Después de que fuese presentado hace dos años en Corea por fin tenemos en España el nuevo Rexton, una evolución del anterior, básicamente en su diseño, así de imponente, y en su motor diésel, que ahora es más potente y ofrece 202 CV. Un coche un tanto olvidado, uno de los pocos todoterreno que quedan con chasis de largueros y travesaños y reductora.
El carácter del Rexton es el de siempre: el de un todoterreno con aires familiares, con 7 plazas, para aquellos que salen de vez en cuando a hacer una excursión al monte, a cazar o a coger setas.
Cierto es que el Ssangyong Rexton no es un TT con gran recorrido de suspensión, ni tiene bloqueos de diferencial. Pero con la reductora, su buena altura libre al suelo, superior a la de un Toyota Land Cruiser, y un copiado correcto del terreno permite aventurarse en el franqueo de obstáculos. Hay que cuidar los voladizos, que son grandes, especialmente el delantero. Y los neumáticos son de asfalto 100%, por lo que el agarre está un poco limitado.
Pero sus aptitudes TT son bastante superiores a las de un SUV. Trepa las pendientes con soltura, y las puede bajar con seguridad gracias a su control de descensos. En pista se nota cómodo, potente y rápido. Solo su tamaño, considerable, limita un poco rodar por algunos caminos más estrechos.
Por lo tanto, el Ssangyong Rexton se desmarca de los SUVs de turno por sus transmisiones y concepto general. Es más campero, más TT, y esto no ha cambiado desde su presentación al mercado hace ya 21 años. Durante este tiempo, Ssangyong ha lanzado solo dos generaciones de este modelo: la última, y que corresponde al Rexton que se vende actualmente, y es de 2018. Este es el último restyling, que se presentó en Corea hace dos años y que llega ahora a Europa.
Los diseñadores coreanos han sabido mejorar notablemente su carrocería, dándole unas formas más imponentes, llamativas, un tanto americanizadas, que le sientan muy bien. El frontal es poderoso, gracias a una enorme calandra, muy en vertical, el capó alto y las grandes entradas de aire.
El lateral muestra la considerable longitud y tamaño del coche, que mide 4,85 metros de largo, 1,96 de ancho y 1,82 de alto.
Y la trasera se ve moderna, bien terminada, con unas ópticas LED bien integradas, las luces traseras en posición inferior y las dos salidas de escape, que son simuladas.
La unidad que hemos probado corresponde al acabado Premium, el intermedio de la gama. Se distingue por las llantas de 18 pulgadas, la Limited llega a montar de 20 pulgadas. Los cristales están tintados, barras de techo en color negro y plateado
Motor diésel de 4 cilindros y 202 CV
Bajo el enorme capó de este TT encontramos un motor diésel de 4 cilindros, con turbo de geometría variable, inyección directa y que da 202 CV a 3800 revoluciones, y un par máximo de 441 Nm. Vamos, un diésel como los de antes, que cumple con la normativa y que recibe la etiqueta medioambiental C.
Este Ssangyong Rexton Premium cuesta 45.500 euros de PVP. Un precio medio entre lo que cuesta el Rexton con acabado Pro, 40.900 y el tope de gama Limited, 53.500; son precios de tarifa.
Especie en extinción
La renovación del Rexton, que ya os digo, fue anunciada hace un par de años, incrementó la calidad percibida del coche, tanto exterior como interior. Ahora, el Rexton tiene toda la apariencia de un todoterreno de lujo, semejante a algunos grandes TT que vemos en Estados Unidos.
Sus rivales en Europa son difíciles de definir, porque este es de los pocos todoterreno con reductora y chasis de largueros y travesaños. Un Toyota Land Cruiser se le asemeja, por ejemplo, pero es mucho más caro; Y no tiene nada que ver con los SUV,s de su tamaño con los que podemos compararlo. Por lo tanto, el Rexton sigue siendo un todoterreno único, diferente, ideal para los que queráis un 4x4 para circular fuera del asfalto, con el confort de una berlina en carretera y la apariencia de un “tanque” sobre ruedas.
Su interior no ha cambiado apenas desde el lanzamiento de esta generación en 2018. Sí que ha mejorado el equipamiento, y mantiene la buena sensación de calidad percibida que le caracteriza. El diseño, no obstante, se ve un tanto superado, en comparación con lo que se lleva actualmente. 4 años son muchos años tal y como evolucionan las cosas en el mundo del automóvil, y se nota.
