El BMW M340 iXDrive es ahora mismo la versión más deportiva de la nueva Serie 3 (prueba en vídeo del BMW Serie 3), a la espera que llegue un nuevo BMW M3. Está animado por un motor de 6 cilindros en línea turbo que rinde 374 CV y anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Ya está a la venta en España desde 71.200 euros.
El BMW M340i xDrive es una versión M Performance que resulta ideal para disfrutar en el día a día. Un sedán que brinda un equilibrio casi perfecto entre prestaciones que emocionan de verdad y un altísimo nivel de confort.
Máxima discreción
A simple vista es bastante discreto, claro que cuenta con un kit de carrocería M, pero el que podríamos equipar en cualquier Serie 3 a modo de opción. La pintura color azul Tansanitblau metalizado puede llegar a parecer negro según la luz a la que expongamos el coche. Hasta las llantas son pequeñas para los tiempos que corren.
Equipa llantas de 18” con medidas de neumático 225/45 R18 delante y 255/40 R18 detrás. Casualidades de la vida, las medidas de goma son prácticamente las mismas del BMW 328i de 1999 que tengo yo, y estoy hablando de un coche de hace 20 años. En mi caso delante es 225/40 R18 y detrás 255/35 R18, todavía con menos perfil.
Calidad y confort
Está a la última en tema “pantallitas”. Con un cuadro de instrumentos 100% digital que podemos configurar a nuestro antojo, y una pseudo-tablet en lo alto del salpicadero. Esta pantalla principal es táctil, aunque también la podemos controlar con el mando giratorio del iDrive.
Cada cual tendrá sus gustos, personalmente prefiero usar un mando como el iDrive, muy a mano, con gestos intuitivos y repetitivos, que tener que desviar la atención de la carretera para acercar la mano a la pantalla táctil.
La unidad de pruebas estaba equipada hasta los topes con un potentísimo equipo de audio Bowers & Wilkins que ofrecía una calidad acústica sensacional. Curiosamente, a través de los altavoces de este sistema de sonido se proyecta sonido del motor… Cosas que se hacen hoy en día.
En la prueba sólo pude conducir la carrocería sedán, aunque también está disponible en carrocería Touring de tipo familiar. La gran diferencia está en el maletero, mientras que el primero se queda con 480 litros, el segundo puede ampliar sus 500 litros hasta 1.510 litros.
Más rebelde de lo que imaginaba
Para empezar este es un coche sumamente cómodo, concebido para el mundo real. Con una suspensión pilotada que filtra las irregularidades del firme, pero que al mismo tiempo ofrece un alto nivel de estabilidad.
El motor 3 litros de 6 cilindros en línea turbo empuja mucho más de lo que esperaba. De 1.850 a 5.000 rpm brinda de forma ininterrumpida 500 Nm de par máximo, y de 5.500 a 6.500 rpm 374 CV de potencia máxima.
Da la sensación de que tiene más de 400 CV, quizás algo tiene que ver el sistema de tracción integral xDrive de serie. Con esta solución puedes aprovechar del primer al último Nm en cada aceleración.
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Es una lástima que en aceleración se recurra a un sonido ficticio que se escucha a través de los altavoces del sistema de audio. No obstante, al levantar el pie del acelerador se producen explosiones y petardeos dignos de un BMW M de verdad.
Lo mejor de todo es que si quieres, desactivando el control de estabilidad (DSC) liberas la bestia que lleva dentro, y aunque sea un tracción integral puedes derrapar con una facilidad pasmosa. Racional, efectivo, pero al mismo tiempo rebelde.
Pesa 1.770 kilos y mide más de 4,7 metros de largo. Para lo grande que es el M340i xDrive se mueve con gran agilidad. La tracción integral también es clave a la hora de aportar este plus de dinamismo.
La caja de cambios Steptronic de 8 relaciones es suave como un doble embrague, y eso que se trata de un cambio con convertidor de par. Además, siempre que optes por el modo manual pasas a disponer de un modo manual de verdad.
La dirección ofrece un lectura bastante clara de la carretera, mostrando su mejor lado cuando seleccionas el modo Sport Plus. En la misma línea, el conjunto de frenos aguanta bien en conducción deportiva.
Las prestaciones que anuncia son más que respetables con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y una velocidad punta limitada electrónicamente a 250 km/h. Todo ello combinado con un consumo medio de apenas 7,6 l/100 km.
En resumidas cuentas
Claro que un BMW M puro y duro es mucho más salvaje y extremo. No obstante, si te planteas la compra de un vehículo de este tipo, lo más seguro es que termines usándolo en todo tipo de desplazamientos, y hay ocasiones en las que un M a secas puede llegar a ser algo incómodo.
A diferencia del Audi S4 de última generación que recurre a un motor diésel TDI, BMW sigue apostando por los motores gasolina de altas prestaciones que al mismo tiempo han sido desarrollados para ofrecer consumos ajustados en conducción normal.
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