Seguro que a ninguno se os escapa que Citröen celebra su centenario en 2019. Para conmemorar sus cien años de existencia, la firma francesa está dedicando este año a rendir homenaje a su extensa historia, a los propietarios de sus vehículos de todas las épocas y a los aficionados de la marca, que son legión no sólo en su país de origen sino alrededor del mundo. El culmen de esta cadena de celebraciones ha sido el “Encuentro del Siglo”, evento de conmemoración oficial del centenario que ha tenido lugar este fin de semana en La-Ferté Vidame, en la región de Centro-Valle del Loira.
Esta multitudinaria concentración, organizada por ACI (asociación de “amantes de Citroën”), Citroën Heritage y Peugeot Citroën DS Adventure, ha logrado reunir 5.000 automóviles de la marca, empequeñeciendo así a las 100 unidades congregadas para el evento Born Paris XV, celebrado un mes atrás y al que Joan Dalmau dedicó este emotivo artículo.
La gran fiesta de Citroën fue inaugurada el viernes 19 de julio por su CEO, Linda Jackson, quien dio la bienvenida a los 10.000 participantes en este Encuentro del Siglo. En la carpa de Citroën estaban presentes numerosos modelos históricos y actuales de la firma francesa; y como guiño a su futuro, encontramos expuestos a los dos concept cars presentados en lo que va de año: Ami One y 19-19.
Pero en realidad la propia la propia marca no quería ser protagonista: debían serlo sus clientes y aficionados. Así, la enorme extensión de bosque y pradera sirvió como punto de encuentro para clubes de toda Europa, reunidos bajo el sol del verano francés. La congregación de coches aparcados era tal que, sin importar dónde estuviésemos en cada momento, llegaba más allá de nuestra vista.
Por este motivo, y también por puro sentido común, la organización tuvo a bien dividir la exposición por zonas, cada una de ellas dedicada a un modelo y época en concreto. Durante nuestro recorrido a pie disfrutamos contemplando históricos de Citroën como los Traction y Rosalie, modelos emblemáticos como los DS, Mehári, 2 CV, SM, Ami 6 y GS; otros más recientes como los AX, Xantia y C6; y coches de competición como el ZX preparado para el París-Dakar, los DS de raids y rallys y WRC de distintas épocas como el Xsara y el C3. Evidentemente, la lista de modelos es lo bastante amplia como para no poder citarlos todos aquí -os invito, eso sí, a repasar la galería fotográfica-; y tampoco voy a dedicar este artículo a repasar la historia de Citroën, que repasó Joan Dalmau de manera concisa y didáctica en su artículo al regreso de Born Paris XV, y en la que buceó Gerard Farré en su visita al Conservatoire.
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Sí os diré que me dejó verdaderamente anonadado la interminable cantidad de unidades expuestas para cada modelo, en distintas variantes de carrocería y decoración, y casi todas ellas en perfecto estado de revista. Es asombroso el cuidado, cariño y tiempo que los propietarios dedican a cada una de estas joyas. También fue divertido comprobar cómo otros dueños han decidido transformar sus máquinas de manera más desenfadada, con el 2 CV como víctima propiciatoria: lo mismo lo convierten en un “hot rod” que en una especie de Caterham con motor boxer y una suerte de Bugatti “de bajos vuelos”.
Otra actividad de interés fueron las experiencias de copilotaje en coches clásicos y no tan clásicos de la marca al volante de sus propietarios, algunos de ellos disfrazados de manera acorde con la época de su montura. Y tampoco podían faltar los mercadillos, las zonas infantiles con coches de pedales para los más pequeños, los escenarios de música en vivo y los puestos de comida, especializados mayoritariamente en exquisiteces de la región.
En definitiva, el Encuentro del Siglo ha cumplido con su papel de punto de encuentro para integrantes, clientes y aficionados de la marca. Pero también como nexo entre el pasado y el futuro de Citroën, una marca que a lo largo de su historia ha llevado por bandera la innovación y el diseño y a la que humildemente ruego que no deje de hacerlo durante sus próximos cien años. Lo que me fastidia es saber que no podré comprobarlo en el Segundo Encuentro del Siglo.
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