Saltarse un Stop o no respetar la línea continua son dos infracciones bastante frecuentes y que provocan numerosos accidentes. Para controlar estos comportamientos la Dirección General de Tráfico (DGT) ya está probando dos sistemas que vigilan a los conductores mediante cámaras. ¿Cómo funcionan estos nuevos radares para la señal de Stop y la línea continua?
Así funciona el radar de Stop
¿Sabías que 1.093 conductores de entre los implicados en accidentes con víctimas no habían respetado un Stop? Son datos de 2021, último año con estadísticas completas de la DGT. A esta cifra habría que añadir los muchos saltos de Stop que no conllevaron un siniestro. Por este motivo, la DGT ha puesto en marcha un control con cámara de cruces regulados por señales de Stop, según explica en su último número de la revista ‘Tráfico y Seguridad Vial’.
Se trata de un sistema automático de vigilancia que se compone de una cámara de vídeo que graba de forma permanente a los vehículos que se acercan a un cruce con Stop. Esta cámara está preparada para detectar que el vehículo se detiene completamente ante la señal. La grabación del vehículo que no respeta la señal se envía al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas donde comprueban si efectivamente se ha producido la infracción.
La multa por saltarse una señal de Stop es de 200 euros y cuatro puntos menos en el permiso de conducir.
No respetar la línea continúa: así se controla
Cuando vemos una línea continua en una carretera, o en cualquier tipo de vía, significa que no puede ser rebasada porque hacerlo supone un riesgo de colisión lateral. Pues aún así, muchos conductores no respetan esta norma provocando 41 muertes por este tipo de choque y un total de 8.163 accidentes (datos de 2021).
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La DGT se ha puesto manos a la obra para reducir esta cifra y evitar víctimas y para eso acude a la tecnología. En este caso el sistema utiliza dos cámaras para vigilar a los vehículos que circulan por las incorporaciones y el carril derecho de la vía principal a la que se incorporan. El control se realiza mediante fotografías. Tal y como explican en la revista, “cuando un vehículo es detectado, en una secuencia de pocos metros, en la vía de aceleración y, después, sin que haya terminado la línea continua, en el carril derecho de la vía principal, la conclusión es evidente”: ha habido un incumplimiento de la línea continua lo que supone una multa de 200 euros (sin retirada de puntos). El Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas es quien recibe las fotografías, comprueba su veracidad y tramita la sanción.
Tanto los radares de señal de Stop como de la línea continua están en fase de pruebas. Tras comprobar su funcionamiento y efectividad se extenderá por toda España.
Pues ya está… a comprar lacer para volver locas a las cámaras ya que nos roban por lo menos que les cueste un poco.