Subaru Trezia 1.4 D S: Ciudadano espacioso

Entre las principales facultades del monovolumen compacto de Subaru de 3,99 m de longitud se encuentra, sin duda, su espacioso habitáculo dado su tamaño. El concienzudo diseño de la cabina tiene bastante que ver en este aspecto, sobre todo en lo que respecta a su altura y a la modularidad de su maletero. Además, el poblado equipamiento de confort y seguridad engalana a una de las alternativas más completas de su segmento.

Mientras tanto, el propulsor 1.4D de 90 CV de origen Toyota que mueve el vehículo nipón ofrece un óptimo compromiso entre comportamiento y eficiencia, ya que registra un consumo medio de 4,3 litros cada 100 kilómetros. Y todo ello sin pasar por alto otras bazas del Trezia como una remarcable maniobrabilidad y un confort de marcha que amplía sus posibilidades mucho más allá de sus innatas aspiraciones urbanas. Algunos de los modelos que rivalizan con el Trezia son el Nissan Note, el Honda Jazz, el Kia Venga o el Hyundai ix20, entre otros.

Diseño

Siguiendo la línea del segmento de los monovolúmenes compactos, el Trezia se caracteriza por unas proporciones muy razonables entre las que destaca su altura, que es de 1,70 metros. También cabe recalcar que los diseñadores de Subaru han reducido ambos voladizos a la mínima expresión, lo que acentúa aún más su apariencia compacta. El morro del vehículo está dominado por una ancha franja cromada situada sobre la parrilla, flanqueada por unas ópticas de formas muy suavizadas.

Debajo, un paragolpes de línea contundente contribuye a generar un frontal de apariencia robusta. La línea de cintura se va elevando progresivamente hasta llegar a las ópticas traseras aportando dinamismo a la silueta del vehículo. La unidad que hemos conducido pertenece al acabado Limited, por lo que equipa llantas de 16 pulgadas y de cinco radios de serie. El modelo cuenta con un techo solar panorámico de considerables dimensiones para su segmento.

Por su parte, la zaga tiene una orientación bastante vertical con tal de sacar el máximo partido al espacio interior de la cabina. Inspirándose en el frontal, el portón trasero alberga una franja cromada bajo la superficie acristalada. Asimismo, su ancho paragolpes se une a unos pasos de rueda sobredimensionados para incrementar la presencia del monovolumen japonés.

Al ponerse a los mandos del Trezia se percibe una gran accesibilidad y una destacable ergonomía, aspecto este último que se ejemplifica en la posición algo elevada de la palanca de cambios, a la que es muy sencillo habituarse. La columna central y la superficie que rodea a la comentada palanca cuentan con un marco decorativo en símil aluminio que las hacen más atractivas. Por otra parte, tanto para las botoneras como para el salpicadero se han utilizado plásticos de buena calidad y tacto agradable.

Los asientos posteriores permiten alojar a dos adultos de forma muy confortable, con una notable altura al techo, mientras que el espacio pertinente al tercer pasajero es un poco justo. Dicha banqueta puede dividirse en disposición 60/40 y puede abatirse de forma muy sencilla, de forma que se logra una superficie plana de cara a cuando se precisa un extra de capacidad de carga. La importancia de la modularidad interior en el monovolumen asiático también se percibe en detalles como la posibilidad de abatir los asientos traseros desde el maletero con unas prácticas palancas. En esta posición se alcanzan nada menos que 1.388 litros de capacidad, mientras que el volumen con las plazas traseras en posición normal es de 336 litros (o hasta 430 litros aprovechando el espacio situado bajo el piso).

Asimismo, dentro de las soluciones pensadas para mejorar la vida a bordo, no debe olvidarse la notable presencia de huecos para ubicar pequeños objetos distribuidos por el habitáculo. Mientras tanto, el modelo de Subaru integra entre su equipamiento algunos dispositivos más propios de segmentos superiores como el sistema multimedia con pantalla táctil a color de 6,1 pulgadas, al que también cabe añadir una entrada USB para reproductores de MP3 y una cámara trasera de aparcamiento.

Nos hemos puesto al volante del Trezia con el motor turbodiésel 1.4 D-4D de 90 CV de potencia originario de Toyota. Su entrega de par motor es de 205 Nm entre las 1.800 y las 2.800 rpm, no obstante, es a partir de 2.000 vueltas cuando esta mecánica proporciona lo mejor de sí misma. Por otro lado, también debe valorarse la suavidad de funcionamiento obtenida, acompañada por un nivel de sonoridad bastante bajo.

Para conseguir las mejores cifras de consumo posibles, el vehículo cuenta con un indicador de cambio de velocidad que recomienda cuándo subir o bajar marcha con tal de alcanzar la máxima eficiencia. Tal y como aseguran desde Subaru, este sistema permite ahorra hasta un 3% de combustible. De esta forma, la cifra de consumo medio homologado es de 4,3 litros cada 100 km, valor muy ambicioso comparado con buena parte de sus rivales del segmento de los monovolúmenes compactos. Por lo que respecta a las emisiones de CO2, éstas se sitúan en 113 g/km.

Engranada al propulsor 1.4 turbodiésel se encuentra la caja de cambios manual de seis velocidades, de la que cabe remarcar su largo desarrollo en sexta marcha. Gracias a ello, es posible llevar el motor muy bajo de vueltas a velocidades altas, lo que incide positivamente en el consumo. Por otro lado, su velocidad máxima es de 175 km/h.

El monovolumen de Subaru cuenta con un tarado de suspensión algo blando, pensado para una conducción cómoda, aunque es algo más firme que algunos de sus rivales. Ello favorece obtener como resultado un adecuado grado de estabilidad en los apoyos, con pocas oscilaciones de la carrocería. Por otra parte, su comedida longitud y un peso de poco más de 1.100 kg contribuyen a reforzar la agilidad del vehículo a la hora de conducir por sucesiones de curvas.

Eso sí, no hay que pasar por alto que la ciudad es por donde se siente como pez en el agua, sobre todo gracias a una remarcable maniobrabilidad. Además de por sus dimensiones y ligereza, dicha maniobrabilidad se consigue gracias a una dirección de comportamiento muy directo, además de suave. En general, se trata de un vehículo de conducción agradable, pues proporciona un adecuado confort de marcha incluso a la hora de realizar viajes largos.

Y es que durante los trayectos por autopista se distingue por ser un automóvil aplomado que copia las irregularidades del asfalto adecuadamente. En este sentido, la suspensión establece un óptimo compromiso entre firmeza y comodidad.

Entre el equipamiento referente a seguridad, el modelo dispone de airbags delanteros (con interruptor de desconexión para el del pasajero), airbags laterales delanteros, airbags de cortina (delantero y trasero) y airbag de rodilla (para conductor). Cuenta también con ABS con distribución electrónica de frenado y sistema de asistencia de frenada. Asimismo, incluye de serie ayudas electrónicas como el sistema de control dinámico del vehículo y el control de estabilidad. También ofrece anclajes Isofix para asientos infantiles.

Una de las mayores virtudes del monovolumen compacto japonés es su destacable amplitud interior, gracias a un excelente aprovechamiento del espacio y a una considerable altura al techo. Además de ello, su propulsor turbodiésel 1.4 mueve al Subaru con soltura a la vez que registra una media de consumo bastante ambiciosa. No hay que pasar por alto la agilidad del vehículo para desenvolverse por ciudad ni tampoco su destacable confort de marcha cuando llega el momento hacer alguna escapada de largo kilometraje.