Jaguar-Land Rover ya no existe. Ahora se llama JLR. Land Rover también deja de existir como marca. Ahora operará con tres marcas: Range Rover, Discovery y Defender y Jaguar se convertirá en una suerte de Bentley eléctrica con solo tres modelos construidos sobre una nueva plataforma 100% eléctrica. El Grupo británico, propiedad del conglomerado indio Tata invertirá, además, 15.000 millones de libras en los próximos 5 años para electrificar Jaguar y continuar con el proceso de electrificación de las marcas ex-Land Rover.
El grupo invertirá los citados 15.000 millones de libras en la adaptación de fábricas, el desarrollo de tecnologías de conducción autónoma, la aplicación de la inteligencia artificial a sus vehículos y al desarrollo de los mismos, a la formación de sus empleados y a su conversión en una empresa sostenible con neutralidad de carbono prevista para 2039. La planta de la localidad británica de Halewood pasará a ser totalmente eléctrica y el grupo desarrollará dos nuevas plataformas eléctricas, una exclusiva para Jaguar y otra que utilizarán los modelos de tamaño medio de las marcas escindidas de Land Rover. Los vehículos del fabricante de todoterrenos de tamaño grande conservarán la actual plataforma MLA que permite fabricar tanto vehículos electrificados de tipo híbrido enchufable como 100% eléctricos.
Los primeros coches eléctricos de JLR en 2025
El primer coche totalmente eléctrico del grupo se lanzará en 2025 y podrá reservarse a finales del año que viene. Será la versión eléctrica del Range Rover al que seguirá inmediatamente la versión correspondiente del Range Rover Sport. A continuación, también en 2025, Jaguar dejará de fabricar coches de combustión y lanzará su primer modelo 100% eléctrico, un gran cupé de cuatro puertas, más de 5 metros de longitud, una potencia superior a los 600 caballos y una autonomía que superará los 700 kilómetros. A este modelo le seguirán otros dos sobre la misma plataforma eléctrica.
Jaguar se reposicionará en el mercado recuperando el estatus que tenía antes de su venta al grupo Ford. De este modo, se convertirá en una marca de vehículos de lujo totalmente eléctricos con precios que empezarán más allá de los 100.000 € y con una producción reducida al 10 % de la actual. Ello implicará que, en el caso del mercado español, la marca reducirá a tan solo cinco sus puntos de venta (Madrid, Barcelona, Valencia, La Coruña y Marbella), a los que se añadirán otros dos en Portugal (Lisboa y Oporto) y uno en Andorra, todos ellos funcionando bajo el contrato de agencia.
Por lo que respecta a los concesionarios de Land Rover, seguirán ofreciendo los coches de las tres nuevas marcas del grupo: Range Rover, Discovery y Defender bajo la fórmula actual. La marca dispondrá de 36 concesionarios y 51 puntos de venta en el mercado español. Para compensar la reducción de las ventas de modelos Jaguar, que actualmente suponen apenas el 17 % de las que realiza la red, JLR lanzará una nueva marca de vehículos de ocasión revisados que se comercializarán en exclusiva en estos concesionarios.
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Range Rover será una marca de todoterrenos de lujo, en la línea de sus modelos actuales, Defender se utilizará para los modelos de mayores aptitudes fuera del asfalto mientras que la marca Discovery está en fase de definición, aunque debería ofrecer modelos que, sin perder la connotación de vehículos de lujo y con elevadas posibilidades off-road, apuesten por un enfoque más funcional y familiar. Estas tres marcas convivirán en los concesionarios, aunque el nombre de Land Rover desaparecerá de todos ellos y de las fachadas de los concesionarios y las tres usarán las plataformas del grupo, tanto la eléctrica mediana como la grande, en la que se mantendrá la doble oferta eléctrica y de combustión híbrida habida cuenta del éxito obtenido por los actuales modelos híbridos enchufables con una autonomía superior a los 100 km.
Volviendo a la reorganización internacional del Grupo, bajo el plan Reimagine, JLR pretende convertirse en el principal fabricante de automóviles de lujo del mundo, con el objetivo de generar beneficios superiores al 10 % en el año fiscal 2026. La marca ha confirmado que no tiene intención de cerrar ninguna de sus plantas de producción actuales y que espera volver a las cifras de producción estimadas de 400.000 unidades anuales en cuanto finaliza la carencia de microchips que le ha impactado de manera notable generando una importante cartera de pedidos no atendidos. En España eso supondrá volver a unas ventas por encima de 5.000 unidades anuales.
Al final y con ayuda de los indios con tanta reestructuración, encareciendo y dejando la fiabilidad cada vez más por los suelos, terminaran desapareciendo....