Radical RXC Turbo

Radical lleva casi 20 años sorprendiéndonos con biplazas extremos concebidos para rodar en circuito. Algunas versiones de estos coches de carreras se pueden matricular para disfrutarlos en carretera abierta como es el caso de su última creación, el RXC Turbo.

La firma británica ha contado con el apoyo de Ford para el desarrollo de su nuevo vehículo. Bajo su capó trasero encontramos un motor Ford Ecoboost V6 de 3,5 litros sobrealimentado por dos turbocompresores que rinde 460 CV.

Se mire como se mire cuesta encontrarle parecido con cualquier otro deportivo de calle. Este Radical tiene más en común con un prototipo LMP de Le Mans o con un Daytona Prototype de la Grand-Am.

El pasado 9 de enero Radical presentó el RXC Turbo en el Autosport International Show, una evolución del RXC que ya conocíamos desde el 2013. No obstante, el motor del RXC a secas era un V6 de 3,7 litros atmosférico, el actual es un 3,5 litros biturbo.

El diseño de su carrocería es similar al del resto de la gama, aunque la principal diferencia que podemos apreciar es que el RXC tiene techo, no es una barchetta. Una característica que pretende aportar más versatilidad al modelo.

El motor que Radical ha escogido para animar al RXC Turbo es un V6 de 3,5 litros turboalimentado que Ford comecializada en Estados Unidos con modelos como: Ford Taurus SHO (Super High Output), Taurus Police Interceptor, Flex, Explorer Sport y F-150. La firma Premium Lincoln también lo equipa en los MKS y MKT.

Los ingenieros de la firma Peterborough, localidad situada 120 kilómetros al norte de Londres, han optimizado el rendimiento de este propulsor EcoBoost incrementando su potencia de 365 a 460 CV a 6.000 rpm. El par máximo asciende hasta los 678 Nm a 3.600 rpm.

Mientras que la mayoría de Radical tienen un peso que ronda los 600 kilos, el RXC Turbo al contar con un motor de gran cilindrada y derivado de la serie ve como la aguja de la báscula oscila hasta acercarse peligrosamente a la tonelada, 940 kilos.

A simple vista lo que más nos llama la atención es su anchura, nada menos que 1,96 metros. Su longitud se queda en sólo 4,3 metros de largo y su altura de 1,1 metros lo convierte en uno de los automóviles más bajos del momento.

Con una relación peso-potencia de 483 CV/tonelada el RXC Turbo alcanza una velocidad punta de 298 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en sólo 2,6 segundos.

Para la concepción del RXC se invirtieron tres años de investigación y desarrollo, no en vano, se trata de un modelo muy importante para la marca pues es el primer modelo con techo cerrado que comercializan y con él quieren acercarse a un público más amlpio.

La mecánica EcoBoost V6 Biturbo de 460 CV se combina con una caja de cambios secuencial de la firma británica Quaife con siete relaciones. De serie equipa levas detrás del volante y sólo hace falta pisar el embrague para subir marchas, no hace falta hacerlo en las reducciones. Según el fabricante sube de marcha en sólo 50 milisegundos, un tiempo 10 milisegundos inferior al de un Ferrari F430 Scuderia.

Aquellos que quieran hacer un uso intensivo del vehículo estarán de enhorabuena al saber que gracias a que se ha montado una mecánica derivada de la gran producción los intervalos de mantenimiento del conjunto motor-cambio son de 10.000 kilómetros.

Se puede modificar la relación del cambio, algo más propio de un coche de carreras que de uno de calle. En el RXC Turbo esta maniobra se puede llevar a cabo de forma muy sencilla desde el lateral de la caja, como se hace en los actuales monoplazas de F1.

Su aerodinámica carrocería de fibra con piezas en carbono ha sido optimizada en las instalaciones del Millbrook Proving Ground y en el túnel del viento del MIRA. A alta velocidad el flujo de aire puede generar hasta 900 kilos de carga.

La estructura que da sustento al RXC Turbo no es otra que un chasis multi-tubular confeccionado en acero. Si abrimos una de sus puertas con apertura tipo alas de gaviota veremos parte de los tubos de acero que envuelven el habitáculo.

Al levantar el capó del motor podemos ver sobre el eje posterior el complejo equipo de suspensión formado por dobles brazos superpuestos y amortiguadores in-board de tipo push rod firmado por el fabricante holandés Intrax Racing Suspension.

Detrás de las llantas de 17" fabricadas por Braid en Igualada (Barcelona), encontramos un potente equipo de frenos con discos de 350 mm delante, discos de 310 mm detrás y pinzas de 6 pistones. Opcionalmente se pueden montar discos carbono-cerámicos.

Las llantas con fijación monotuerca calzan neumáticos Dunlop Sport Maxx con dimensiones 235/45 ZR17 delante y 255/40 ZR17 detrás. Opcionalmente podemos montar los 235/620 R17 delante y 290/645 R17 de competición.

Hace unos años tuve la oportunidad de probar un Radical SR3 y lo recuerdo como uno de los coche más incómodos que he conducido en mi vida. El RXC no tiene nada que ver con una barchetta, sin duda alguna será muchísimo más confortable.

Para empezar dentro de la carrocería cerrada encontramos un sistema de aire acondicionado, volante regulable en altura y profunidad, dirección asistida, retrovisores eléctricos y hasta pedales regulables. El colmo del lujo lo simbolizan los asientos tipo backet de la reconocida marca de competición Corbeau.

En el listado de opciones encontramos elementos de confort como aislamiento acústico para el habitáculo, alfombrillas o tapicería de piel. También podemos optar entre el depósito de combustible de calle de 70 litros y el de competición de 100 litros. Según el fabricante el precio recomendado del RXC Turbo es de 158.000 €.