El Grupo Renault ha presentado hoy la tercera etapa de su plan estratégico Renaulution para los próximos años que contempla una reorganización completa de la compañía con nuevas empresas, entre ellas varias nuevas encargadas del desarrollo tecnológico. Luca de Meo, director general del grupo y Thierry Piéton, director financiero, han sido los encargados de presentar una nueva organización que debe permitir que el Grupo Renault se convierta en palabras del propio Luca de Meo en una compañía automovilística de nueva generación.
El Grupo Renault estará integrado, a partir de ahora, por cinco compañías, tres de ellas nuevas y otras dos ya existentes. Curiosamente, ninguna se llama Renault o Dacia, aunque sí Alpine. Renault y Dacia quedan como marcas comerciales de la empresa que, de todos modos, seguirá llamándose Grupo Renault a nivel general. Veamos cuáles son esas cinco empresas, cuáles sus objetivos y cuál su futuro inmediato a nivel estratégico y financiero.
El Grupo ha dividido, tal como estaba ya previsto, el desarrollo del “hardware” automovilístico en dos nuevas compañías: Ampere y Power. La primera se encargará del desarrollo, la fabricación y la venta de vehículos eléctricos bajo la marca Renault con el objetivo añadido de regenerar la imagen de la marca Renault y de colocarla como uno de los principales protagonistas de la electrificación. Ampere se focalizará en los vehículos eléctricos desarrollando todos sus componentes.
El Grupo pretende que la actual dependencia en componentes de los proveedores asiáticos termine y Ampere pueda desarrollar sus productos con un 80% de componentes europeos lo que significa que deberá desarrollar no solo sus propios motores eléctricos, sino también las baterías. Con 10.000 empleados, de los que 3.500 serán ingenieros, esta nueva empresa prevé producir un millón de vehículos eléctricos Renault en 2030 y ofrecer una gama de seis vehículos eléctricos Renault en los segmentos B y C. En este sentido, Renault confirmó el lanzamiento para el periodo 2023-2024 del Renault 5, el Renault 4 y el Renault Scénic (los tres ya presentados conceptualmente) para complementar la oferta eléctrica del actual Mégane E-tech. Para 2025 se esperan otros dos modelos eléctricos.
Ampere se encargará de la producción de los modelos eléctricos en el espacio llamado Electricity, un pool que agrupa, en el norte de Francia, las antiguas factorías de Renault de Douai, Mauberge, Cléon y Dunkerque, entre otras instalaciones). Asimismo, realizará los desarrollos necesarios para evitar la dependencia de China en el apartado de baterías y componentes (el mencionado 80% de producción propia y local de piezas) y, en el apartado de software trabajará con compañías como Qualcomm, que podría pasar a ser accionista de Ampere y Google.
Estos acuerdos con empresas tercera son una de las bases del crecimiento del grupo. Según De Meo “este tipo de acuerdos nos permiten reducir costes de inversión, ya que son compartidos, disponer siempre de las mejores tecnologías ya que las empresas con las que colaboramos son especialistas en sus respectivos ámbitos, reducir los tiempos de desarrollo y reducir el riesgo si algo no funciona ya que la inversión es menor. Además, esto nos permite ser mucho más ágiles y reactivos en un entorno en el que la tecnología es cambiante. En la industria del automóvil medimos las novedades en años, mientras que, en el mundo del software, las novedades son mensuales cuando no semanales”.
Ampere debe ser la compañía líder dentro del grupo y la que desarrolle además nuevos servicios de elevado valor añadido para la marca. Según los directivos del Grupo Renault, Ampere debe proporcionar los servicios que permitan mejorar los coches durante toda su vida útil, mantener la fidelidad de los clientes y generar nuevos ingresos gracias a los nuevos servicios basados en datos.
Power para los vehículos de combustión
La otra compañía que trabajará en la producción es Power, que desarrollará el proyecto Horse. Esta empresa estará participada al 50% por Renault y el Grupo chino Geely y desarrollará tecnologías convencionales de combustión e híbridas para los modelos de las marcas Renault, Dacia, Nissan y Mitsubishi y para empresa del Grupo Geely como Volvo o la malaya Proton. Power trabajará no solo para Renault y Dacia, sino también para la división de vehículos comerciales de Renault.
