Paso al frente
Conocido como Mirage en otros mercados, el Space Star aterrizó en nuestro mercado hace unos dos años, suponiendo el regreso de Mitsubishi al segmento de los utilitarios. Ahora, la casa japonesa le ha aplicado una actualización que viene acompañada de un rediseño exterior que “jubila” la sobria estética del modelo anterior. A ello hay que sumar la incorporación de una importante dotación de equipamiento, con sistemas poco habituales en su categoría.
El único motor disponible en la gama es el 1.2 de gasolina de 80 CV, más que suficiente para mover con soltura por ciudad al vehículo. El precio es otra de las bazas del modelo. Y es que, en el acabado Kaiteki de esta unidad, que es el más equipado de los dos que oferta Mitsubishi, cuesta 13.400 euros, que se reducen hasta los 10.950 euros si se incluyen los descuentos que ofrece el fabricante nipón actualmente. Entre el amplio escaparate de competidores del Space Star se encuentran modelos como Renault Twingo, Nissan Micra, Citroën C1, Kia Picanto o Toyota Aygo.
Acertado lavado de cara
La puesta al día del urbano japonés ha venido acompañada por un diseño renovado, que le otorga un aspecto más fresco y sofisticado a la vez. La parrilla es totalmente nueva y, además de una sensación de mayor calidad gracias a los bordes cromados, también le aporta una personalidad superior si se compara con el modelo precedente. Junto a la calandra, el paragolpes delantero también recibe importantes novedades que también contribuyen a actualizar el “look” del vehículo.
Al observar el coche desde el lateral no se aprecian cambios significativos al margen de las nuevas llantas de 15 pulgadas, con las que gana una imagen algo más deportiva. Hay que seguir repasando el aspecto en la zaga para encontrar novedades como el paragolpes, más prominente y robusto que en el anterior Space Star. La disposición de los faros posteriores también ha cambiado ligeramente, si bien se trata de modificaciones leves, al igual que sucede en el spoiler superior.
En cualquier caso, no hay que olvidar que se trata de un lavado de cara poco profundo con el que Mitsubishi busca ante todo dejar atrás la imagen excesivamente sobria del modelo anterior. El vehículo, por su parte, conserva sus proporciones notablemente compactas, con una longitud de 3,80 metros y una anchura de 1,67 m, mientras que su altura es de 1,50 m.
Inyección de equipamiento
Una vez que se accede al habitáculo se percibe que el Space Star cumple con las expectativas que cabe esperar de un coche urbano, sobre todo por su carácter práctico y funcional. El puesto de conducción es razonablemente amplio y los mandos están muy a mano. No obstante, se agradecería una mejor sujeción lateral por parte del asiento. En esta renovación se ha producido una mejora en cuanto a calidad de acabados, más que correctos para un coche de su segmento.
En cuanto a la segunda fila, si bien está homologada para tres plazas, este uso debe realizarse de forma muy ocasional. Lo ideal es que viajen dos pasajeros, que viajarán de forma bastante cómoda siempre y cuando no se trate de personas de más de 1,80 m debido a la altura al techo. Por su parte, este Mitsubishi ofrece 209 litros de capacidad de maletero, cifra que lo sitúa dentro de la media de su categoría. Uno de los aspectos en los que más ha evolucionado el modelo japonés es en el equipamiento, pues ahora dispone de elementos que mejoran su dotación, sobre todo en materia tecnológica.
Y es que el acabado superior Kaiteki de esta unidad cuenta con el nuevo sistema de infoentretenimiento MGN, dotado de una pantalla táctil de 6,5 pulgadas. Este sistema ofrece diversas funciones de conectividad para Smartphones como navegador, información referente al tráfico, acceso a Internet o reproducción de música. Entre el equipamiento de serie también se incluyen airbags frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor, control de tracción y estabilidad, ayuda de arranque en pendiente, aviso de cambio de carril involuntario, control de velocidad de crucero, sensores de luces y de lluvia, climatizador automático y entrada de USB.
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Tres valientes cilindros
Bajo el capó no hay cambios con respecto al Space Star que conocíamos hasta la fecha, por lo que el vehículo sigue contando con el motor de gasolina 1.2 MPI de tres cilindros y 80 CV de potencia. Se trata de una mecánica realmente voluntariosa pese a su cilindrada. Ofrece una buena respuesta desde parado, aprovechando muy bien su par máximo de 106 Nm a 4.000 rpm. Ello le permite mover con soltura al vehículo por ciudad, sin duda su territorio favorito.
El vehículo incluye de serie el sistema de parada y arranque automático, lo que contribuye a lograr un consumo más óptimo durante la conducción urbana. Para ser conscientes de si se está consiguiendo la mayor eficiencia posible al volante, existe un asistente de conducción ecológica. A mayor número de luces verdes, más ahorro de combustible se está logrando en ese momento. Su consumo homologado es de unos ambiciosos 4,3 litros cada 100 km. Tras finalizar nuestra prueba, la media registrada fue de 5,6 litros, un registro que no está nada mal.
En cuanto a prestaciones, el Space Star puede rodar a una velocidad máxima es de 180 km/h y pasar de 0 a 100 km/h en 11,7 segundos, cifras que no se quedan cortas para un motor de 80 CV. El propulsor está engranado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, caracterizada por unos desarrollos más bien largos. Hay que tener en cuenta que, a la hora de afrontar repechos por autopista es habitual tener que reducir a cuarta marcha. El nivel de vibraciones que transmite el motor es bajo, lo que contribuye a que la conducción sea bastante cómoda en este sentido.
Confortable dentro y fuera de la ciudad
Una de las grandes ventajas del Space Star es su maniobrabilidad urbana, ámbito por donde se mueve como pez en el agua. Independientemente de que se trate de un coche pequeño, su capacidad para desenvolverse por espacios reducidos es aún mejor de lo que cabría esperar gracias a uno de los mejores radios de giro de su clase. Aunque su punto fuerte es la ciudad, sus cualidades le permiten realizar escapadas fuera de ella.
A la hora de dejar la urbe, hay que señalar que el modelo se distingue por un tarado de suspensión blando, lo que se traduce en un buen confort de marcha general. Cuando más se aprecia esta característica es al conducir por carreteras en mal estado, por donde las suspensiones absorben de forma eficaz las irregularidades del firme. En este caso, se trata de uno de los modelos que mejor cumple con esta misión si se compara con buena parte de su competencia. El buen aislamiento acústico también es un punto a favor del modelo nipón en lo que respecta a confort de marcha.
Cuando el objetivo es una carretera revirada, el resultado no es tan eficaz como sucede en otro tipo de vías. Y es que la carrocería registra ciertas oscilaciones en los apoyos, sobre todo si se enlazan curvas a un ritmo considerable. Por ello, queda claro que no se trata de un vehículo concebido para exprimirlo a velocidad elevada, sino más bien para disfrutar de salidas tranquilas en el tiempo de ocio. Por su parte, la dirección se caracteriza por su suavidad, aunque se agradecería que su tacto fuera algo más directo.
Conclusión
En definitiva, el Space Star es un modelo que alberga todo lo que cabe esperar de un coche urbano, práctico y económico, por lo que es una alternativa a tener en cuenta por parte de los conductores que busquen este perfil. Pero además, ofrece un buen nivel de confort de marcha tanto por vías interurbanas como por carreteras en mal estado. Con la estética puesta al día y el equipamiento ampliado, el pequeño Mitsubishi gana enteros y se reposiciona al alza dentro de su categoría.
Hombre, no es bonito, pero tampoco lo veo tan feo... el interior me parece original.