Stellantis, la nueva corporación fruto de la fusión entre los antiguos grupos PSA y FCA (más información en vídeo sobre la fusión en este enlace), ha presentado su estrategia global de electrificación que, aprovechando la experiencia interna de ambos grupos, así como las joint-ventures establecidas con terceros, buscará ofrecer tecnología eléctrica avanzada a precios asequibles e incrementar el beneficio de la empresa por encima del 10% de manera sostenida. El grupo prevé realizar una inversión de 30.000 millones de euros en el proceso de electrificación de las gamas de las diferentes marcas del grupo y en el desarrollo de software hasta 2025.
Stellantis tiene como objetivo que en 2026 el coste de propiedad de los vehículos eléctricos sea equivalente al de los vehículos de combustión interna y cada una de las 14 marcas del Grupo debe asumir el el compromiso de ofrecer soluciones de electrificación total, pero sin renunciar a la personalidad de cada una de ellas. La compañía anuncia, de cara a un futuro próximo autonomías de entre 500 y 800 km para sus futuros modelos y una capacidad de carga rápida de 32 km por minuto. Para ellos, apoyará el desarrollo de redes de carga rápida en toda Europa con un acuerdo entre su filial Free2Move eSolutions y Engie EPS que permita además emular el modelo de negocio de Free2Move eSolutions en el mercado norteamericano.
Cuatro plataformas eléctricas globales
Stellantis trabaja en el desarrollo de cuatro plataformas globales para vehículos electrificados que le permita cubrir toda la oferta de sus 14 marcas. Las plataformas estarán diseñadas con un alto nivel de flexibilidad (de longitud y anchura) y componentes compartidos, generando economías de escala ya que cada plataforma puede soportar la producción de hasta dos millones de unidades al año. Estas plataformas se llamarán: STLA Small, con una autonomía de hasta 500 kilómetros, STLA Medium, con una autonomía de hasta 700 kilómetros, STLA Large, con una autonomía de hasta 800 kilómetros y STLA Frame, para vehículos industriales y pick-ups, con una autonomía de hasta 800 kilómetros.
La propulsión incluye una gama de tres módulos de accionamiento eléctrico (EDM) que combinan el motor, la transmisión y el inversor. Estos EDM son compactos, flexibles y fácilmente ampliables. Los EDM se pueden configurar para tracción delantera, trasera, tracción total y 4xe. Un programa de actualizaciones de hardware y de actualizaciones inalámbricas de software prolongará la vida útil de las plataformas hasta bien avanzada la próxima década. Stellantis desarrollará internamente software y controles para mantener las características únicas de cada marca.
Una de las marcas que ya ha dado a conocer su plan de electrificación es Opel, que ha anunciado su conversión a marca 100% eléctrica en el año 2028. Para entonces, la marca alemana habrá sido lanzada en China como parte de la estrategia de Stellantis para recuperar el pulso en ese mercado. Opel también ha anunciado que a mediados de esta década lanzará un modelo eléctrico cupé que recuperará la esencia del recordado Opel Manta (información en este enlace sobre la electrificación de un Manta de primera generación).
Los paquetes de baterías se adaptarán a diversos tipos de vehículos, desde las baterías destinadas a coches urbanos pequeños, hasta los paquetes de alta densidad energética para vehículos y camionetas de gran potencia. Se prevé contar con dos químicas de batería en 2024 para satisfacer distintas necesidades de los clientes, una opción de alta densidad energética y una alternativa sin níquel ni cobalto. En 2026 está previsto introducir la primera tecnología competitiva de baterías de estado sólido.
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Ahorro de costes
Carlos Tavares, el director general de la compañía, explicó que Stellantis prevé un ahorro de 5.000 millones de euros anuales gracias a las sinergias que se establecen dentro de la nueva compañía y que pasan, además, por la reducción del coste de las baterías y la optimización constante de los costes de distribución y producción. La firma pretende, asimismo, incrementar los ingresos por prestación de servicios a los clientes. Stellantis buscará liderar el mercado de los vehículos de bajas emisiones y, para ello y hasta 2030, su objetivo es que el mix de turismos electrificados en Europa crezca en más del 70%, 10 puntos porcentuales por encima de las previsiones actuales del sector. En EE.UU., se prevé que el mix de Stellantis de turismos y vehículos industriales ligeros electrificados supere el 40% en 2030.
En el apartado de vehículos comerciales, Stellantis pretende consolidar su liderazgo en Europa y su posición en Norteamérica, con el objetivo de ser líder global en vehículos comerciales eléctricos. La compañía lanzará modelos electrificados en todas las regiones donde opera en los tres próximos años, incluyendo la oferta de vehículos comerciales medios con pila de combustible de hidrógeno a finales de 2021.
Para poder fabricar todos los vehículos eléctricos previstos en su hoja de ruta, el grupo prevé dotarse de una capacidad de producción de 130 gigavatios/hora (GWh) en 2025 y más de 260 GWh en 2030. Las necesidades de baterías y componentes para vehículos eléctricos se colmarán con la construcción de cinco “gigafábricas” en Europa y Norteamérica, complementadas con contratos y asociaciones de suministro adicionales.
Dos de esas gigafactorías estarán en Estados Unidos mientras que las otras tres se han proyectado en Europa. Dos de ellas estaban ya adjudicadas puesto que saldrán del acuerdo de joint-venture con Total para establecerlas en Douvrin (Francia) y Kaiserslautern (Alemania). La tercera se construirá en Térmoli (Italia). Stellantis ha firmado acuerdos con dos socios del proceso de litio de salmuera geotérmica de Norteamérica y Europa para asegurar el suministro de litio y tiene, como gran objetivo, abaratar el precio de las baterías en más de un 40% entre 2020 y 2024, y más de un 20% adicional en 2030.
