las variantes incorporen únicamente cilindros de 500 cm cúbicos con idéntico diámetro y carrera. Y aunque, como decíamos antes, todos los Ingenium de primera serie tendrán configuración de cuatro cilindros en línea, existe la posibilidad de modificar el número de cilindros con relativa sencillez.
¿Alguien se imagina un Jaguar de tres cilindros?
Es perfectamente posible, pues, que Jaguar Land Rover tenga en la recámara futuras variantes tricilíndricas de 1.5 litros, o de cinco cilindros y 2.5 litros, y así en adelante. El primer caso puede tener sentido para versiones híbridas no muy prestacionales, mientras que los motores “grandes” de cinco o seis cilindros tendrían cabida si la potencia y precio finales pudiesen ajustarse a presupuestos limitados.
¿Alguien se imagina un Jaguar de tres cilindros? ¿Desaparecerán los motores V6 y V8? Preguntado por nosotros sobre estas cuestiones, Ron Lee sólo pudo decirnos que “no se puede descartar nada para el futuro: desde Jaguar Land Rover nos adaptaremos a la normativa ambiental y a lo que el mercado nos demande”... Que tiemblen los mismos puristas que nunca esperaban ver un Jaguar con motor diésel o un Porsche con carrocería de todoterreno.
bueno,hay modelos como el range rover clasic td motorizado por VM. QUE HAN IDO DE PENA.