Ford Fiesta GLP: una alternativa sostenible y realista

Tras los reajustes derivados de la entrada en vigor de la normativa WLTP, el Ford Fiesta GLP vuelve a estar disponible con el motor EcoBoost 1.1 de 75 CV; su precio de partida es de 17.160 euros y da acceso a la etiqueta ECO de la DGT. Este vehículo, como el resto de su clase, se propulsa a través de un sistema que combina la gasolina con el Autogas o Gas Licuado de Petróleo -aquí nuestra comparativa en vídeo entre el GLP y otras alternativas: gasolina, diésel híbrido y gas natural comprimido (GNC)-. En esta ocasión viajamos con el Ford Fiesta GLP desde Barcelona hasta Bilbao repostando tan solo en gasolineras Repsol con Autogas para poner a prueba su rendimiento, el coste del trayecto y su red de estaciones de servicio.

La vuelta del Ford Fiesta GLP no podía llegar en mejor momento. Las restricciones de tráfico están asentadas en Madrid pero otras ciudades como Barcelona las pondrán en marcha en cuestión de semanas. No solo las grandes capitales se verán afectadas, Sevilla, Valencia, Zaragoza o Valladolid son solo algunas de las metrópolis que también tendrán que aplicar restricciones al tráfico por sus niveles de contaminación.

Este panorama de incertidumbre ha generado muchas dudas al comprador. Deben cambiarse el coche pero no saben hasta qué punto pueden confiar en la combustión tradicional (gasolina o diésel) ante el ataque y derribo de las autoridades. La electrificación, por mucho que lo intentemos, no es realista fuera de las ciudades o alrededores (por ahora) así que toca abrir la mente. Opciones hay y el Gas Licuado de Petróleo es una de ellas, probablemente la más asentada y conocida por el gran público.

El motor Ecoboost 1.1 PFi GLP que monta el Fiesta GLP rinde 75 CV y se combina con el cambio manual de 5 velocidades. Puede funcionar sin cambios perceptibles tanto en Autogas como en gasolina pero pierde algo de potencia en esta última variante. El GLP tiene un menor poder calorífico así que en momentos de exigencia el propulsor será menos reactivo, un detalle complicado de sentir en un uso convencional como el que daríamos a este propulsor.

La autonomía homologada en modo GLP es de 400 kilómetros, a lo que sumaremos los cerca de 600 km de la gasolina en función de la conducción. A través de un botón situado debajo de la palanca de cambios podremos modificar el combustible utilizado por el propulsor y se iluminará un piloto verde en el cuadro de instrumentación cuando estemos recurriendo al Autogas. Esto lo convierte en una opción interesante para el uso urbano e interurbano pero también para los viajes de mayor recorrido, en los que además no tendremos demasiadas dificultades para encontrar surtidores de GLP.

Con motivo de su lanzamiento Ford España ha puesto en marcha un Tour de 3.316 kilómetros por el territorio denominado Ford Fiesta GLP Tour. Esta iniciativa recorrerá las principales ciudades del país, zonas propensas a este tipo de alternativa ya sea por las restricciones o la mayor opción de repostaje. Participamos en la primera etapa que unió Barcelona y Bilbao, de ahí irán a Oviedo, A Coruña, Valladolid, Ciudad Real, Sevilla y Madrid, donde finaliza el Tour el 27 de noviembre.

El modelo utilizado es un Ford Fiesta GLP cinco puertas con acabado ST Line así que contamos el diseño más deportivo de esta versión. El diseño en panal de la parrilla, los faros antiniebla con ribetes oscuros y los paragolpes son específicos del ST Line así como las llantas de aleación de 17 pulgadas Rock Metallic Edition, los asientos deportivos con las costuras en color rojo y el volante forrado en piel con el detalle perforado en la zona de agarre.

