El primer híbrido enchufable de MINI llega de la mano del Countryman Cooper S E All4. El modelo más grande de la marca británica con marcado carácter SUV apuesta por la solución del híbrido enchufable y declara una potencia conjunta de 224 CV.
Estéticamente el nuevo Countryman F60 guarda numerosas similitudes con el modelo anterior R60 (2010-2016). Bien es cierto que si nos fijamos en detalle son numerosos los cambios, sobre todo en la forma de las ópticas delanteras y por la mayor superficie acristalada en la parte posterior de la carrocería.
De serie monta llantas de 17” pero esta unidad ha sido equipada con las Edged Spoke de 19” (1.500 euros) mucho más vistosas. El azul Island Blue metalizado (600 euros) combina a la perfección con el techo en color blanco y las franjas blancas del capó (125 euros). Es de lo más curioso que el techo en color blanco sea gratis, posiblemente se trate del único opcional que no tiene coste de todo el listado.
Vamos que dejarlo así de mono a nivel estético supone un desembolso de 2.245 euros. Y aquí todavía no hemos sumado ningún extra del interior. Si quieres ver hasta cuánto asciende la dolorosa, sigue leyendo.
Amplio y cómodo como ningún otro MINI
Los ocupantes de la primera disfrutan de dos confortables asientos, que en esta unidad disponen de regulación eléctrica (1.000 euros) y calefacción integrada (300 euros). El tapizado en cuero Chester British Oak (1.700 euros) tiene una calidad digna de coches de clases superiores.
El espacio a bordo es generoso para piernas, cabeza y hombros de los ocupantes de ambas filas. Este es el menos MINI de los MINI, vamos, que es el que ofrece un habitáculo más amplio y confortable de todos. Su habitabilidad interior es digna de un monovolumen de segmento compacto.
Sumando el techo panorámico practicable opcional (1.000 euros) la sensación de espacio dentro todavía incrementa más. Al tratarse de un SUV la posición elevada de los asientos y la amplia superficie acristalada garantizan además una muy buena visibilidad exterior.
Puedes equiparlo con lo último en tecnología y soluciones de confort. Eso sí, a un precio que pone la piel de gallina. MINI WIRED que incluye carga inalámbrica para el móvil, navegador profesional y Connected XL (2.121 euros), driving assistant (600 euros), Head-up display (600 euros), sensores de aparcamiento con cámara (1.150 euros), acceso sin llave (400 euros), alarma (350 euros), portón de apertura gestual (450 euros)…
Aunque declara sólo 405 litros el maletero del Countryman es bastante aprovechable gracias tanto a su anchura, como buena altura a bandeja. Dado que el paquete de baterías del sistema híbrido se encuentra bajo el piso del maletero se pierden 45 litros con respecto a un Countryman con motor de combustión. Abatiendo la segunda fila el espacio de carga crece hasta los 1.275 litros.
Grande por dentro y grande por fuera
Con 4,30 metros de largo es el MINI más largo de la historia, ganando en 46 mm al Clubman F54. Sus cotas de altura (1,56 metros) y anchura (1,82 metros) contribuyen a aportar una imagen robusta y contundente.
Ligero tampoco es, sobre la báscula declara la friolera de 1.735 kilos, casi el triple de lo que pesaba un Austin MINI clásico. La solución híbrida aporta un importante inconveniente de peso. Si lo comparamos con un Countryman Cooper S, el S E es 130 kilos más pesado.
Su carrocería elevada en 165 mm sobre el suelo y sus casi 2 toneladas de peso no son precisamente la mejor combinación a la hora de disfrutar en una carretera secundaria. Si bien los muelles son algo duros, la carrocería termina inclinando bastante en apoyos fuertes.
Lo más habitual es aprovechar el sistema de frenada regenerativa para recargar las baterías. En una carretera secundaria a ritmo alegre, entonces entran en acción los frenos convencionales. Un conjunto bastante justo para un coche con su capacidad de aceleración y su peso. Quizás sería mejor haberle otorgado otra denominación y no Cooper S dado que de un MINI Cooper S se espera un mayor grado de dinamismo.
