Stellantis ya es una realidad. La compañía, que tendrá nacionalidad holandesa como consecuencia del establecimiento de su sede en Amsterdam, cotiza en las bolsas de París, Milán y Nueva York y es el resultado de la fusión del grupo francés PSA y del italo-estadounidense Fiat-Chrysler (FCA) (en este vídeo analizamos hace unos meses lo que supone la fusión para los dos grupos) La fusión crea el cuarto fabricante mundial de automóviles por detrás del Grupo Volkswagen, Toyota y la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi (en este vídeo os explicanos quién es quién en el panorama automovilístico mundial) y se sitúa por delante de otros grandes grupos como General Motors, Hyundai-Kia o Ford. El nuevo grupo estará liderado por Carlos Tavares como director general ejecutivo y el presidente es John Elkann, hasta ahora máximo responsable de FCA.
Con la fusión, Stellantis pasa a operar en 130 países, tiene plantas de producción en 30 países, entre ellos España (las plantas de PSA de Madrid, Vigo y Zaragoza) y mejora su equilibrio financiero al combinar la solidez de PSA en el mercado europeo con la de FCA en el mercado estadounidense. En 2019, la suma de ambos grupos consiguió unos beneficios operativos de 1.200 millones de euros sin aplicar todavía las sinergias que empezarán a funcionar con la fusión.
Tavares, en su rueda de prensa de esta misma tarde, ha puesto especial énfasis en presentar la fusión como una gran oportunidad para ambas empresas por su complementariedad, por los grandes ahorros derivados de las compras comunes y el empleo de plataformas compartidas y porque, en palabras del propio Tavares “la fusión es un escudo para las crisis y nos permitirá realizar todo aquello que no podíamos hacer en solitario”.
El Grupo ha anunciado que los ahorros por las sinergias serán de unos 5.000 millones de euros anuales. En la planificación y desarrollo de nuevos modelos, el desarrollo de elementos modulares y la fabricación, ambas compañías pretenden rebajar un 40% los costes. A ellos se sumará otro 35% de ahorro en compras y un 25% por la integración de departamentos como los de ventas y marketing, logística, cadena de proveedores, post-venta y recambios y por la optimización de costes en aquellas regiones donde el nuevo fabricante esté sólidamente establecido. Tavares se ha comprometido a no cerrar ninguna planta del Grupo como consecuencia de la fusión.
Nueva organización
La gestión de la compañía se establece en forma de nueve comités que se encargarán de diferentes aspectos. Las 14 marcas con que contará el nuevo Grupo: Peugeot, Citroën, Opel, Vauxhall, DS, Fiat, Abarth, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Jeep, Dodge, Chrysler y RAM seguirán su camino con Lancia como principal incógnita. Luca Napolitano, que fuera director general de Fiat en España es el nuevo responsable de la centenaria marca que, actualmente, vende un único modelo, el Ypsilon en el mercado italiano.
Firmas como Jeep, Opel-Vauxhall o Citroën mantienen sus mismos responsables en las personas de Christian Meunier, Michael Lohscheller y Vincent Cobee mientras que Linda Jackson, que fuera responsable de Citroën aterriza en Peugeot, Timothy Kuniskis asume Dodge y Chryelar y Jean-Philippe Imparato, hasta ahora número dos de Peugeot será el responsable de recuperar Alfa Romeo. DS queda en manos de Béatrice Foucher, Mike Koval dirigirá RAM, Davide Grasso Maserati y Olivier François regresa a Europa para ocuparse de Fiat y Abarth.
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Con este enorme portfolio de marcas, Stellantis cubre prácticamente todo el mercado mundial, con una fuerte presencia en el mercado de trucks en Estados Unidos (todoterrenos, SUV y pick-ups) con Jeep y RAM, una importante cuota de mercado en Europa en turismos y, sobre todo, vehículos comerciales ligeros y una presencia importante en África y Oriente Medio a través de PSA y en América Latina, donde ambos grupos están presentes. Queda por resolver el problema de China. En la rueda de prensa, Tavares ha admitido que los resultados en aquel mercado son decepcionantes, que no han hecho bien las cosas y que la fusión es una oportunidad para afrontarlo de otra manera.
De cara a futuro y, por supuesto, a la electrificación, Tavares ha explicado que trabajan con la previsión de que en 2030, el 35% de sus vehículos vendidos sean electrificados (el porcentaje será muy superior en Europa), se reduzca de manera notable el número de vehículos en circulación por el car sharing, se vendan 16 millones de coches equipados con tecnología 5G y lleguen al mercado nuevos actores disruptivos (no ha citado explícitamente a empresas como Apple pero se le entendió todo). La idea de Stellantis es mantener el acuerdo de PSA con Waymo para la conducción autónoma y explorar nuevos modelos de electrificación.
Tavares ha sido también muy claro en anunciar que las nuevas normativas medioambientales y de seguridad encarecerán el precio de los coches entre un 20 y un 40% y ha asegurado que en algunos mercados, ese aumentos pondrá los coches, sobre todo los eléctricos, fuera del alcance de las clases medias y ha puesto a Sudamérica como ejemplo y al reciente anuncio de cierre de las plantas de Ford en Brasil como ejemplo. “Nosotros fabricamos coches se acuerdo con las regulaciones pero si estas no tienen en cuenta el poder adquisitivo de los países, no es nuestra responsabilidad” ha explicado traspasando ésta a los gobiernos.
Respecto de las marcas, Tavares ha asegurado que cada una intentará crecer allí donde es más fuerte, descartando, por ejemplo, la entrada inmediata de marcas de PSA como Peugeot en el mercado estadounidense y también ha destacado que aquellas marcas con más problemas de producto (referencia velada a Fiat, cuyos modelos son muy veteranos) tendrán ahora una gran ocasión para revitalizarse. El CEO de Stellantis ha puesto como ejemplo el Opel Corsa, un modelo que, con la adopción de la plataforma de PSA, ha recuperado su estatus de líder de ventas en Alemania y ha dicho que ese mismo modelo de desarrollo debe traspasarse a otras marcas en busca de su rentabilidad.
Fusiones entre marcas, alianzas entre fabricantes de diversos países, alianzas entre antiguos enemigos comerciales para abaratar costes... Para que se preparan?? Para una gran crisis o para un enemigo común?? Yo creo que esta claro... VIENEN LOS COCHES CHINOS