Citroën cumple en 2019 su primer siglo de vida y para celebrarlo como es debido, ha presentado un concept car que resume, en cierta manera, su filosofía de marca. El 19-19 es un coche que adelanta la visión de la marca para los próximos años (es eléctrico y permite la conducción autónoma de nivel 4, es decir, con el coche asumiendo todos los aspectos de la conducción) pero, al mismo tiempo, apuesta por el máximo confort y por la originalidad tanto en el aspecto estético como en la concepción del habitáculo.
El coche es realmente espectacular y se aparta de lo habitual en muchos aspectos. El primero son las ruedas, de tamaño enorme y desarrolladas conjuntamente con Goodyear que ha buscado integrar al máximo el neumático con la llanta. Las ruedas quedan separadas del resto del coche y están cubiertas por unos ligeros guardabarros de color azul, el mismo que los elementos decorativos de las propias llantas y de la parte trasera de la carrocería.
Ésta es de cristal en su mayor parte, como si se tratara de una burbuja suspendida en el aire. La idea de Citroën ha sido aislar al máximo a los ocupantes de la carretera con esta "carlinga" elevada y totalmente acristalada. La franja azul es un recubrimiento micro-perforado que permite a los pasajeros traseros ver hacia fuera sin ser vistos. Otra particularidad de la carrocería es que al ser transparente también en la parte baja frontal, permite ver la carretera pasar por debajo del coche.
Otra peculiaridad del modelo es que deja a la vista algunos elementos mecánicos como, por ejemplo, la suspensión. Pintada en color negro, con contraste entre piezas gracias al acabado mate o brillante, el sistema con amortiguadores hidráulicos progresivos, la misma tecnología de que disponen modelos como el C5 Aircross (primer contacto en video con este modelo en este enlace) o el C4 Cactus (primer contacto en video con este modelo en este enlace) queda a la vista y puede observarse desde el interior del habitáculo.
Finalmente, entre sus detalles estéticos merece destacarse la forma de los faros delanteros y de los pilotos traseros, unas líneas de luz de LED que, además de dar personalidad al frontal y a la trasera y de iluminar, son un guiño a la estética actual de los modelos de la marca y crean, en el centro, el logotipo de Citroën. El coche tiene numerosos detalles que recuerdan a modelos precedentes de la marca, otra manera de celebrar el centenario de la misma.
El coche dispone de un motor eléctrico del que la marca no ha proporcionado más datos que una optimista autonomía de hasta 800 KM, lo que debería permitir poder usar el coche en largos viajes ya que, además, en aquellas carreteras en que sea posible, el coche podría recargarse por inducción durante el recorrido y también en parado en las áreas de servicio.
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El habitáculo es también muy innovador. Los asientos son distintos entre sí. El del conductor es una especie de sillón que recoge muy bien el cuerpo, el del acompañante una especie de "chaise longue" y las dos plazas traseras son como un sofá con una mesita. Cada espacio está tratado de manera distinta y tiene una "burbuja sonora" propia para no interferir con el resto de ocupantes. La marca asegura que en cada caso se ha priorizado el confort de marcha por encima de cualquier otro criterio y que circular dentro del habitáculo del 19-19 es como hacerlo sobre una alfombra voladora.
En el centro del salpicadero existe una especie de cilindro que funciona como asistente personal y que queda por debajo del propio salpicadero cuando se conduce el coche de manera normal y emerge por encima al tiempo que desaparece el volante al pasar al modo de conducción autónoma. Este asistente, con inteligencia artificial, se anticipa a las necesidades de los usuarios (de todos) y les propone todo tipo de entretenimiento además de actuar como navegador y gestionar otras funciones del coche.
La instrumentación se proyecta por completo en el parabrisas y bajo el salpicadero hay una pantalla para el acompañante. El coche tiene también pantallas exteriores para recibir a los usuarios y ofrecer diferente tipo de información. En definitiva, se trata de un coche que explora nuevas posibilidades de viaje, en una atmósfera relajada y agradable, que permite mantener el control del vehículo o dejar que conduzca por sí mismo y que anuncia 800 kilómetros de autonomía eléctrica. Todo ello en un horizonte 2030.