Mercedes ha desvelado en Ginebra uno de sus modelos más esperados: el AMG GT Coupé de 4 puertas. Vaya por delante que su nombre presenta ciertas contradicciones. Para empezar, este modelo no deriva del AMG GT original sino del nuevo Mercedes-Benz CLS que hemos probado en vídeo hace bien poco. Y si podemos considerar que el CLS es un "cupé de cuatro puertas", el AMG GT de 4 puertas tampoco lo sería, porque a diferencia de aquel, este sí tiene portón de maletero y por lo tanto es un 5 puertas.
Sea como fuere, el Mercedes-AMG GT es un precioso deportivo desarrollado de manera independiente por la casa de Affalterbach para convertirse en rival directo del Porsche Panamera y, hasta cierto punto, del nuevo Audi A7 -del que recientemente os trajimos esta videoprueba-. Y lo hace con estilo, elegancia y... potencia.
El nivel de acceso es el 53 4Matic+, que equipa un motor de tres litros y 6 cilindros en línea con turbocompresor y compresor eléctrico, y que es capaz de entregar potencia de 435 CV. Se sitúa por encima el 63 4Matic+, un V8 de 4 litros biturbo con 585 CV; y en lo más alto encontramos al 63 S 4Matic+, con el mismo bloque motor pero una potencia de 639 CV, los justos para alcanzar una velocidad punta de 315 km/h. Todas las versiones cuentan con tracción total y equipan una caja automática de 9 velocidades.
Pasando al diseño, el frontal denota su parentesco con el CLS, aunque trae una serie de cambios que lo identifican, y, de camino, mejoran su eficiencia aerodinámica. Los faros también son distintos, y en mi opinión, mucho más bonitos. La silueta comparte con el CLS su mitad delantera, adaptándose en la parte posterior a la esperada silueta cupé con un techo en caída prolongada hasta el final. Las ventanillas, como corresponde, carecen de marco. Para mi gusto, la trasera es mucho más bonita que la del CLS, algo a lo que contribuye sobremanera la forma de las ópticas, más alargadas.. y acertadas.
El portón trasero cuenta con un alerón retráctil que opcionalmente puede ser fijo. Y hablando del portón, esta es sin duda la gran ventaja de este modelo a efectos prácticos, por cómo facilita el acceso al maletero. Su capacidad de 395 litros no es gran cosa si la comparamos con los 495 litros del Porsche Panamera y más aún con los 535 del Audi A7 , pero al menos contamos con otros 60 litros extra bajo el piso.
Con un techo tan bajo como el de este "cupé", el acceso a las plazas traseras no es muy sencillo, y hay que tener cuidado con la cabeza al entrar. La altura libre no es muy destacable pero hay espacio sobrado para las piernas, los codos y los hombros. La fila posterior puede estar preparada para dos personas (con asientos individuales realmente cómodos) o para tres ocupantes (en este caso, con respaldos abatibles en dos secciones asimétricas).
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El puesto de conducción es muy similar al del Mercedes CLS, con un salpicadero casi idéntico y las mismas pantallas digitales -cuyo funcionamiento nos explicó Joan Dalmau en su videoprueba-. Pero hay algunas diferencias importantes, y casi todas están en la consola central: a ambos lados hay una serie de botones multifunción en forma de pequeñas pantallas capacitivas; la palanca de cambios no está situada tras el volante sino la propia consola, en una posición muy retrasada; y también se dice adiós al dial giratorio en favor de un touchpad de gran tamaño.
Por supuesto, el último modelo de Mercedes puede venir cargado de opciones de equipamiento, tanto de confort como de seguridad activa; además de las capacidades de conducción semiautónoma que ya hemos visto en otros modelos de la casa.
El Mercedes-AMG GT Coupé de cuatro puertas aún no tiene precios definitivos para el mercado español, de cara al inicio de su comercialización en verano de este mismo año.
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