Toyota nos ofreció la oportunidad de conducir en Arabia Saudí el nuevo Land Cruiser 300 y el Land Cruiser 150, coincidiendo con la celebración del Rally Dakar 2023. La experiencia valió la pena, no solo por las conclusiones que sacamos sobre las aptitudes TT de ambos modelos, sino también por la posibilidad de ver en vivo cómo se desarrolla uno de los rallys más duros del mundo.
Debo confesaros que con el Toyota Land Cruiser he vivido algunas de las mejores presentaciones en todos los años que llevo hablando de coches, y no son pocos. Con un Land Cruiser de tercera generación crucé hace 17 años todo Costa Rica por pistas, de la costa atlántica a la costa del Pacífico. Con un KXR aprendí a conducir en las dunas del popular Erg Chebbi, al sur de Marruecos, cubriendo una de las ediciones del Sáhara Aventura. Y ya en esta última generación, la cuarta, pude ponerlo a prueba en el desierto y la sabana en Namibia, en busca de elefantes y leones que nunca aparecieron (enlace a la videoprueba del Toyota Land Cruiser en Namibia).
Son pequeñas aventuras que demuestran la versatilidad, robustez, fiabilidad y eficacia del Toyota Land Cruiser, un todoterreno capaz de dar servicio en cualquier lugar del mundo, cuanto más salvaje e inóspito mejor. Como el desierto de Arabia Saudí, con sus grandes extensiones de arena, que en este 2023 volvió a ser testigo del paso de la caravana del Dakar.
En bucle desde Hai'l (Arabia Saudí)
Hemos seguido dos de las etapas del Dakar, en un recorrido paralelo, tomando contacto con el terreno y poniendo a pruebas las aptitudes, ya conocidas, de este icono del TT.
La excursión salió de Hai'l, una ciudad al norte de Arabia Saudí que se caracteriza por haber sido en su día la capital de todo el desierto árabe. Hoy en día es una escala dentro de la ruta de peregrinación hacia La Meca, y un lugar desde el que realizar grandes excursiones todoterreno.
Toyota puso a nuestra disposición una unidad de Toyota Land Cruiser 150, o Land Cruiser Prado, como se conoce en Arabia Saudí y otros mercados. Es la última versión del Land Cruiser, que en 2021 recibió pequeñas modificaciones de equipamiento y cuya última actualización estética data de 2018. Cambió el frontal, con una parrilla más moderna, la forma de su capó, con una hendidura en el centro, y la posición de los antiniebla. Pero no nos engañemos, este Land Cruiser sigue siendo el mismo de siempre, aquel que se anunció como cuarta generación, en 2009.
Sigue siendo un TT clásico, con un chasis de largueros y travesaños, suspensión delantera independiente y trasera con eje rígido. Pero esto no le impide ser un buen TT para circular por carretera. Es cómodo, silencioso y relativamente económico gracias a su motor diésel. Así que sigue siendo perfecto para viajes de aventura.
En esta última generación el Land Cruiser 150 ha sustituido el diferencial trasero autoblocante de tipo Torsen por uno con posibilidad de bloqueo manual. Solo las versiones tope de gama, más enfocadas a un uso asfáltico, siguen montando el diferencial anterior.
También tiene un mejor motor diésel, que es un 2.8 con 204 CV y 500 Nm de par, aunque en Arabia conduje una versión con motor de gasolina V6, la que se vende allí, y que no tenemos en España. Tiene 271 CV y 381 Nm de par, y se une a un cambio automático de seis velocidades.
Pistas con mucha arena, y profunda
La ruta nos llevó por asfalto hasta el inicio de la cuarta etapa del Dakar, donde asistimos al arranque de la especial de los coches oficiales, como el Toyota Hilux Overdrive T1 + del saudí Yazeed Al-Rajhi, o el Audi RS Q E-tron E2 de Stefan Peterhansel.
Esta cuarta etapa del Dakar tuvo un recorrido con mucha arena, muy mojada debido a la lluvia caída el día anterior, pero poco compactada y muy profunda, que hacía que con el paso de los coches la pista se complicara un poco.
La ruta que hicimos con el Land Cruiser no siguió el trazado del rally, como es lógico, pero sí que pasó por pistas muy similares, con algunas pequeñas dunas, características en esta zona de Arabia.
Tener 271 CV bajo el acelerador, cambio automático y una transmisión efectiva lo son todo en este escenario, un desierto inhóspito en el que tu mismo marcas el recorrido entre pequeños arbustos, parecidos a la hierba de camello. Con el rumbo adecuado, pudimos hacer un bucle hasta volver a Hail, donde se había instalado el campamento itinerante del Dakar.
El Dakar por dentro
El Vivac del Dakar es un mundo en sí mismo. Habitan en él unas 3.000 personas entre participantes, mecánicos, personas de organización y logística, periodistas… gente de 68 nacionalidades diferentes.
