El Mazda CX-80 es el SUV más grande y lujoso de la marca japonesa; una marca que se considera a sí misma como “premium” y que, por tanto, considera a este SUV como un SUV premium. Para descubrir hasta qué punto lo es, vamos usar como referencia al Audi Q7, el SUV más grande y lujoso de una marca a la que el mercado sin duda considera como premium.
Pero este vídeo no pretende ser una comparativa al uso: nuestro objetivo es descubrir si se puede considerar al Mazda CX-80 como premium, qué detalles reflejan dicho estatus y, sobre todo y lo primero, qué demonios significa eso de “premium”. Así que ¡al lío!
Contenido creado en colaboración con Néstor Abarca.
¿Qué significa “premium”?
Según la Real Academia Española, “la grafía «prémium» es adaptación gráfica al español del anglicismo de origen latino «premium», usado como adjetivo con el sentido de “categoría superior”. Por otra parte, también podríamos entender el significado de la palabra premium a través de su derivada “prima”, que hace referencia al precio que se paga por acceder a un producto o servicio que va más allá de lo básico o normal. Vamos, lo que viene a ser soltar más dinerito a cambio de más valor; un valor que en el caso de los coches puede ser tangible, como un mayor nivel de prestaciones, acabados o equipamiento… o intangible, como el que se asocia al lujo y la exclusividad.
El caso es que, sin salir del mundo del automóvil, se ha extendido el uso del calificativo “premium” a toda una categoría y a toda una serie de marcas que representan ese concepto de pagar más por acceder a algo que la mayoría no puede comprar; al menos no sin endeudarse más de la cuenta.
Bueno, así sería desde el punto de vista del comprador o aficionado; pero desde la perspectiva de las marcas, la palabra “premium” es una medalla que colgarse; porque, cuando eres “premium” es porque ofreces un producto de mayor calidad, de mayor refinamiento, de mayor prestigio… aunque al final, lo que estás haciendo es, básicamente, vender coches más cuidados a precios mucho más caros y con un gran margen de beneficio.
Pero claro, precisamente porque los automóviles premium ofrecen en teoría más a cambio de más, la razón por la que sus clientes los compran no es la pura necesidad, sino ese deseo de obtener “algo más”; de subir uno, dos o tres escalones por encima de ese coche “que te lleva y que te trae”, para llevarse un automóvil más lujoso y mejor dotado.
Y aquí es donde volvemos al principio de nuestro vídeo: tenemos con nosotros un Mazda CX-80, el SUV más grande y lujoso de la firma nipona, con su máximo nivel de equipamiento y acabado. ¿Será digno de que lo consideremos “premium”? Es más: en términos de lujo y equipamiento, ¿resistirá la comparación con un Audi Q7 hasta arriba de extras… y que, como veremos, es muchísimo más caro?
¿Es el Mazda CX-80 comparable con un Audi Q7?
Pongámonos en situación. "Nuestro" Mazda CX-80 equipa la motorización híbrida enchufable E-Skyactiv PHEV de 327 CV y luce el nivel de acabado superior, denominado Takumi Plus. Y este Audi Q7 TFSIe 60, el híbrido enchufable más potente de la gama con sus 490 CV, viste el traje llamado Black Line. Nada más verlos, queda claro que cada marca aplica su particular “interpretación visual” del lujo: mientras Audi apuesta por un diseño moderno, agresivo y que transmite cierta “deportividad”, Mazda elige permanecer fiel a la discreta y elegantemente clásica línea de diseño que la caracteriza.
Las dimensiones de ambos modelos son parecidas: el japonés mide 5,00 metros aunque el alemán llega 7 centímetros más allá, tiene una enorme distancia entre ejes de 3,12 m (12 cm más), es 8 cm “menos ancho” (1,89 m) y 4 cm “menos alto” (1,71 m). En lo que sí se muestran distintos uno y otro es en que el Audi Q7 PHEV solo puede ser de 5 plazas (sí ofrece 7 en otras motorizaciones) mientras que el Mazda CX-80 siempre ofrece 6 ó 7 plazas. En cualquier caso, disponen de enormes maleteros con cinco plazas en uso: el Mazda CX-80 ofrece desde 566 a 687 litros gracias a su banqueta corredera; y el Audi hace lo propio para ofrecer entre 563 y 887 litros de capacidad.
