Cómo instalar un cargador de coche eléctrico en tu comunidad de vecinos

Coche electrificado y cargador en casa es sinónimo de ahorro en los desplazamientos y esto, como probadores de coches lo tenemos meridianamente claro. Cada vez que conducimos un coche eléctrico y nos tenemos que desplazar a cargarlo al punto más cercano (si es que no nos hacen icing) es cuanto menos un rato de introspección interna que sería más asumible si tuviésemos el deseado, en nuestro caso, cargador en el garaje comunitario.

Los cargadores de coches no son un objeto de deseo de residencias con garaje propio, en cualquier comunidad de vecinos puedes instalar el tuyo y no hay norma que se pueda oponer a ello. Por ello, en este artículo vamos a hablar de los pasos para instalar un cargador en tu comunidad de vecinos si resides en ella o si tienes alquilada una plaza de garaje aunque no residas en el mismo edificio, sea como fuere, las ventajas del MOVES III están disponibles para todos.

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Comunicación con el presidente / administrador de la comunidad y los vecinos:

• En primer lugar tendremos que mandar un escrito a nuestra comunidad con la intención del proyecto para cerciorarnos de que existe o no una preinstalación para puntos de carga. En los edificios construidos a partir de 2014 es más fácil que nos encontremos con la preinstalación ya que es obligatoria por ley.

• Normalmente la comunicación se puede realizar en una reunión ordinaria o extraordinaria oficial o bien mediante burofax a la administración. La comunidad de vecinos no podrá oponerse a la instalación del punto de carga salvo que se trate de un garaje comunitario cuyas plazas pertenezcan a la comunidad y no estén asignadas o sean propiedad de personas individuales, en este caso, tendréis que llegar a un acuerdo en la junta. Este tipo de garajes es propio de fincas de renta antigua donde las plazas son de carácter rotativo, en esencia: la plaza número 1 no es del vecino del 1ºC y se puede ocupar cuando esté libre.

La empresa instaladora nos preparará un proyecto técnico que recoja todos los pormenores de la instalación:

1. Posicionamiento del cargador hasta el contador, la línea se tendrá que instalar con un tubo homologado y por el recorrido destinado a tal efecto. En comunidades de nueva edificación es común que los recorridos ya estén creados, si no, tendremos que pactar con la comunidad el recorrido idóneo para garantizar la seguridad de la instalación. En este segundo caso, no se podrán utilizar los conductos y cajas comunes.

2. El pasa tubos que va desde el cuarto de contadores del garaje a la propia plaza será a cargo en coste y mantenimiento del propietario.

3. Ubicación del punto de carga: como recomendación, en el muro del fondo de la plaza o en una columna donde su vuelo no entorpezca la maniobra de los demás coches o comprometa el vuelo de la plaza colindante.

4. Huelga decir que tendremos que cumplir con la normativa vigente en todo momento y que el propietario tendrá que entregar a la comunidad el boletín de instalación que acredite estas normativas.

Cabe mencionar que en este punto, todo coste y consumo derivado de la instalación será responsabilidad del propietario del cargador.

Como parte de la comunicación con nuestros vecinos es importante conocer si algún vecino o vecina tiene intención de comprar un coche electrificado de forma inmediata o en un futuro ya que podremos ahorrar gestiones futuras a los próximos coches eléctricos que entren en la comunidad. Es algo más largo de administrar pero puede tener una reducción de costes para todas las partes si con un único punto de recarga se surte a 3-4 plazas. Esto puede resultar algo caótico ya que tendrás que organizarte con los vecinos para cargar. En mi comunidad de vecinos se da el caso y cada vecino tiene unas horas asociadas para cargar, de momento no hay dramas.

Otro aspecto a tener en cuenta es que si cada plaza tiene su punto de carga (lo normal y más lógico para no depender de nadie) y se van sumando puntos de carga al garaje es qué vamos a hacer con la potencia contratada. Aquí, sí que se vuelve importante la conversación de todos los vecinos involucrados con la comunidad para aumentar la potencia contratada y poder cargar varios coches a velocidades razonables.

A modo de recordatorio: ya hemos hablado con nuestra comunidad, estamos al día de los pormenores de las instalaciones y hemos remitido el proyecto. Ya podemos comenzar con la instalación por la empresa que hayamos escogido y esta nos proporcionará estas 3 tipologías de instalaciones para acometer la obra:

1. Preinstalación comunitaria: en este caso es una instalación desde el cuadro eléctrico del garaje. Esta modalidad requiere que la instalación común tenga suficiente potencia para cada línea conectada. A su vez, esta tipología de instalación requiere de un contador independiente para cobrar los recibos.

2. Instalación individual: cada propietario interesado realiza su propia instalación desde el cuadro eléctrico del garaje a su plaza. Aquí necesitaremos un cableado de sección para cada punto de recarga y la instalación del contador. En caso de ciertas instalaciones es obligatorio sustituir las derivaciones individuales por una de mayor sección en el caso de que haya más puntos de carga instalados.

3. Garaje asociado a la vivienda: por último tenemos el caso de que las plazas de garaje están asociadas a la vivienda, donde es viable realizar derivaciones individuales desde los contadores de las viviendas hasta las plazas de garaje. En este caso tendremos que seguir a rajatabla con las disposiciones del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) para evitar reclamaciones de subsanación de defectos en las inspecciones.

Con estos tres puntos de más arriba te ofrecemos una visión más clara de los requisitos para instalar un punto de carga en tu garaje comunitario, ahora es cuestión de encontrar al proveedor adecuado y que tengáis en cuenta los descuentos y requisitos del MOVES III que también repercute en la instalación de puntos de carga domésticos.

Si tenemos que hablar de precios, tenemos que recordar que todos los costes derivados son responsabilidad del propietario. Ahora bien, si tenemos que hablar de cuánto nos va a costar de primeras el punto de carga estaríamos hablando de los siguientes precios, dependiendo siempre del instalador y las necesidades de nuestra instalación:

1. Punto de carga monofásico: 500€ aproximadamente,siendo la opción más económica y de menor potencia de carga, entre 3 y 7,4 kW.

2. Punto de carga trifásico: 750-1.500€ aprox. El más común y que nos permitirá cargar a velocidades superiores de entre 11 a 22 kW. Este punto de carga es el más común ya que es el ofertado normalmente por los fabricantes de coches y que suele estar incluido en el precio final del coche.

A estos precios de lo que sería el “aparato” como tal tenemos que sumar los costes de los materiales que rondan los 6-7€ por metro de cable empleado y la mano de obra del instalador.

En resumidas cuentas, nuestro punto de carga podrá costarnos de primeras unos 1.500-2.000€ ya que los beneficios del plan moves tienen efecto retroactivo: primero instalas y pagas y luego se te devuelve el importe.

Lo primero que tenemos que conocer es la normativa vigente, apunta:

• Guía técnica de la aplicación ITC-BT 52 que nos habla de las instalaciones con fines especiales, en concreto de infraestructuras para la recarga de vehículos eléctricos.

• Ley de propiedad horizontal , en su artículo 17.5 para toda España menos Cataluña.

• Ley de propiedad horizontal en Cataluña, en su caso el artículo 553-36.3.

Como veis, Cataluña dispone de una normativa propia. Según la misma para instalar el punto de carga tendremos que enviar el proyecto 30 días antes de iniciar el proyecto, esperar confirmación por su parte o modificaciones pertinentes y proceder con la instalación. Si se da el caso que en los siguientes dos meses al envío de la propuesta no tenemos noticias, podremos actuar motu proprio con la instalación ya que se entiende que no se oponen a la instalación.