[Texto: Néstor Abarca / Juan Carlos Grande]
En esta comparativa, enfrentamos a dos de los modelos más vendidos en el segmento de los compactos en España. Por un lado tenemos al Ford Focus, un modelo totalmente renovado que llega con la intención de ganarse el corazón del comprador interesado. Y por el otro está el conocidísimo Seat León, el modelo más vendido hasta la fecha en esta categoría, pero que está en el final de su vida comercial tal y como lo conocemos.
Ya son varias las veces que hemos hablado del nuevo Ford Focus, como en el vídeo de la presentación internacional o en una anterior comparativa en vídeo contra el nuevo Kia Ceed. Sin embargo, ésta vez hemos podido disponer de una unidad con el conocido motor de gasolina 1.0 EcoBoost de 125 CV, posiblemente la variante más vendida.
Del Seat León también tenemos unas cuantas pruebas y noticias realizadas que podréis encontrar agrupadas en el siguiente enlace: Noticias, pruebas y comparativas del Seat León.
Exterior
La cuarta generación del Focus llegó al mercado a mediados del año pasado con una imagen totalmente renovada. A mi parecer, ahora es un coche más sencillo estéticamente hablando pero a la vez también más atractivo.
El frontal ahora exhibe una parrilla más grande, nuevas ópticas más estilizadas y un paragolpes exclusivo, más deportivo o más sobrio, dependiendo del nivel de acabado elegido.
Lo mismo ocurre en la zaga, con unos pilotos LED de nueva factura, hombros y pasos de rueda más marcados y un paragolpes distinto para cada versión.
La versión que nos ha cedido Ford es un grado de equipamiento Titanium, el cual ya trae de serie algunos elementos como las luces diurnas LED, el sensor de lluvia y luces, sensor de parking, control de crucero con limitador de velocidad, sistema de infoentretenimiento con navegación y pantalla táctil de 8 pulgadas o llantas de 16 pulgadas, entre otros.
Del Seat León poco podemos decir que no hayamos dicho ya. La tercera generación del compacto español fue desvelada a mediados de 2012 y desde el principio se convirtió en un superventas, gracias en buena medida a su agradable diseño exterior.
La unidad que probamos en esta ocasión corresponde a la serie especial Visio, basada en el acabado intermedio Style. Se la reconoce, faltaría más, por sus logotipos identificativos, pero también por sus llantas grises en medida de 16 pulgadas, los cristales tintados y, en el interior, la tapicería de tela negra y gris con detalles azules. Su equipamiento de serie no está nada mal: incluye retrovisores calefactados, faros antiniebla, sensores de aparcamiento, acceso y arranque sin llave, volante de piel, climatizador y pantalla táctil de 8” con cámara de visión trasera, Android Auto y CarPlay.
El Ford Focus ha crecido ligeramente respecto al anterior, y también es un poco más grande que el Seat León. Es 10 centímetros más largo, uno más ancho y uno más bajo. E incluso la distancia entre ejes es 6 centímetros mayor. Aquí os dejamos las medidas exactas de ambos:
- Ford Focus: 4,38 m. largo x 1,83 m. ancho x 1,45 m. alto; Batalla 2,70 m. - Seat León: 4,28 m. largo x 1,82 m. ancho x 1,46 m. alto; Batalla 2,64 m.
Interior
El interior del Focus aporta ahora un diseño totalmente renovado. Nada tiene que ver con el anterior. Las formas son un poco más simples, pero el agrado visual y al tacto ha mejorado respecto a la generación anterior. El uso de materiales de mayor calidad también refuerza la sensación de que se ha ganado en sensación de confort. La distribución de los elementos también se ha cuidad un poco más y todo está perfectamente al alcance de la mano.
La postura de conducción es muy cómoda y ergonómica gracias a unos asientos con una forma y mullido muy agradable. Como en la gran mayoría de vehículos de esta categoría, el volante puede ajustaste en altura y profundidad, lo que se garantiza que cualquier conductor, sea de la estatura que sea, encontrará la forma de sentarse ideal.