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En el apartado mecánico, Mazda nos lo pone fácil: podemos elegir entre un motor diésel "microhíbrido" con distintivo Eco, o bien un gasolina híbrido enchufable con la etiqueta Cero, ambos con buenas potencias para mover con cierta soltura al coche: 254 y 327 CV respectivamente. Para el Q7, Audi pone a nuestra disposición un total de seis opciones: tenemos dos diésel TDI con hibridación ligera y calificación Eco, con potencias de 231 CV y 286 CV; otra de gasolina también con microhibridación (la TFSI de 340 CV), una potente versión deportiva de gasolina con etiqueta C (el SQ7 de 507 CV) y otras dos plug-in hybrid con potencias de 394 y 490 CV.
Como os dijimos antes, los dos SUV protagonistas de nuestro vídeo montan motorizaciones híbridas enchufables: la del Mazda CX-80, con 327 CV de potencia combinada, y la del Audi Q7, la más potente: el TFSIe 60 con 490 CV. El sistema híbrido del SUV nipón combina un propulsor atmosférico de gasolina con dos litros y medio de cubicaje, cuatro cilindros en línea y 192 CV de potencia con otro eléctrico de 175 CV. Emplea una transmisión automática de 8 velocidades y se acompaña de una batería de 17,8 kWh que permite recorrer 60 kilómetros en modo eléctrico. El consumo combinado según el poco realista ciclo WLTP es de solo 1,6 l/100 km. Este SUV con tracción a las cuatro ruedas acelera de 0 a 100 en 6,8 segundos y alcanza los 195 km/h.
Por su parte, el enchufable de Audi equipa un sugerente motor V6 turbo de gasolina con 3 litros de cilindrada y 340 CV de potencia, que se asocia a un eléctrico de 177 CV y una caja de cambios de tipo convertidor de par con 8 relaciones. Homologa un consumo de apenas 1,3 litros a los cien, y su batería de 25,9 kWh da lugar a una autonomía eléctrica de 84 km. El Q7 TFSIe 60 incorpora tracción total quattro, suspensiones neumáticas y puede llevar eje trasero direccional. Hace el 0 a 100 en 5 segundos justos y llega a una velocidad máxima de 240 km/h.
Precios de Mazda CX-80 y Audi Q7 PHEV
Pasando al tema de los precios, ya os dijimos que el SUV de la marca alemana es mucho, mucho más caro que el japonés. De hecho, como estamos a punto de comprobar -y vosotros de averiguar- la diferencia es grandísima. Enorme. Superlativa. Y eso que el Mazda CX-80 no es un automóvil barato. El híbrido enchufable de 327 CV tiene un precio de partida de 61.394 euros en su versión básica llamada Exclusive-Line. Con el acabado Takumi Plus, el más alto del catálogo y al que corresponde nuestra unidad, sube a 72.174 euros. Después de sumarle los únicos extras añadidos (la pintura de color “cobre derretido” y la consola central de la segunda fila) llega a a un precio final de 73.774 euros.
Pero claro: en cuestiones pecuniarias, el Audi Q7 juega en otra liga; más todavía con la más potente versión enchufable y sus 490 CV de potencia, que además se acompaña del acabado Black Line y la suspensión neumática. Su precio comienza en 104.650 euros; y si le añadimos las numerosas opciones de equipamiento que trae esta unidad (por solo citar unas cuantas, la pintura Azul Ascari, los asientos deportivos ventilados y con masaje, las ruedas traseras direccionales y un completo equipo de asistentes de conducción), nos plantamos en unos “asombrosos” 130.160 euros. Calderilla.
¿Es el Mazda CX-80 un SUV “premium”?
Vistos cómo son estos dos SUV y vista su enorme diferencia de precio, volvemos a dejar claro que aquí no estamos tratando de hacer la típica comparativa entre dos coches, ni tampoco nombrar a ganador y perdedor. Nuestra intención es dar respuesta a las preguntas que lanzamos al principio.
Ya os hemos explicado que, como norma general, los coches “premium” son aquellos que ofrecen algo más o mucho más… a cambio de mucho más o muchísimo más. Entonces, ¿se puede considerar a este Mazda como un SUV “premium”? Eso es justo lo que averiguamos y os explicamos en el vídeo que acompaña a este artículo: vamos a analizar el Mazda CX-80 a través de su diseño exterior e interior, habitáculo, maletero, equipamiento y cualidades dinámicas; y sólo después de hacerlo, afirmaremos con sólidos argumentos si se trata o no de un producto premium. Así que ¡dadle al botoncito!
Digamos que el Mazda es un "premium honesto" y el Audi es un "premium de marca". Es decir, en el Mazda pagas un pelín más por todo lo que ofrece y en Audi, bueno, te piden tanto dinero porque saben que algunos lo van a pagar aunque sea una locura de sobreprecio. En cualquier caso, ambos son igual de horrorosos estéticamente. Como han dicho antes, me gustan estas comparativas más que de coches eléctricos. Feliz 2025 Coches punto Net!