Dongfeng firma con Renault y decide si entra en PSA
Mucho se ha especulado en las últimas semanas sobre una posible ruptura de la Alianza, apenas iniciada, entre PSA y General Motors como consecuencia de la posible entrada de la empresa china Dongfeng en el capital del Grupo francés. PSA, sin embargo, ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con General Motors para reconducir la Alianza entre ambos grupos de manera que el consorcio americano no se oponga a la entrada de un tercero en el capital de PSA. Este anuncio ha coincidido, no obstante, con el de la intención de GM de desprenderse del 6% de las acciones que actualmente posee del grupo francés.
El quid de la cuestión está en la necesidad imperiosa de PSA de ampliar su capital para poner en marcha un plan de reestructuración viable que permita al grupo acabar con sus pérdidas constantes. PSA ya ha reestructurado todo lo que ha podido en Francia donde incluso ha cerrado una planta, la de Aulnay pero sigue con los problemas derivados de sus múltiples inversiones en los últimos años (plantas propias o compartidas en China, Brasil y Rusia), el hundimiento de sus mercados tradicionales del sur de Europa y la discontinuidad de sus ventas a Irán como resultado de las sanciones impuestas al país asiático.
Para salir del atolladero, PSA negocia con Dongfeng, una empresa china que es su socio en el país asiático (en China las marcas extrangeras están presentes sólo a través de joint-ventures al 50% con empresas locales por ley) que se ha mostrado interesada en adquirir el 20% del capital de PSA. También el Gobierno francés se ha planteado entrar en la empresa francesa con el mismo porcentaje.
Recelo de General Motors
Al anunciarse la posible entrada de Dongfeng en el capital de PSA -anteayer el grupo francés emitió un comunicado afirmando que se estaba en conversaciones con esta y otras empresas y que en cuanto hubiera algo que comunicar procedería a ello- General Motors, con quién PSA tiene una Alianza estratégica de futuro, puso el grito en el cielo ante la posibilidad de que la empresa china pudiera acceder a sus tecnologías.
En las últimas horas las aguas parecen volver a su cauce y PSA ha convencido a GM de que la entrada de un tercero en su accionariado, sea Dongfeng o quién sea, no debería afectar a la Alianza. No obstante, las condiciones de la misma se han matizado. GM y PSA han acordado que no se autoexigirán un mínimo de colaboraciones conjuntas para mantenerla (hasta ahora era así) y que los americanos, mientras mantengan su condición de accionistas de PSA, apoyarán cualquier ampliación de capital o entrada de terceros que PSA acuerde. Vía libre, por tanto, para que Dongfeng entre en el fabricante francés.
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Todo esto ha coincidido con una serie de anuncios de la Alianza. PSA y GM ratifican su colaboración en el desarrollo de tres líneas de productos, dos de ellas ya anunciadas y la tercera nueva. Se confirma el desarrollo conjunto de un monovolumen de segmento B que sustituirá al Citroën C3 Picasso y al Opel Meriva que se fabricará, como estaba previsto, en Zaragoza. Asimismo, se confirma la producción de otro monovolumen compacto de segmento C en la planta francesa de Sochaux (el Opel Zafira se fabricará en la planta francesa con sus "primos" de PSA) y se añade una nueva colaboración en el desarrollo de un vehículo comercial pequeño (el posible sustituto de los Nemo/Bipper y un nuevo Opel en un segmento en el que la marca alemana no está presente).
Por otra parte, ambos grupos se comprometen a mantener su Alianza en temas de compras y logística, estrategia que ya está dando sus frutos a nivel de ahorro de costes por ambas partes y han cancelado el desarrollo común de una nueva plataforma del segmento B y de una familia de pequeños motores de gasolina, de manera que Opel deberá espavilar por su cuenta para renovar el Corsa y su gama de motores de baja cilindrada.
Dongfeng se asocia con Renault
Mientras decide si entra o no entra en el capital de PSA, Dongfeng ha suscrito un acuerdo con el principal rival del Grupo francés, Renault, para co-fabricar coches en China bajo la marca del rombo. Renault era el único gran fabricante occidental que no producía coches en China, algo imprescindible para acceder al mercado local ya que las marcas de importación tienen que superar un montón de trabas arancelarias. Según Carlos Ghosn, el Presidente de la Alianza Renault-Nissan, atacar el mercado chino desde fuera limita la cuota de mercado de cualquier marca a, como máximo, un 1%, de ahí la entrada de Renault que se produce de la mano del mismo socio de PSA en el mercado chino. De PSA y de Nissan, el socio de Renault en su propia Alianza.
El acuerdo prevé el inicio de la fabricación en la localidad de Wuhan del Renault Koléos con destino al mercado chino en el año 2016. Este será, no obstante, un primer paso ya que Renault y Dongfeng han firmado un acuerdo para el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos aprovechando la tecnología de la marca francesa, muy avanzada en este ámbito.
Que no nos compramos un Fiat, ni teniendo acciones de la misma.