El Mazda CX-60 es el nuevo SUV de formato grande de la marca japonesa. Un modelo que ataca directamente al segmento Premium, listo para competir con Audi Q5, BMW X3, Mercedes-Benz GLC y Volvo XC60. El Mazda busca ser muy competitivo frente a sus rivales directos con un precio en España desde 50.268 euros.
A partir del 8 de marzo de 2022 ya se pueden hacer reservas en la red de concesionarios oficial Mazda. Primero llegará la versión híbrida enchufable, luego el diésel y finalmente el gasolina.
Elegante y deportivo a la vez
Su elegante diseño busca plasmar la configuración mecánica del coche a través de las proporciones. El largo capó delantero, el espacio que queda entre la rueda delantera y la puerta del conductor, o incluso el voladizo trasero, todo ha sido pensado para demostrar que se trata de una arquitectura de tracción trasera con motores longitudinales de 6 cilindros en línea.
Los modelos que compiten contra el CX-60 todos recurren a motores 4 cilindros y tracción delantera, eso sí, sólo las versiones de más altas prestaciones terminan ofreciendo la posibilidad de una mecánica de 6 cilindros. Aquí Mazda jugará con una ventaja en numerosos mercados en los que sí se valora mucho la finura y suavidad que aporta de más una mecánica como esta frente a un 4 en línea.
En el frontal vemos un capó muy alto, con una parte frontal muy vertical, las ópticas integran los faros uno encima del otro, en lugar de uno al lado del otro. La parrilla de grandes dimensiones es otro elemento que refleja la magnitud del conjunto.
Tales son las dimensiones del coche con una longitud de 4,7 metros de largo, un anchura de 1,89 metros y una altura de 1,67 metros que las llantas de 20” se ven pequeñas. Es un coche grande grande.
En la parte posterior muestra una línea más dinámica, sobre todo gracias a unos grupos ópticos que recuerdan a los de otros SUV de Mazda como CX-3 y CX-5. Ahora bien, en los parachoques encontramos salidas escape falsas falsas. Estas modas de hoy en día…
Calidad Premium
El salto cualitativo del CX-60 con respecto a los modelos que conocíamos hasta la fecha de Mazda es impresionante. Siempre han sido coches con buenos acabados, ajustes intachables y un diseño claramente deportivo. Ahora bien, con el CX-60 Mazda hace toda una declaración de intenciones a la hora de plantar cara directamente a los modelos del segmento Premium de la categoría.
Tapizado de piel piel con un tacto exquisito, asientos con un buen nivel de sujeción y un mullido muy agradable. Inserciones muy elaboradas en salpicadero y paneles de las puertas. Ajustes perfectos entre salpicadero y puertas una vez las cierras. Este es un coche que cuanto a calidad percibida rivaliza de tú a tú con Audi, Lexus, Mercedes-Benz y Volvo.
El espacio dentro es muy amplio. Con un amplio túnel central que separa de forma holgada los pasajeros de la primera fila. Me encanta que el control de la pantalla principal sea a través de un mando giratorio que queda perfectamente a mano del conductor.
Lo más sorprendente del interior es que puede contar con un sistema que adapta de forma automática la posición de conducción. Lo que oyes. Al entrar la primera vez el coche te pregunta la estatura, una vez introduces el dato, una cámara del habitáculo lee tus ojos y busca la postura óptima al volante. Para ello regula el asiento, la columna de dirección y los retrovisores todo de forma automática.
Pero no termina ahí, la cámara del interior también reconoce la cara del conductor con lo que cada vez que te subes al habitáculo ajusta todos los parámetros a tu gusto. Puede memorizar hasta seis caras, así cada conductor al subir a bordo pasa a tener sus ajustes de asiento, volante, música favorita, climatización y demás. Hasta 250 parámetros, ojo al dato.
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La segunda fila ofrece un acceso confortable y amplio. La banqueta tiene la base algo inclinada y esto ayuda a que la altura libre al techo sea buena, incluso contando con este gigante techo panorámico de cristal de 1 metro cuadrado de superficie. Lo mejor de todo es que hay mucho espacio para los pies bajo los asientos delanteros, hoy en día cuesta encontrar con coches que una vez el asiento delantero está en su posición más baja dejan hueco para los pies del pasajero de la segunda fila. Aquí lo han logrado y es de agradecer.
En configuración de 5 plazas el maletero del CX-60 ofrece un volumen de carga de 570 litros. Mediante unos tiradores que se integran en las paredes del mismo maletero ofrece la posibilidad de abatir los respaldos de la segunda fila. Es precisamente con esta última configuración, de 2 plazas, cuando alcanza los 1.726 litros.
Hasta 327 CV
La unidad que pudimos ver en vivo en Alemania correspondía a la versión híbrida enchufable con sistema de tracción integral, animada por un motor 4 cilindros en línea atmosférico de 2,5 litros y un motor eléctrico de 136 CV alimentado por una batería de 17,8 kWh. Juntos declaran 327 CV y 500 Nm y según Mazda la autonomía en modo 100% eléctrico es de 60 kilómetros.
La caja de cambios que ha sido escogida para este nuevo SUV de formato grande también es de nueva factura. Una caja automática de 8 relaciones que renuncia al tradicional convertidor de par, y en lugar de seguir la moda de los sistemas de doble embrague, recurre a un único embrague.
El CX-60 ha sido desarrollado sobre una nueva plataforma flexible de gran formato que permite a Mazda la integración de sistemas híbridos enchufables, mild hybrid, así como sistemas de propulsión eléctricos puros.
Más adelante estará también disponible con una motorización diésel e-Skyactiv D de 3,3 litros de seis cilindros en línea sobrealimentada por turbo que se podrá configurar en dos niveles de potencia distintos.
En 2023 llegará al mercado una variante gasolina e-Skyactiv X que recurre a otro motor de 6 cilindros en línea. Esta vez se trata de un 3 litros atmosférico que al igual que el diésel cuenta con un sistema de micro hibridación de 48V. Estas dos mecánicas que no son plug-in pueden ser tanto tracción trasera como 4x4, mientras que el plug-in sólo es 4x4.
Ya hay ganas de probar cómo va, sobre todo para ver qué tal funciona el sistema KPC o Kinematic Posture Control. Según Mazda, este sistema que no añade peso alguno al conjunto, únicamente se trata de software que actúa sobre los frenos, mejora mucho el comportamiento dinámico. Lo que hace el KPC es frenar la rueda interior trasera, una vez el coche está entrando en una curva. Con ello se reduce la tendencia al balanceo de la carrocería.
En resumidas cuentas
Mazda hace una apuesta muy fuerte para atacar al segmento Premium con un SUV de gran formato que ofrece prácticamente todo lo que el mercado está demandando ahora mismo. Incluso brinda la posibilidad de configurarlo con motores gasolin y diésel de 6 cilindros en línea a un precio muy competitivo.
Oh sacrilegio Mazda también ha caído en los escapes falsos......... No se salva nadie??...