Mercedes-Benz GLE 300d 4MATIC: Alternativa al monovolumen
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Mercedes-Benz GLE 300d 4MATIC: Alternativa al monovolumen

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Mercedes-Benz presentó la cuarta generación del GLE en el pasado Salón de París. Este SUV de gran tamaño, llega para sustituir al anteriormente nombrado ML y lo hace repleto de novedades. Modifica su diseño tanto exterior como interior y al crecer en cotas ofrece más espacio en su habitáculo. Esta última evolución es mucho más tecnológica y por primera vez puede contar con siete plazas (opcionalmente) para competir directamente con otros rivales del segmento como el Audi Q7 o el Volvo XC90.

En esta ocasión probaremos la variante denominada 300d, que monta el propulsor diésel menos potente de su gama con 245 CV. Se combina con el cambio automático 9G-Tronic y la tracción total 4MATIC, de serie en todos los modelos pero de distribución de par fija en esta unidad menos potente.

Antes de pasar a la parte dinámica repasemos bien las novedades que trae el GLE y que desveló Luismi Reyes en la presentación dinámica de este modelo. Esta cuarta generación crece en todas sus cotas y sus datos finales son: 4,92 m de largo (10 centímetros más) 1,95 m de ancho y 1,77 m de alto (2 centímetros más bajo). Su batalla es 8 centímetros más larga y alcanza los 2,99 metros y también es más ancho de vías. De él deriva el modelo Mercedes-Benz GLE Coupé que ha estado probando Juan Carlos Grande y que puedes descubrir en este enlace.

Retoques de diseño en el Mercedes-Benz GLE

La evolución estética del nuevo GLE no es trepidante pero consigue adaptar el modelo al nuevo lenguaje de diseño de la firma con un frontal deportivo y vertical. Los grupos ópticos son más afilados y su parrilla crece en dimensiones pero la diferencia sustancial la aporta el acabado AMG Line con su diseño diamond y la doble lama horizontal. También son más grandes las entradas de aire del paragolpes inferior y los acabados cromados le dan un toque muy sofisticado y deportivo.

Su silueta apenas presenta cambios pero incluye las llantas de aleación AMG de 21 pulgadas en diseño multirradio que son opcionales. De este modo estamos ante un SUV que calza neumáticos de 275/45 delante y 315/40 atrás. Su estructura optimiza el coeficiente aerodinámico y el marco de las puertas y las barras del techo cromados consiguen mejorar su aspecto premium.

Su zaga presenta muchos cambios respecto a la generación anterior que era cuadrada y tosca a la vista. Los faros se han estilizado y dividido su firma lumínica pero las formas del portón y paragolpes son más redondeadas. El difusor trasero en cromado luce dos salidas de escape falsas, sí… Seguimos con esta dinámica que si bien se agradece estéticamente, sorprende de un modelo tan distinguido.

La mayor distancia entre ejes le dota de mayor habitabilidad interior pero en el modelo 7 plazas pierde capacidad de maletero con 630 litros, con los asientos de la segunda fila abatidos contaremos con 2.055 litros de capacidad y se quedará en 130 litros con la tercera fila. Su boca de carga es más amplia por lo que el acceso a este espacio mejora pese a quedar algo elevado respecto al suelo. En las paredes podemos encontrar ganchos para fijar objetos y la bandeja retráctil tiene un espacio bajo el piso para guardarse en caso de levantar la última fila de asientos.

Mercedes-Benz GLE, totalmente tecnológico

Han pasado cuatro años desde el lanzamiento del anterior GLE y dan para mucho. El salto cualitativo se centra en el apartado tecnológico pero también actualizan su diseño, adaptándolo al resto de la familia de la estrella. Pasamos entonces a la nueva configuración, completamente horizontal y minimalista en la que desaparece el clásico salpicadero para dar cabida a las dos pantallas de 12,3” pulgadas.

El cuadro de instrumentos 100% digital y de gran calidad puede personalizarse al gusto del conductor mediante el botón izquierdo del volante. La pantalla central táctil dispone del sistema MBUX de serie, conectividad a la última y una calidad de visualización digna de cualquier televisión de nuestros hogares. También se puede navegar por ella a través del botón táctil derecho del volante multifunción o del Touchpad del panel central.

Una de mis debilidades de esta nueva configuración es el volante, al que le sumamos el acabado AMG Line con cuero perforado en la zona de agarre y la forma achatada. El cromado de los radios aporta el toque de lujo que acompaña a todo el habitáculo y la colocación de los botones me resulta intuitiva y muy accesible. Eso sí, la zona táctil es tan sensible que en cuanto mueves las manos durante la conducción activas la gestión de la pantalla centra o el cuadro de instrumentación.

También merecen notable los huecos para guardar objetos, no solo por la cantidad sino por la calidad de los acabados en estos. El hueco central es muy profundo y revestido para que el traqueteo de la circulación no sea incómodo. La carga inductiva del Smartphone es opcional y puedes esconder esa zona con la tapa retráctil, detalles que parecen una tontería pero mejoran la sensación de calidad y limpieza del habitáculo. Las agarraderas del panel central son, cuanto menos, una curiosidad y un acierto en diseño pero también tienen su funcionalidad en un tramo de curvas.