De Meo explicó que “los coches de combustión desaparecerán en Europa en 2035, pero seguirán suponiendo más de la mitad de las ventas mundiales en el año 2040 ya que mercados como los de América Latina, India, el Sudeste Asiático o África no se electrificarán a la misma velocidad que Europa u otros mercados occidentales como Estados Unidos. En este contexto y en países donde la producción de electricidad siga siendo mayoritariamente de origen fósil, los vehículos de combustión, especialmente los híbridos, seguirán siendo más eficientes que los eléctricos y el grupo debe seguir siendo competitivo en este tipo de vehículos”.
Power será también la división del grupo encargada de trabajar en elementos como los combustibles fósiles junto a empresas energéticas y proporcionará los motores híbridos y de gasolina, las cajas de cambios y los componentes propios de los motores de combustión interna a las diferentes marcas que los comercialicen. Esta división contará con 5 centros de investigación y desarrollo, 17 plantas y 19.000 trabajadores y liderará la expansión de la marca Renault a nivel internacional cubriendo nuevos mercados en los que actualmente está ausente.
Otra de las compañías en las que se dividirá el grupo es Alpine, que pasa de ser una simple marca a una empresa de alta tecnología que desarrollará, producirá y venderá vehículos premium deportivos y de prestigio y que será la encargada de representar al grupo en los segmentos D y E del mercado. En la presentación de la estrategia del grupo, De Meo adelantó que Alpine lanzará cinco nuevos modelos, un A110 eléctrico, que será el primero en llegar, un “hot hatch” posiblemente basado en el nuevo Renault 5, y tres crossover de los segmentos C, D y E con un planteamiento de gran turismo. En cualquier caso, el A110 actual será el último coche de combustión de la marca ya que todos los nuevos modelos serán eléctricos.
Alpine entrará en nuevos mercados como el de Estados Unidos o el chino con su nueva gama y tendrá un comportamiento casi de start-up para ganar rapidez de implementación y capacidad de reacción en un mercado complejo como es el de los automóviles de lujo. Alpine, donde trabajarán unos 2.000 empleados, la mitad ingenieros, mantendrá, asimismo, la gestión del equipo de Fórmula 1 que lleva su nombre y que, según Luca de Meo “debe aspirar a ser campeona del mundo en el año 2026”.
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Dos empresas para el futuro
Las otras dos empresas son Mobilize y The Future is Neutral. La primera será una empresa de servicios que se encargará de todo lo relacionado con la financiación (préstamos de compra, renting y otras soluciones financieras y contratación de seguros y garantías), los servicios ofrecidos a los clientes, tanto particulares como profesionales (mantenimiento, gestión de flotas, redes de recarga, reparación y reacondicionamiento) y el desarrollo de vehículos específicos para determinados servicios como el actual Mobilize Limo para taxis o el próximo Mobilize Duo para suscripción y car sharing.
The Future is Neutral es la empresa encargada de trabajar en la nueva economía circular y dará servicio a las marcas del grupo al tiempo que ofrecerá consultoría y formación a empresas externas. Trabajará en el reciclado de los vehículos, en su reaprovechamiento y actualización y en los recursos, servicios y tecnologías necesarios para que el Grupo Renault sea neutral en términos de carbono en 2040 en Europa y en 2050 en todo el mundo.
En este contexto, las marcas Renault y Dacia continuarán con su actividad como marcas comerciales. Renault crecerá manteniendo los modelos de combustión en todo el mundo salvo en Europa, donde será 100% eléctrica en 2030. La marca lanzará nueve modelos nuevos de los que hoy se adelantaron el rediseño del Clio y dos modelos sobre la base de la plataforma del Austral, un SUV de siete plazas y un crossover cupé por encima del Arkana tanto en tamaño como en precio.
Renault prevé que la marca crezca en ventas, incremente sus ventas de vehículos híbridos en Europa y en el resto del mundo e incremente los beneficios por encima del 20%. Por su parte, Dacia mantendrá su filosofía de marca económica, pero progresando hacia el segmento C donde lanzará tres nuevos modelos, uno de ellos el SUV Bigster ya largamente anunciado.