Equipamiento mejorable
Varias cosas llaman la atención en este sentido. Por un lado, la cantidad de botones y pulsadores que encontramos en la consola o el volante, algo que últimamente se sustituye por pantallas digitales. Otro, el hecho de que la pantalla central sea solo de 8 pulgadas y el cuadro de instrumentos sea digital solo en el acabado Premium, que cuesta casi 50.000 euros. Si tenemos en cuenta que una Volkswagen Caddy ya incorpora panel de instrumentos digital, pues queda claro que este aspecto, la digitalización, es mejorable en este coche.
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Además, la conexión apple carplay y android auto es por cable, las tomas usb son convencionales, no usb-c y no hay cargador inalámbrico. Todo en general se ve un tanto trasnochado.
Eso sí, el nivel de confort es superior. Los asientos son muy cómodos, vienen forrados en símil piel y son muy anchos, algo que es positivo para los que sois de gran tamaño corporal, pero para los que tenemos la espalda estrecha se nota que sujetan poco. El volante también es de gran diámetro y está achatado, muy achatado, en su parte inferior. Los acabados en general son muy correctos, el tacto de los mandos es muy bueno y la sensación de calidad percibida es muy alta.
La pantalla central es algo pequeña, 8 pulgadas, y tiene unos menús y gráficos muy simples. Tan simples que ni siquiera hay navegador, deberemos obligatoriamente utilizar la conexión de teléfono y una aplicación tipo google maps o waze. Pero quizás debería ofrecerse el navegador como opción. No todo el mundo quiere, o sabe, usar una app. En esta pantalla podemos controlar también el climatizador.
7 plazas muy reales
Este es un SUV de 7 plazas, y 7 plazas reales. La tercera fila tiene dos butacas de buen tamaño, anchas y cómodas. Y el acceso a ellas es relativamente fácil. Dos pasos y listo. El único inconveniente, como suele ser habitual, es que no hay altura de la banqueta al suelo y el espacio para colocar los pies es muy justo. Los pasajeros de estas plazas tienen una bandeja a su disposición para colocar objetos y un conector de 12 voltios.
El portón de esta versión no es eléctrico, pero se abre fácilmente a pesar de su tamaño. Con la tercera fila activada, ofrece 236 litros. En posición convencional, con la segunda fila, 641. Y con todo plegado, 1086. Es un maletero grande, aunque el plano de carga queda alto. El coche es alto, tiene una buena altura libre al suelo.
En carretera, muy cómodo
Con el dial en posición 4x2 el coche se comporta como un SUV de gran tamaño. Rueda con facilidad, de forma suave, acompasada, con la elasticidad que aporta su motor diésel de 202 CV. Y curiosamente, la tracción es trasera, no delantera. Como en el pick-up Musso, con el que comparte la plataforma.
Este motor rueda muy fino, es muy elástico, responde con buen par abajo y se ve bien acompañado de la caja de cambios de 8 velocidades. Ni el motor ni la caja de cambios tienen un comportamiento deportivo, al contrario: buscan confort, suavidad, pasividad en la respuesta. Es un cambio de tipo convertidor de par.
Con este diésel, el Ssangyong Rexton gasta una media de 7,7 litros a los 100, según homologación. A mi me gastó unos 9 litros en un recorrido mixto autopista, carretera y un poco de ciudad.
Para las más de 2 toneladas que pesa este coche y la potencia del motor diésel, es un consumo hasta cierto punto lógico, aunque tirando a alto.
Una de cal, otra de arena
El chasis, a pesar de tener largueros y travesaños, monta suspensión independiente a las cuatro ruedas, y esto garantiza un buen confort, destacable. No obstante, las suspensiones no acaban de filtrar los pequeños baches, y siempre notas un poco de vibración, a la que te acostumbras.
En curva se notan balanceos de carrocería, inercias. Pesa bastante y el centro de gravedad es elevado.
Es un coche para circular tranquilamente, pausadamente. Sus reacciones son un poco lentas, tanto de chasis como de motor y cambio.
En definitiva, el nuevo Rexton nos ofrece lo que siempre hemos encontrado en este todoterreno. Un buen coche para viajar en familia, dentro y fuera de carretera, un buen vehículo para carga y remolcaje, por su habitabilidad, transmisión y potencia, y un todoterreno que en su versión más básica cuesta 40.900 euros de tarifa, que quizás pueda rebajarse con alguna promoción. Y al precio que están otros vehículos con características similares, no está mal.
Hay algún error en el artículo: el acabado limited SI monta bloqueo de diferencial trasero. La altura libre al suelo del Land Cruiser es superior. Con el acabado limited, es un verdadero TT infinitamente superior a cualquier SUV, únicamente le limita el ángulo de ataque y ventral en comparación con u un Land Cruiser y en el acabado tope gama, cuesta 34.000 eu menos que el Toyota.