El sistema de propulsión híbrido está compuesto por un 3 cilindros en línea de 1,5 litros sobrealimentado por turbo que declara 136 CV a 4.400 rpm y 220 Nm de 1.250 a 4.300 rpm. Un motor térmico que mueve el tren delantero.
El motor eléctrico de 88 CV a 4.000 rpm y 165 Nm a 3.000 rpm mueve el tren posterior. Así que cuando va con el 3 cilindros es un tracción delantera, cuando va en eléctrico es trasera y con ambos es 4X4. Así, en esta última combinación juntos ofrecen unos presuntos 224 CV y 385 Nm.
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Probándolo no me ha parecido que se acerque a esta cifra teórica de rendimiento óptimo conjunto del sistema híbrido. Da la sensación de un coche de unos 150 CV. Aquí los 1.735 kilos de peso tampoco ayudan…
Sólo parece acercarse a la cifra de potencia anunciada cuando está activado el modo Sport, tienes las baterías cargadas y llevas la palanca en S. Entonces al acelerar a fondo el motor eléctrico actúa como un overboost y parece que dispones de 200 CV.
Las prestaciones que MINI comunica reflejan el carácter no deportivo del modelo. La punta se queda en 198 km/h y el 0 a 100 km/h lo cubre en 6,8 segundos. Este último registro es 4 décimas mejor que el del Countryman Cooper S.
Al conducirlo en perfil Green, el más ecológico de los tres posibles (Sport, MID y Green), es cuando menos sensaciones deportivas ofrece. Con esta configuración busca la máxima eficiencia, aprovechando las inercias y entregando la potencia de forma mucho más dosificada.
La lástima es que en este perfil Green el climatizador ve reducida su fuerza de tal manera que, incluso en manga corta terminas pasando calor a bordo. Parece que no refrigere el habitáculo prácticamente nada.
Mediante un botón tipo aviación que hay en la parte inferior de la consola central podemos escoger si disfrutar del modo MAXeDRIVE que maximiza el uso de la electricidad de la batería, el AUTO que escoge cuando es mejor usar un motor u otro y por último el SAVE que trata de reservar la batería para disfrutar del modo 100% eléctrico al entrar en una ciudad.
MINI anuncia una autonomía 100% eléctrica de 41 kilómetros según el ciclo NEDC, que con ciclo EPA se quedan en 19 kilómetros. Después de cargar la batería hasta el 100% en un enchufe de 230V durante 3 horas y 10 minutos la autonomía era de 31 kilómetros.
Cuál fue mi sorpresa al ver que el motor de combustión se veía obligado a entrar al rescate después de sólo 11 kilómetros. De acuerdo que el recorrido fue en Andorra todo cuesta arriba, pero circulé entre 50 y 80 km/h, aprovechando las inercias y acelerando con gran suavidad.
Otro día de prueba, salí con la carga al 99% de Sant Cugat del Vallés, la autonomía teórica era de 26 kilómetros. Tras llegar al destino de Barcelona después de 19 kilómetros, principalmente por autovía, todavía quedaban 15 kilómetros más de autonomía 100% eléctrica.
A lo largo de la prueba los registros de consumo del motor térmico fueron bastante elevados, siempre por encima de 7 l/100 km y en ocasiones superando los 10 l/100 km. Si pudieses cargar el coche a diario y realizar recorridos cortos aprovechando al máximo la capacidad de la batería estos registros bajarían cerca de los 3 l/100 km. A la que agotas las baterías el motor gasolina tiene que mover las casi 1,8 toneladas de peso y eso incrementa el gasto de carburante.
En resumidas cuentas
¿Por qué lo llaman Countryman Cooper S E cuando deberían decir monovolumen híbrido? Ni es Countryman, ni Cooper S y mucho menos MINI. De MINI sólo tiene la calidad de acabados y la enorme oferta de personalización. Es un coche grande, pesado y poco ágil, poco MINI en este aspecto.
La gama Countryman empieza en 25.800 euros, pero el Cooper S All4 cuesta casi 10.000 euros más con 34.200 euros. La versión híbrida que hemos probado tiene un PVP de 38.200 euros que sumando todos los extras llega a 54.065 euros.
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