En este acabado Titanium, la pantalla multimedia de 8 pulgadas es de serie, e incluso la navegación, y lo que más nos ha gustado es la sencillez de uso de este equipo y la buena visibilidad y resolución que aporta. Además, todo está perfectamente ordenado, aunque quizás le faltan botones físicos de acceso rápido a las distintas funcionalidades.
También viene de serie la pantalla TFT de 4,2 pulgadas situada entre los dos indicadores analógicos del cuadro, que no está mal… pero que no puede competir ni mucho menos contra el cuadro de instrumentos digital “Digital Cockpit” (opcional) del León con el que lo comparamos.
El interior del Seat León nos es precisamente sorprendente. De hecho es un coche que lleva ya unos cuantos años en el mercado, y su diseño queda demasiado visto hasta la fecha. Eso no significa que no se perciba de buena calidad, sino que se mantiene en una muy buena posición en este sentido, con materiales agradables y un sentido de la ergonomía perfecto con todo bien ordenado.
Como en el Ford Focus, aquí también es realmente fácil encontrar la postura de conducción ideal gracias a los múltiples ajustes de los asientos como del volante, también en altura y profundidad. Sólo se hecha en falta poder regular la altura del cinturón de seguridad.
La pantalla de 8 pulgadas situada en el centro del salpicadero está mejor integrada que la del Ford Focus de tipo “tablet”. Viene de serie y ofrece además conectividad Android Auto y Apple CarPlay. El navegador es opcional en la Visio Edition “a secas”, pero la variante Visio Edition Navi, como ya lo sugiere su nombre, sí lo trae de serie. La diferencia de precio es de 500 euros. Con navegador o sin él, la pantalla es de buena resolución, pero no alcanza el brillo y nitidez de la que trae el Focus. Además, la superficie es resistiva y no capacitiva, lo que hace algo más torpe su funcionalidad táctil. Y aunque la pantalla del León queda mucho más integrada en el conjunto que la del Focus, tampoco es menos cierto que está en una posición más baja y por lo tanto alejada de la vista.
El cuadro de instrumentos digital “Virtual Cockpit” es uno de los elementos opcionales que montaba nuestra unidad de pruebas. Cuesta 360 euros pero, sinceramente, es un equipamiento muy recomendable ya que le aporta un plus de funcionalidad y acabado tecnológico.
Plazas traseras
La segunda fila de asientos es mejor en el Ford gracias a su mayor distancia entre ejes, lo que le aporta una distancia para las rodillas realmente buena. Los pies pueden situarse por debajo de los asientos delanteros para ganar aún más confort pero donde peca un poco el Focus es en la altura hasta el techo, un poco más baja que en el Seat.
En este caso, la unidad de pruebas que nos cedió Ford España montaba el techo de cristal panorámico opcional, lo que hace que se pierdan algunos centímetros. El León también resuelve mejor las formas de los pilares del techo que en el caso del Focus llegan a molestar si la altura de nuestros acompañantes supera la media.
Para dos adultos ambos modelos están bastante bien, pero con tres la cosa ya cambia. En el Seat León se va más apretado. La anchura a la altura de los hombros es menor y los respaldos de los asientos están más marcados, lo que hace que al desplazarse un poco más hacia los costados nos clavemos una aleta en la espalda. El Ford Focus también tiene un túnel de transmisión menos intrusivo que permite que el tercer pasajero pueda juntar los pies y cerrar las piernas.
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Maleteros
El nuevo Ford Focus ha crecido en capacidad de carga del maletero. Ahora el compacto americano ofrece 375 litros con la configuración de los asientos estándar. Sin embargo, sigue estando por detrás de los 380 litros que ofrece el compacto español.
Donde sí gana el Focus es en la boca de carga, ofreciendo un umbral de carga más bajo que el del Seat que ayuda a facilitar la carga de bultos de mayor tamaño al no tener que subirlos tanto. Por el contrario, el maletero del Seat León es un poco más profundo y tiene unas formas más cúbicas que ayudan a distribuir mejor la carga.
Cuando abatimos respaldos de la segunda fila, una acción que en ambos casos deberemos realizar desde las propias plazas traseras, las tornas se invierten. El Seat León ofrece una capacidad total de 1.210 litros, mientras que el Ford Focus se va hasta los 1.354 litros gracias en parte a la mencionada batalla más larga. Con los asientos abatidos el piso también queda mejor enrasado en el caso del Focus.