El ir y devenir de mecánicos y vehículos, que llegan hasta bien entrada la noche, es constante. Es un lugar con mucha vida y en el que se respira un cierto estrés, el de la propia competición. Sobre todo en las carpas de los equipos oficiales, que son espectaculares.
En la del Toyota Gazoo Racing nos recibió el mismo Nasser Al-Attiya, mientras sus mecánicos echaban mano a su GR DKR Hilux T1 +.
Un Hilux que, a diferencia de lo que pueda parecer, tiene una ingeniería y materiales relativamente básicos que buscan, sobre todo, robustez y fiabilidad. Todo en este coche es sustituible, excepto el motor, un V8 de 5 litros atmosférico con unos 400 CV. La carrocería, por ejemplo, es de fibra, pero no de carbono, para así poder repararla fácilmente.
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Acabé preguntando el precio del coche de Nasser. Y me lo dijeron: A partir de 640.000 euros.
Dakar Classic: lleno de HDJ80
Pero ojo. Hay otro Dakar, el de los equipos privados. Y son especialmente interesantes los que participan en el Dakar Classic, una categoría donde los Toyota Land Cruiser son legión.
Se ven muchos HDJ 80, aunque también puede verse algún BJ 71, de mediados de los años ochenta, impecable.
O el Nissan Patrol Fanta, del español Lluís Pedrals, que ganó precisamente la etapa de aquel día. Los hay que participan con pick-ups, como este piloto del Volkswagen Taro, que viene a ser una Hilux de quinta generación con emblemas de Volkswagen, y con un pequeño motor de solo 70 CV. El piloto, el holandés Bertus Altena, nos comentaba que con esa potencia las pasaba canutas para superar las dunas.
También hay otros valientes, como estos franceses, que se atreven a participar con sendos Citroen Visa.
Con el nuevo Land Cruiser 300
La segunda jornada nos llevó de nuevo al desierto. Fuimos buscando un punto en el que ver el paso de los participantes, un lugar en el que solo se puede acceder con un buen 4x4. Las pistas y pequeñas dunas de la región de Hail son exigentes para la mecánica, y rodar por ellas requiere tener buenas transmisiones y motor.
Para hacer ese recorrido nos prestaron un Toyota Land Cruiser 300, un modelo que lamentablemente no se vende en Europa y solo se destina a mercados como el sudamericano, el australiano o el saudí, entre otros.
El Land Cruiser 300 es uno de los mejores Toyota que puedes comprar en estos momentos. Es un TT de configuración clásica, con chasis de largueros y travesaños y un motorazo de gasolina V6 de 3,5 litros twin turbo, con nada menos que 409 CV y 650 Nm de par máximo, unido a un cambio automático de 10 velocidades. Es un Toyotón con todas las de la ley, de 4,95 metros de longitud y con capacidad para 7 plazas. Equipa reductora, diferencial central bloqueable y trasero de deslizamiento limitado y sistema Multi Terrain Select, que permite escoger entre varios programas de ajuste de su cadena cinemática.
El interior es lujoso, está bien terminado y equipado. Viene con asientos de piel, techo solar, cargador inalámbrico o una gran pantalla digital central de 12,3 pulgadas, entre otros. Aunque el cuadro de instrumentos es analógico, no digital.
La unidad que conduje no tenía ningún tipo de preparación. Es más, su acabado correspondía más bien a un tope de gama enfocado a un uso en asfalto. Sus llantas de 20 pulgadas ya lo indican. Pero aun así, su comportamiento es intachable
Circulamos con una presión muy baja en los neumáticos, con el modo Sport, el bloqueo de diferencial central activado, el control de tracción desactivado totalmente, y con el cambio automático en modo manual. Así podíamos controlar el avance del coche y asegurar una buena tracción.
Este Land Cruiser con motor V6 de gasolina es perfecto para moverse en estos entornos. Con un poco de preparación, que mejorase sus ángulos característicos y con neumáticos más off-road, lo convertiría fácilmente en un coche magnífico para los amantes del todoterreno más extremo. Lástima que no se venda en Europa, supuestamente por un tema de emisiones.
A falta de un LC 300, podeis encontrar unidades de segunda mano de Land Cruiser 100, que sí se vendió en España durante unos años. Algunos hay ofertados en Coches. Net, aunque a precios no económicos, la verdad. Y es que es un TT muy buscado y valorado.
Oferta de Toyota Land Cruiser 100 de segunda mano Esta “experiencia Toyota” en Arabia Saudí me confirmó personalmente algo que ya sabíamos, que este país es un buen refugio para el Dakar, con sus inmensas extensiones repletas de pistas y dunas. Es un paraíso para una competición de este estilo, y para todo aficionado al todoterreno. Un país que poco a poco va abriéndose al mundo y que merece la pena visitar y recorrer, a ser posible, con un buen 4x4.
Tras sucesivos lavados de cara , este cochazo sigue pareciendo vetusto , no terminan de acertar y el coche lo merece