En el vídeo que acompaña este artículo visitamos el museo de l'Aventure Peugeot, en la localidad de Sochaux, en Francia. Se trata de un museo tradicional que repasa los más de dos siglos de existencia de la marca Peugeot, fundada en 1819, cuando los hermanos Peugeot transformaron el molino familiar en una acerería donde fabricar todo tipo de herramientas metálicas, muelles y, especialmente, láminas de sierra según una técnica propia de laminado en frio.

De las herramientas se pasó a los molinillos de café, a las estructuras de paraguas y miriñaques y a las primeras bicicletas de rueda grande. Como tantos otros fabricantes de coches, que empezaron fabricando bicicletas, Peugeot se pasó a los coches y a las motos tras una escisión en dos de la familia cuando los primos Armand y Eugene no se pusieron de aceurdo sobre el camino a seguir. El primero empezó a fabricar coches y el segundo siguió con los molinillos y las herramientas hasta que también dio el paso al automovilismo con la marca Lion Peugeot. A su muerte, sus herederos pactaron la unión, de nuevo, de la marca en una nueva empresa conunta.
Peugeot no fue nunca una marca innovadora, sino más bien conservadora tanto mecánica como estéticamente y que huyó de los grandes coches de lujo para producir vehículos pequeños y, sobre todo medianos. Además, nunca entró en la guerra abierta que mantuvieron la innovadora Citroën y la megalómana Renault por el dominio del automovilismo francés.
Su contribución a la resistencia ante la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial le permitió sobrevivir y, a la familia Peugeot, conservar la titularidad de la firma que, tras el conflicto bélico pasó a una política de modelo únco con el 203 después de un periodo de pre-guerra en que había diversificado la gama con coches relativamente modernos como los 201, 301 y 601 y los posteriores 302 y 402, coches de suspensión delantera independiente y con los primeros cupé-cabrio del mundo en sus amplias gamas.
Después del 203 llegaron consecutivamente el 403 y el 404 y, con la llegada del 204, una berlina compacta de tracción delantera y motores de gasolina y diésel, la gama empezó a diversificarse. En el museo pueden verse todos estos coches además de numerosos ejemplares de los primeros años y de unidades de las series 4, 5 y 6 de la marca, así como una buena colección de furgonetas, camiones y coches de competición, entre ellos el 205 Turbo 16 de rallies, los ganadores del Pikes Peak, de las 24 Horas de Le Mans o del Rally Safari.
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Además del museo, tuvimos asimismo la ocasión de visitar el archivo de l'Aventure Peugeot, Citroën y DS donde se guardan todos los materiales (textos, documentos, películas, fotos y vídeos) del archivo de esas tres marcas y de otras absorbidas por Peugeot o Citroën como Mors, Panhard, Simca, Talbot o el resto de marcas inglesas del Grupo Rootes que Peugeot adquirió a Chrysler a mediados de la década de 1970.
Además del vídeo, encontraréis en este artículo una extensa galería de fotos con muchos de los modelos de la marca expuestos en el museo, un museo que vale la pena visitar tanto si sois fans de la marca del león como si, simplemente, os gustan los coches... o las bicis, o las motos o las hojas de sierra y los molinillos de café.
Me quedo con el 2CV de Daimler con ruedas de bici.
Fantstic reportatge. Felicitats