Motores
El Ford Focus equipa el famoso motor de gasolina Ecoboost de tres cilindros, 1.0 litro de cilindrada, 125 CV y 170 Nm de par motor. En este caso, nos han dejado una unidad que asocia el propulsor a la transmisión automática Powershift de 8 relaciones. Un cambio tipo convertidor de par. En cuanto a las prestaciones, la marca declara un 0 a 100 en 11,1 segundos y una velocidad máxima de 195 kilómetros por hora.
El motor del Seat León es casi casi equivalente. También es un gasolina turbo (tipo de motor conocido en el grupo Volkswagen como TSI) con 1 litro de cubicaje y tres cilindros. En el Seat León, su potencia es de 115 CV (un poco menos que el Focus) y su par motor es de 200 Nm (un poco más). En este caso, la caja de cambios es manual de 6 relaciones. Seguramente por eso, en el 0 a 100 le da un repaso al Ford: sólo necesita 9,8 segundos.
Comportamiento
En cuanto al comportamiento, el Ford Focus exhibe una clara diferencia respecto al modelo anterior, y no es otra que la mejora del confort a bordo. El modelo americano se ha caracterizado por ofrecer una puesta a punto del chasis más dinámica que confortable hasta la fecha, pero en esta nueva generación Ford ha dado un paso atrás y ahora se percibe un coche mucho más equilibrado en este sentido para que agrade a todo el mundo.
El motor 1.0 EcoBoost de 125 CV es ya todo un clásico en la gama Ford. Este tres cilindros, con el paso de los años, ha ido refinando su funcionamiento hasta el punto de suavizar muchísimo las vibraciones que llegan al interior debido a la descompensación de cilindros. Es una mecánica correcta en cuanto a potencia y funcionamiento, capaz de mover relativamente bien al Focus, pero a la que no recomendaríamos acoplar la transmisión automática de 8 velocidades. Es cierto que es una conducción más cómoda pero empeora tanto prestaciones como consumos.
En el Seat León se repite un poco la historia: tricilíndrico de gasolina y un litro y más que conocido dentro del Grupo Volkswagen. Tiene menos potencia que el EcoBoost de Ford pero en la práctica hasta se siente un poco más enérgico y todo, sobre todo a bajas vueltas. Es un motor que también se ha ido refinando con el paso del tiempo y que ahora ya no suena a “cafetera” y no “se muere” en bajas tanto como antes.
Respecto al principio de vida del Seat León, las unidades de hoy en día están mucho mejor terminadas, y es en el aspecto de la insonorización es donde encontramos una clara mejora. Dinámicamente no hay nada que reprocharle al León, que hace gala de un equilibrio perfecto entre comodidad y dinamismo en esta versión Style Visio. Recordar que las FR están enfocadas a un público más “sport”.
Ambos modelos recurren a una suspensión trasera de tipo barra de torsión. Es una solución más barata y sencilla respecto a una multibrazo. ¿Es un inconveniente? En principio no. Estas versiones de poca potencia están claramente enfocadas al uso diario. Son mecánicas sin demasiadas prestaciones que no precisan de una suspensión más sofisticada para mantener el buen hacer en cualquier tipo de carretera. Además, así se logra reducir algunos kilogramos de peso, que siempre va bien.
Consumos
Tenemos dos coches muy similares en prácticamente todo. Carrocería, peso, motor… sólo los separan 10 CV de potencia y algunos Nm de par motor. La gran diferencia es que uno es manual y el otro automático. ¿Se notará la diferencia?
En este caso, el Ford Focus, según la nueva normativa de homologación WLTP, gasta 6,8 l/100 km en ciclo combinado. Esta es una cifra bastante realista ya que durante nuestra prueba obtuvimos un consumo medio de 7,0 l/100 km. Por su parte, las emisiones de CO2 se quedan en 126 g/km.
Realmente parece un consumo bastante elevado para el tipo de motor que lleva, pero es que estos Ecoboost tienen fama de gastar bastante cuando lo apretamos más de la cuenta. Además, el cambio automático en este caso creemos que tampoco ayuda.
