Renault presentará en el Concurso de elegancia de Chantilly el 25 de septiembre y exhibirá posteriormente en el Salón de París, que abrirá sus puertas a mediados de octubre, un espectacular show car eléctrico inspirado en el Renault 5 Turbo de 1979 con el que, además, la marca celebra el 50 aniversario del lanzamiento del Renault 5, un modelo del que ya se ha anunciado su recuperación como coche eléctrico en un futuro próximo. Este nuevo concept car se llama R5 Turbo 3E.
El coche es un homenaje a los Renault 5 Turbo y Turbo 2, de ahí el numeral 3 de su nombre en el que la letra E se refiere al hecho de tratarse de un coche eléctrico y el Turbo es un guiño al original, ya que, siendo eléctrico, evidentemente carece de turbocompresor. La marca presenta este coche como una interpretación del universo de los videojuegos y lo ha convertido en un auténtico “drifter”, es decir, un coche pensado para las competiciones de derrapaje.
La configuración del vehículo es biplaza con el grupo propulsor situado en posición central detrás de los asientos delanteros exactamente igual que el Renault 5 turbo original. El R5 Turbo 3E tiene dos motores eléctricos con una potencia conjunta de 380 caballos y un par motor de 700 Nm. Es capaz de alcanzar los 100 km/h en 3,5 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h.
El coche tiene una batería con una capacidad de 42 kW hora situada sobre el piso, lo que le permite disputar diferentes mangas de drift con una sola carga y tiene un ángulo de giro de las ruedas superior a 50 grados para facilitar el derrapaje controlado.
La estética del coche, que recupera el frontal y las puertas del modelo original, está premeditadamente “exagerada” con una parte trasera más ancha que la del Renault 5 Turbo (2,02 metros). El coche mide 4 metros de largo y tiene una altura de 1,32 metros fruto de su enorme alerón de techo. En todo el vehículo hay luces de LED de diferentes colores que se encienden cuando el coche derrapa. También mantiene en el frontal los faros auxiliares del 5 Turbo, en este caso, sin embargo, de forma cuadrada.
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En el interior, realizado en colaboración con Sabelt, destacan los asientos de tipo baquet, la instrumentación con pantallas digitales y el mando del freno de mano vertical al más puro estilo “Drift”. Para los tapizados se ha recurrido a la Alcantara de manera mayoritaria. El coche lleva arcos de seguridad homologados, un fondo plano homologado por la FIA y peso 980 kilos a los que hay que añadir los 520 de la batería para un total de 1.500 kilos exactos.
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Esta chulo.