Dacia debe superar el 10% de beneficio anual, como hasta ahora, pero incrementando la diferencia de coste con modelos de tamaño equivalente de otras marcas, que ahora está en un 10% hasta el 15%. La marca desarrollará todos sus coches, tanto de gasolina como híbridos convencionales, sobre la actual plataforma de segmento B, lo que influirá claramente en su rentabilidad, sobre todo en los nuevos modelos grandes. El objetivo es que de las 900.000 unidades actuales de esta plataforma se pase a dos millones en el futuro y se produzca en cuatro continentes, para tres marcas (se incluye Mitsubishi). Dacia recibirá, asimismo, las innovaciones que puedan llegar desde Power en materia de e-fuels.
Vehículos industriales Renault
Finalmente, el negocio de vehículos industriales se orienta hacia dos proyectos rompedores. El primero, ya en marcha, es el de Hyvia, una empresa compartida entre Renault y Plug que desarrollará un ecosistema completo de furgonetas de hidrógeno para flotas que incluirá desde la producción de hidrógeno verde y su distribución hasta la venta o el alquiler de las furgonetas. El otro proyecto es el llamado Flexis, que se realizará junto a otra gran empresa todavía por desvelar y que prevé el desarrollo de una nueva furgoneta eléctrica con diferentes variantes de carrocería que, según De Meo tendrá “el tamaño de un Kangoo, la capacidad de carga de un Trafic y la manejabilidad en ciudad de un Clio” y que debe estar en el mercado en el año 2026 con un coste de uso un 30% inferior al de cualquier furgoneta actual. Es un vehículo que estará basado en una plataforma tipo skateboard, con las baterías en el piso y que se adaptará a múltiples usos.
Luca de Meo explicó en la presentación de esta nueva estrategia que “en 2022 hemos conseguido ya la recuperación del grupo con unas cifras que no esperábamos hasta 2025 tanto en rentabilidad como en generación de cash, de modo que debemos acelerar nuestra transformación en una compañía automovilística de nueva generación”. El directivo italiano añadió que “hasta ahora hemos iniciado una expansión de la gama de productos priorizando los del segmento C que proporcionan mayor valor añadido, hemos convertido las marcas en unidades de negocio rentables y hemos centrado a todos los equipos en la consecución de los objetivos concretos. Somos rentables aún a pesar de haber reducido la producción en 1,2 millones de unidades anuales y ahora viene nuestra ofensiva de producto, con 25 nuevos lanzamientos hasta 2026”
La idea del Grupo Renault es pasar de ser un constructor de coches a una empresa de soluciones de movilidad y la nueva organización busca precisamente eso focalizándose en la especialización y la independencia de cada empresa. Según de Meo “la estructura existente es perfecta cuando el mercado está estable y la tecnología madura, pero en un contexto de inestabilidad y de tecnología cambiante como el actual debemos apostar por una estructura horizontal, más flexible y mucho más ágil. Debemos buscar nuevos socios especialistas que nos ayuden a reducir costes y a disponer de la tecnología más avanzada en cada momento y dejar de comprar para pasar a co-desarrollar y co-producir en ámbitos tecnológicos que hasta ahora desconocíamos.
Renault también anunció, en esta presentación, que dispone de un sistema de gestión 4.0 que abarca desde la producción a la logística y que integra el metaverso para conseguir detectar todas las oportunidades de mejora de procesos, reducción de costes y formación. Thierry Piéton, el director financiero, confirmó que el Grupo ha reducido en 2.000 millones de euros los costes operativos y que existe capacidad para reducir otro 40% el coste actual.
Finalmente, y en relación con la Alianza con Nissan y Mitsubishi, De Meo se mostró cauto al explicar que “estamos hablando, de manera constructiva, para reconducir la Alianza que no está funcionando como debería. La idea tanto de Nissan como de Renault es que estas conversaciones fructifiquen y podamos explicar en fechas próximas los acuerdos alcanzados”. Piéton aseguró que “cuando hablamos de abrir nuestras empresas como Ampere, de la que conservaremos siempre una mayoría cualificada del capital, o Mobilize a socios externos y a capital de terceros, la Alianza siempre es el primero en el que pensamos”.
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