Lo que comentamos del Focus también es aplicable al TSI del León, porque al fin y al cabo a los motores pequeños de tres cilindros se les da un poquito mejor las homologaciones del mundo real. Como también es verdad que ambos propulsores han mejorado sus consumos con cada iteración. Nuestro León de 115 CV y, eso sí, cambio manual, marca 5,6 l/100 km en el ciclo combinado WLTP. Y al igual que sucedió con el Focus, el promedio real obtenido en nuestra prueba estuvo muy cerca del oficial: 5,7 l/100 km. Las emisiones de CO2 son de 128 g/km según en nuevo ciclo WLTP.
Equipamiento y precios
El Ford Focus 5 puertas con motor EcoBoost de gasolina de 125 CV, cambio automático y nivel de acabado Titanium, tiene un precio base de 24.005 euros. A este precio habrá que restar ni más ni menos que 6.414 euros del descuento promocional sujeto a financiación. Si lo hacemos el precio con descuento se queda en 17.591 euros.
A partir de ahí toca sumar los opcionales que equipa esta unidad: Pintura de carrocería Plata Luna (625 €), Pack Diseño, con llantas de 17 pulgadas, cristales oscurecidos, faros LED y antinieblas (900 €), Pack Estilo, con detalles en gris para el interior y alfombrillas premium (150 €), piel parcial en Negro Ebony para los asientos (750 €), techo panorámico (1.100 €), cámara de visión trasera (250 €), cargador inalámbrico (150 €) y el asistente del ángulo muerto (400 €). En total la cifra asciende hasta los 28.330 euros, a los que si aplicamos el descuento mencionado, se quedan en 21.916 €.
Por su parte, el Seat León con acabado Style Vision Navi y el motor de gasolina TSI de 115 CV cuesta 23.400 euros. Pero ojo, gracias al descuento de 3.250 euros (descuento directo, sin financiación) el precio se queda en 20.150 €. Los extras de nuestra unidad de prueba son la pintura Blanco Nevada (550 €), el equipo de audio Beats con 8 altavoces (440 €), faros y pilotos LED (1.240 €), iluminación interior LED (120 €), cargador inalámbrico (200 €), cuadro de instrumentos digital (360 €) y rueda de repuesto. La suma total asciende a 26.410 €, que con el descuento directo bajan a 23.160 euros.
Sinceramente, y con la mano en el corazón, nos ha sido imposible decantar la balanza hacia un modelo u otro. Ambos nos parecen coches realmente buenos, quizás de lo mejor que podemos encontrar en el segmento compacto generalista, y sólo algunos matices a favor de uno y otro los diferencian ligeramente.
El Ford Focus, y como viene siendo costumbre, ofrece uno de los mejores chasis y puesta a punto entre su competencia. Ya no es un coche con tintes deportivos tan marcados, sino que ahora es un poco más cómodo y está mejor insonorizado. El diseño tanto interior como exterior y la calidad del habitáculo es mejor en esta nueva generación. Las plazas traseras son mejores que las del León, pero el maletero nos ha parecido menos capaz con las 5 plazas disponibles. Por último, en el apartado del motor, pese a tener más caballos tampoco se siente que empuje más, y eso lo achacamos principalmente al cambio automático, que en esta ocasión creemos que no es la opción acertada. Además, también hace que consuma más.
Por su parte, el Seat León es un coche muy equilibrado en todos los sentidos. Juega en su contra una estética muy vista y un interior que tampoco ha cambiado apenas con el paso e los años. En cambio, el nivel de ajuste, calidad percibida e insonorización es bastante bueno. Las plazas traseras son más justas que las del Focus, pero suficientes para dos adultos. En el maletero gana… pero por poco y en cuanto al motor, pues lo dicho: tiene menos potencia declarada pero son muy parecidos. Juega a su favor el cambio manual con un escalonamiento muy racional que permite reducir el consumo de combustible.
Lo mejor del Seat León, aunque parezca una paradoja, es que está al final de su vida y eso va a hacer que la firma española aporte suculentos descuentos a la hora de plantearse su compra. En cambio, el Ford Focus es un coche relativamente nuevo, y la novedad siempre es bienvenida.
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