El Salón de Ginebra verá el alumbramiento de una nueva marca, que presentará un deportivo de lujo. Es algo que a priori no debe sorprender en estos tiempos en los que muchos deciden apostar por la construcción de coches exclusivos, supercars e hypercars que llaman poderosamente la atención. Pero cuando esa marca leva el nombre de Piëch, la cosa cambia radicalmente.
Anton Piëch, el impulsor de la nueva firma, es hijo de Ferdinand Piëch -uno de los grandes accionistas de Porsche, ex CEO del grupo Volkswagen e ingeniero responsable de algunos de los mejores coches de competición de la historia, entre ellos el Porsche 917 o el Audi Quattro de rallies- y de Marlene Mason, quien había estado casada con Gerard Porsche, primo de Ferdinand. Y sobre todo, es biznieto de Ferdinand Porsche. Piëch ha decidido ahora seguir la saga familiar y lanzarse al mundo de la automoción con marca propia.
Piëch Automotive, con base en Zurich, ha sido fundada por Anton y Rea Stark Rajcic con el objetivo de ofrecer un deportivo de auténtico lujo. Se anunció su lanzamiento en 2016, pero no será hasta este Salón de Ginebra cuando se desvelará el Piëch Mark Zero, el primer superdeportivo de la marca.
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Poco se sabe del coche. Sólo unos bocetos que señalan que es un deportivo de corte clásico… si se me permite ‘estilo GTO’: largo capó con una toma de aire frontal de tamaño espctacular, y habitáculo de dos plazas en la parte trasera. No hay detalles sobre el propulsor. A priori, Piëch quería una propulsión eléctrica; incluso el nombre de Mark Zero parece inducir a esta vía, pero la gran toma de aire podría indicar un motor convencional. Habrá que esperar al 5 de marzo para salir de dudas.