La suspensión del ST Line es deportiva pero lo que más se agradece, en este caso, es el sistema de infoentretenimiento SYNC 2.5 compatible con Apple CarPlay y Android Auto. La pantalla táctil de 8 pulgadas mejora mucho la calidad percibida respecto a la anterior generación y se mantiene en esta variante GLP. De serie llega con luces LED diurnas, ayuda de mantenimiento en el carril y control de crucero, adaptativo opcionalmente.

El único cambio funcional es que bajo el piso del maletero se encuentran los dos depósitos de gas de 33,6 litros así que no hay espacio para la rueda de repuesto o kit de reparación. El depósito de gasolina es de 42 litros y ambas bocas de carga se encuentran la una al lado de la otra. El cuadro de instrumentación también es específico y podremos estar informados en todo momento de la autonomía de GLP y gasolina gracias a sus dos ordenadores de a bordo.

Es un Ford Fiesta y como tal se mantiene cumplidor en las vías rápidas sin ser su hábitat natural. El trayecto Barcelona- Bilbao se realizó por autopista y a velocidad constante (107,13 km/h) gracias al control de crucero. El confort es notable y pudimos realizar los 597,8 kilómetros sin apegas fatiga.

Queda claro entonces que no fuimos a todo gas por la AP-2, tampoco habría servido para nada. Lo interesante de este viaje era buscar las diferencias entre un Fiesta GLP y un gasolina pero… no las hay más allá de su repostaje. Incluso cambiando el tipo de combustible que recibía el motor era imposible detectar en qué momento exacto entraba en funcionamiento. Eso sí, los 75 CV de potencia se quedan algo cortos para estas ocasiones y se notaba cierto sufrimiento en pendientes pronunciadas con el maletero lleno.

El primer repostaje lo realizamos a la salida de Barcelona y todos ellos fueron en gasolineras Repsol, compañía con la que participan en este Tour y que se ha implicado con el Autogas desde buen principio con más de 400 estaciones de servicio repartidas por el territorio nacional. El 60% de los surtidores de GLP están en sus instalaciones y desde Repsol confían plenamente en el incremento de este tipo de movilidad.

El precio durante nuestro viaje se mantuvo entre los 0,72 y 0,76 euros el litro, primera ventaja. Repostar GLP supone un ahorro de casi el 50% respecto a la gasolina pero consume algo más durante la circulación, de ahí que el total sea un 30% menor. Llegar a Bilbao nos costó 39,29 euros al repostar 52,42 litros de GLP, con parada en Zaragoza y justo antes de entrar a la ciudad de destino.

La etiqueta es importante, sí, pero más importante me parece el hecho de no tener que cambiar tus hábitos de vida por conseguirá. Repostar GLP no conlleva ni mucho más tiempo ni más peligro que la gasolina, sencillamente hay que seguir unos pasos. Montar el adaptador a la boquilla situada al lado de la boca del depósito de gasolina, introducir la manguera, fijarla mediante una pestaña en el propio tirador y por ultimo dejar apretado el botón para que el gas se cargue. Un proceso que, como mucho, se incrementa en 2 minutos respecto al repostaje convencional.

Lejos quedan esas imágenes de tanques de gas ocupando espacio en el maletero; el Ford Fiesta GLP es idéntico a su homólogo de gasolina y llega directo de fábrica. Se comercializará en los niveles de acabado Trend y ST-Line así que contará con todo el equipamiento y gadgets tecnológicos que incluye su versión ‘al uso’.

Está clasificado como vehículo bi-fuel ECO al ser considerado combustible alternativo y sostenible, con una emisión nula de partículas nocivas (sí de CO2). Eso supone un 75% de bonificación en el IVTM (Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica) y en muchas ciudades la utilización del carril VAO entre otras ventajas. Todo ello sin tener que hacer un desembolso exagerado como sucede con los eléctricos, la amortización de la instalación se consigue rápidamente con un precio de salida de 17.160 euros para el modelo Trend.

Además, y con motivo de su lanzamiento y colaboración con Repsol, aquellos que compren el Ford Fiesta GLP antes del 31 de diciembre recibirán un bono de 350€ para repostar en las estaciones de Autogas de Repsol, Campsa y Petronor.