En su día lo probamos con motores gasolina 1.0 TSI y 1.5 TSI. Ahora tenemos la oportunidad de ver cómo va con el motor diésel 2.0 TDI de 150 CV, con cambio automático DSG de 7 relaciones y encima con tracción 4x4.

El Skoda Karoq está a la venta en España desde 29.400 euros, cifra que cuesta con el motor 1.0 TSI gasolina de 110 CV, tracción delantera y cambio manual de 6 relaciones. Ahora bien, con el motor 2.0 TDI de 150 CV, cambio DSG de 7 relaciones y la tracción integral asciende a 39.800 euros. Esta es la única motorización, la mecánica diésel más potente, con la que se puede configurar la tracción integral en el Karoq. Pero con todos los extras esta unidad se dispara hasta los 46.135 euros.
Pequeños cambios estéticos
Las novedades más importantes en cuanto a diseño se centran en los grupos ópticos delanteros que ahora además por primera vez pueden ofrecer la tecnología Matrix LED como es el caso de esta unidad de prueba.
La calandra también recibe un notable rediseño con un contorno cromado de gran formato y lamas de mayor tamaño. Las llantas Procyon aero de 17” con estos apéndices aerodinámicos de plástico que cuestan 350 euros son otro de los elementos que permiten distinguirlo de las evoluciones anteriores.
La pintura metalizada azul lava son 625 euros. Por último, en la parte posterior los pilotos traseros también son de nuevo cuño. Aquí no hay escapes falsos, simplemente la salida está escondida tras el parachoques.
El Karoq ha sido todo un super ventas en su clase. Un SUV que comparte muchos componentes con el SEAT Ateca y que de hecho se fabrica en la misma factoría de la República Checa.
Este acabado presenta un look más offroad con la parte inferior de parachoques y puertas en plástico sin pintar. Ahora bien, si buscas una estética más Racing, está también disponible el acabado Sport Line.
Modular como un monovolumen
Es amplio y cómodo, lo que más llama la atención es la altura libre al techo. El tapizado de tela es agradable al tacto, si prefieres la tapicería de cuero te costará 1.700 euros más. Lo que más me gusta es el tacto del volante de cuero perforado.
El Pack Multimedia que cuesta 410 euros incluye el sistema de navegación Amundsen, el virtual cockpit, así como el cargador inalámbrico en la consola central. Con el paquete de acceso y arranque sin llave que se factura a 300 euros se añaden también el climatizador bizona con AirCare, las lunetas traseras tintadas y la regulación lumbar en los asientos delanteros.
Esta unidad cuenta con los asientos traseros VarioFlex. Una segunda fila formada por tres plazas individuales, cada una de las cuales permite regular de forma independiente la posición de su banqueta de forma longitudinal, así como la inclinación del propio respaldo.
Se trata de un extra que supone un sobreprecio de 680 euros, pero que estarán bien invertidos si buscamos aprovechar al máximo el espacio en la segunda fila. Con ellos ofrece niveles de modularidad casi de un monovolumen. Estas mesillas plegables son del pack simply clever que cuesta 145 euros y que también lleva estos soportes para Tablet o móvil, así como las fijaciones Isofix
Cada una de las tres plazas individuales de la segunda fila que vienen con esta opción VarioFlex se puede plegar por completo y además, también extraer del habitáculo. ¡Pero ojo que tendrás que guardarlos en el garaje o en el trastero!
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Sacando los tres asientos traseros se alcanzan los 1.810 litros de capacidad máxima. Con los asientos estándar el volumen de carga del maletero del Karoq es de 521 litros y se puede ampliar hasta 1.630 litros. Sin embargo, esta unidad con los asientos VarioFlex declara 588 litros en configuración 5 plazas. Abatiendo la segunda fila alcanza los 1.605 litros. Y extrayendo los asientos traseros todavía va más allá hasta los 1.810 litros. La apertura gestual del portón trasero cuesta 675 euros, teniendo en cuenta que se trata de la motorización tope de gama ya podría ser de serie.
Las ventajas del 4x4
El motor 2 litros turbodiésel declara 150 CV de 3.000 a 4.200 rpm y un par máximo de 360 Nm de 1.600 a 2.750 rpm. Gracias a la tracción integral la entrega parece más contundente aquí que con modelos de sólo tracción delantera. El 4x4 permite aprovechar del primer al último newton-metro.
La mayoría de SUV de este tipo se suelen vender con tracción delantera. Cuando pruebas uno como este Karoq con tracción integral te das cuenta lo mucho que mejora el comportamiento dinámico. Ofrece un nivel de agarre espectacular y en ningún momento la dirección sufre torque steer.
Declara una velocidad punta de 204 km/h, 6 km/h menos que la versión con el mismo motor pero de tracción delantera. No obstante, es más rápido en el ejercicio del 0 a 100 km/h con 8,7 segundos frente a 8,9 segundos del que no es 4x4.
Según la marca checa el consumo medio homologado es de 5,5 l/100 km. En el trayecto que logré un registro más bajo fueron 4,7 l/100 km. Pero por lo general durante el periodo de prueba se mantuvo siempre entre los 5,5 y los 6,3 l/100 km.
Con 1,6 toneladas no se siente para nada ligero. Su equipo de suspensión con una configuración muy blanda, acentúa todavía más este peso. Y esto que esta unidad cuenta con el paquete Performance que cuesta 1.055 euros. Un paquete que añade la suspensión pilotada, la selección de modos de conducción, así como la dirección dinámica, autohold y control de descenso.
El cambio DSG en esta evolución de 7 marchas es como siempre una gozada. Suave en la posición D como pocos y dinámico con la S. Si quieres sacar un mejor partido del modo manual es recomendable montar las levas del cambio en el volante. A priori son un extra de sólo 185 euros, pero que obliga a incluir el paquete invierno de 480 euros más.
El conjunto de frenos responde bien en todo momento, incluso cuando realizas una conducción un tanto alegre. Según la marca se ha mejorado el aislamiento acústico con respecto al anterior Karoq, hace poco probé un Superb con el mismo motor y todavía estaba mejor aislado. Claro está que son segmentos muy distintos, pero aquí se escucha más el ruido del motor diésel.
En resumidas cuentas
El Skoda Karoq sigue siendo un SUV con un habitáculo modular al estilo de lo que antes sólo ofrecían los monovolúmenes. Con un maletero de lo más aprovechable. Además, su configuración de chasis está pensada en ofrecer el máximo nivel de confort. Un coche práctico y cómodo tanto para el día a día, como para viajar en familia. Si a todo ello sumas el extra de seguridad de la tracción integral y los bajos consumos de su motor diésel.
Poco interesante y carísimo.
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