La calidad de los asientos no solo salta a la vista gracias a su diseño elegante y deportivo, también son realmente cómodos y ajustables a la perfección a todos los tamaños. La posición de conducción es muy alta para mi gusto pero se agradece el amplio rango de regulación y en este caso, debido a las grandes dimensiones de su habitáculo y carrocería, agradecí esa altura de más. Se agradece también, y mucho, que algunos aspectos como la climatización o las luces de emergencia sigan siendo accesibles a través de la botonería inferior.

Para familias numerosas

El espacio en las plazas traseras ha crecido respecto a la generación anterior. El aumento de batalla es palpable en este apartado y pese a que el acceso es algo complicado por la altura, la amplitud es muy buena incluso para tres pasajeros. La plaza central es bastante cómoda y el túnel de la transmisión apenas afecta al confort, podría viajar un adulto sin problemas.

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La tercera fila de asientos es opcional, supone 3.138,00 euros de sobrecoste y el sistema eléctrico facilita su montaje pero lo hace más lento. Primero deberemos reclinar la banqueta delantera para poder alcanzar el respaldo de los posteriores, de esta forma también podremos acceder a ellos. Se trata de dos asientos con menos mullido y muy cercanos al suelo pero bastante amplios para personas de tamaño reducido.

Al volante del Mercedes-Benz GLE 300d

Nos ponemos al volante de este SUV y su bloque diésel de cuatro cilindros. Rinde 245 CV así que es la motorización menos potente, con una aceleración cero a cien de 7,2 segundos y una velocidad máxima de 225 km/h. Esta versión de “acceso” cuenta con la suspensión de serie no adaptativa así que queda pendiente probar la nueva suspensión neumática y electrónica E-Active Body Control.

También es fijo su sistema 4MATIC, que reparte el envío de par al 50-50 entre el eje delantero y posterior. Dudo que el usuario habitual de este modelo sea tan aventurero como para poner a prueba sus capacidades off-road pero si lo fuera, cuenta con un modo de conducción específico y sistema de control de descensos.

El punto fuerte de este GLE es, sin duda, la autopista. La calidad de rodadura es superior pero tampoco sorprendente teniendo en cuenta que estamos ante un modelo premium, es lo esperado: Muy buena insonorización y un confort que lo convierte en un ‘comekilómetros’.

Eso sí, en cuanto empecé el tramo de curvas eché en falta un poquito más de potencia para mover las más de 2 toneladas de peso, puede incluso superar los 2.700 kilogramos en función de la versión. Es cierto que el comprador tipo de este modelo no prioriza la deportividad ni las sensaciones ‘racing’ así que, en este caso, no me parece un fallo destacable.

Modificar el modo de conducción de este GLE no supone cambios palpables al volante. Existen las opciones Normal, Confort, Sport, Off-Road e Individual y si bien el motor se vuelve más atento y reactivo en el más deportivo, la sorpresa llega en el apartado de consumos. La firma homologa un gasto medio entre los 7,5 y 8,4 litros a los cien, un dato fácilmente alcanzable durante la prueba. Tal como pudimos comprobar, el gasto en vía rápida se mantuvo entre los 6,6 y 6,7 litros a los cien. Un aspecto en el que el cambio automático 9G-Tronic tiene mucho que ver, alcanzando la 8 y 9 marcha rápidamente.

La dirección y suspensión siguen la tónica del vehículo, priorizar el confort. Por ese motivo estamos ante unos amortiguadores que filtran cualquier rotura o bache en el asfalto pero puede llegar a ser algo “rebotón”. En un tramo de curvas es poco firme y pronto aparece el barqueo típico de estos modelos, algo justificado teniendo en cuenta su tamaño. Sorprende lo directa que es la dirección en cuanto alcanzas cierta velocidad pero se mantiene agradable en ciudad o maniobras lentas.

¿Cuánto cuesta el Mercedes-Benz GLE?

Como no podía ser de otro modo, el Mercedes-Benz GLE llega hasta los topes de equipamiento tecnológico, tanto en el apartado de seguridad y ayudas a la conducción como el de la vida a bordo. Tampoco es ninguna sorpresa que en las marcas premium como Mercedes… todo tiene un precio.

La opción de las 7 plazas lo sitúa en un precio base de 70.638 euros a lo que le sumamos, en esta unidad, el Paquete Premium Plus de 5.720,31 euros. Esto incluye el control de ángulo muerto, el techo corredizo, los grupos ópticos LED Multibeam, el sistema de sonido surround Burmester, asientos calefactados y el sistema inalámbrico de carga para el móvil. El Head-Up Display también es un extra, como lo son los asientos de cuero napa negros (2.787,50 euros) y las llantas de aleación (1.582,08 euros).

Si le sumamos el paquete de Asistencia a la conducción con control de crucero adaptativo, aviso de cambio de carril involuntario y sistema Pre Safe su precio se dispara a los 90.459,70 euros. Este último paquete me resultó bastante intrusivo durante la conducción ya que es de los pocos sistemas que, además de avisarte si pisas una línea continua, frena el vehículo ligeramente y reajusta la dirección del volante. Es cierto que puede salvarte de más de una pero su actuación me parece algo brusca y como todo lo tecnológico, no tiene en cuenta el libre albedrío humano.

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