Tres años después de que la Dirección General de Tráfico (DGT) eliminara el margen legal que permitía superar en 20 km/h el límite de velocidad para adelantar en carreteras convencionales, la medida sigue siendo controversial. Adoptada en marzo de 2022 como parte de la reforma de la Ley de Tráfico, la supresión no vino acompañada de estudios técnicos ni justificaciones científicas. Hoy, diversos expertos cuestionan su impacto real y alertan de un posible incremento del riesgo en este tipo de maniobras. Joan Dalmau, redactor de coches.net, ya lo avisó en un vídeo en 2022.

En su momento, el director de la DGT, Pere Navarro, defendió el cambio alegando que se trataba de una norma anticuada y exclusiva de España y que fomentaba adelantamientos peligrosos, maniobras que en 2019 provocaron la muerte de 239 personas. También afirmó que la eliminación del margen facilitaría la instalación de más radares de tramo, un tipo de control que consideró “más justo” que los radares fijos.
Navarro prometió hacer seguimiento de los efectos al cabo de un año, algo que no llegó a cumplirse. Únicamente Jorge Ordás, entonces subdirector general de Movilidad y Tecnología, sugirió la posibilidad de revisar la medida si los resultados lo aconsejaban. Aunque Ordás ya no está en el organismo.
Uno de los principales reproches a esta decisión es la falta de respaldo técnico. “No existen investigaciones que relacionen los choques frontales o las salidas de vía con los adelantamientos rápidos”, afirma Juan José Alba, doctor ingeniero de la Universidad de Zaragoza e investigador de accidentes de tráfico.
Más riesgo y mayor tiempo para adelantar
La diferencia en seguridad es notable: con el margen de 20 km/h, adelantar a un camión que circula a 80 km/h suponía unos 2,5 segundos de exposición y 77 metros en el carril contrario. Sin ese margen, el tiempo aumenta considerablemente hasta tres veces más y el espacio necesario aumenta a 189 metros.
Los accidentes por adelantamiento en carreteras convencionales descendieron ligeramente. Sin embargo, en 2023 el número de fallecidos en estos siniestros se disparó un 123%, dependiendo de la forma en que se clasificaron los accidentes en los atestados de la Guardia Civil.
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El estudio se centró únicamente en accidentes ocurridos en vías convencionales de calzada única y doble sentido, y en los que los informes oficiales vinculaban directamente la maniobra con un adelantamiento: ya fuera por su carácter antirreglamentario o porque el vehículo implicado estuviera adelantando por la izquierda.
La opinión de la DGT
Pese a estas cifras, la DGT sostiene que es más adecuado analizar la proporción de víctimas en accidentes de adelantamiento respecto al total de siniestros. Bajo ese enfoque, la ratio fue del 6,6% en 2019, cayó al 3,5% en 2022, volvió al 6,6% en 2023 y subió ligeramente al 6,8% en 2024. En abril del año pasado, Navarro declaró en el Congreso de los Diputados: “Ni han subido, como decían algunos, ni han bajado. Estamos como estábamos”.
Para Alba, esa lectura es insuficiente: “Relacionar accidentes con movilidad es síntoma de derrota, es justificar que somos incapaces de intervenir con efectividad para romper esa dependencia”. Además, plantea dos hipótesis que dejarían en mal lugar a la DGT: o bien los conductores ya no adelantan porque se ha vuelto más difícil y peligroso, o bien lo siguen haciendo sin respetar la norma, lo que implica un riesgo aún mayor.
A día de hoy, y pese a las advertencias de los expertos, la DGT no ha dado señales de revisar la medida ni de promover un análisis técnico de su impacto real. La supresión del margen de 20 km/h para adelantar sigue vigente, sin que haya quedado claro si ha servido para mejorar la seguridad… o para complicarla aún más.
Prefiero no opinar, el mas listo pa politico