Hemos viajado hasta Jerez de la Frontera (Cádiz) para probar por primera vez el Volvo S60. La nueva generación de la berlina sueca se caracteriza por no ofrecer variantes diésel, centrándose en las motorizaciones de gasolina e híbridas enchufables. Fabricado en la planta estadounidense de Charleston, el nuevo Volvo S60 ya está a la venta en España con unos precios de tarifa que parten desde 43.450 euros.
Con ocho temporadas a sus espaldas, el modelo saliente necesitaba una profunda renovación para seguir plantando cara a sus rivales “de siempre”, los alemanes Mercedes-Benz Clase C, BMW Serie 3 y Audi A4, más aún cuando los tres se han puesto al día recientemente -aquí tenéis nuestra prueba en vídeo del nuevo BMW Serie 3, aquí nuestro primer contacto con el Mercedes-Benz Clase C y aquí nuestra primera información sobre el nuevo Audi A4-.
Así pues, y sin perder más tiempo, la berlina sueca ha recogido el testigo de la variante familiar V60 -de la que recientemente os trajimos esta videoprueba- para incorporar todas sus novedades y bondades, que son muchas. Dado que el S60 comparte con su hermano con carrocería break la misma plataforma modular SPA de Volvo y el mismo equipamiento tecnológico y de seguridad, en este artículo nos centraremos en repasar las principales (y obvias) diferencias entre ambos modelos y compartir con vosotros nuestras primeras impresiones de conducción.
El estilo conlleva sacrificios
Las dimensiones exteriores son idénticas a las del V60: mide 4,76 metros de largo por 1,85 m de ancho y 1,43 m de alto, con 2,87 metros de distancia entre ejes. Pero claro, a partir del pilar B la carrocería es bien distinta; y en el S60, responde al concepto tradicional de sedán de cuatro puertas con lo que la capacidad de carga se ve comprometida. El S60 cuenta con una tapa de maletero que da acceso a una boca bastante amplia para tratarse de un automóvil de estas características pero que nada puede hacer contra el portón del V60. El maletero, de acabado simplemente correcto, ofrece 442 litros contando el espacio bajo el piso (lo que supone 87 litros menos que en el V60). Si llevamos rueda de repuesto, tendremos que conformarnos con 392 litros de capacidad.
Sorprendentemente, la línea del techo en caída no perjudica en gran medida el espacio para nuestros pasajeros. Sí es cierto que el acceso es algo más delicado y hay que cuidarse de no dar con la cabeza en el marco, pero una vez dentro hay mucho espacio para dos personas. No he encontrado limitaciones anchura ni de longitud -además resulta fácil pasar los pies bajo el asiento delantero-, y el rebaje interior del techo permite que personas de más de 1,80 m viajen sin agobios. La plaza central, en cambio, es poco aprovechable por su estrechez y porque tendremos que separar los pies a ambos lados del enorme túnel central.
En cuanto al puesto de conducción no hay nada que aportar sobre lo que Luis Miguel Reyes nos contó en su videoprueba del Volvo V60: el diseño interior del vehículo es el mismo, como también lo es su sentido del confort y la ergonomía. La calidad de materiales ofrece muy buena impresión, los asientos son realmente cómodos y la presencia de de un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y una pantalla táctil central de 9 pulgadas simplifica la configuración del vehículo. Lástima que para ajustar la climatización no existan mandos dedicados y debamos usar la pantalla; y lástima también que no existe un espacio destinado a cargar el teléfono móvil.
No busquéis un S60 diésel porque no lo habrá
Un aspecto a destacar del nuevo S60 -más aún si tenemos en cuenta su naturaleza de automóvil viajero- es la ausencia de mecánicas diésel. La firma escandinava ha decidido privar a su berlina de cualquier opción alimentada por gasóleo, de manera que en nuestro mercado la gama de motores se limita a dos opciones de gasolina y una híbrida enchufable, todas ellas con motor térmico de dos litros y cuatro cilindros acompañado de cambio automático de 8 velocidades. El modelo básico es el T4 de 190 CV, sólo disponible con tracción delantera; por encima se sitúa el T5 de 250 CV, con tracción delantera o total, y en la cúspide se ubica el plug-in T8 Twin Engine, con una potencia total combinada de 390 CV y una autonomía de 49 km en modo eléctrico.
Potente y confortable / Potente pero confortable
Durante nuestra breve prueba de conducción entre las localidades de Sevilla, Jerez de la Frontera y Arcos de la Frontera, nos pusimos al volante del S60 con el motor T5 de 250 CV y tracción delantera. Este propulsor le permite acelerar de 0 a 100 en 6,5 segundos hasta alcanzar una velocidad máxima de 240 km/h; según ciclo WLTP, el consumo combinado es de 7,1 l/100 km con unas emisiones de CO2 de 161 g/km. Su rendimiento me ha parecido muy elevado en todos los aspectos, mostrándose capaz de brindar aceleraciones brillantes, una buena capacidad de recuperación y una clara impresión de plenitud. No me ha parecido especialmente silencioso en conducción deportiva pero sí a ritmos normales, sumándose a la buena insonorización del habitáculo.
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En cuanto a la caja de cambios de 8 velocidades de tipo convertidor de par (como siempre de la japonesa Aisin), rinde estupendamente en conducción cotidiana pero se vuelve más lenta a medida que le exigimos inmediatez; pero como digo, no hay nada que reprocharle en el uso habitual para el que ha sido diseñada.
La unidad que probamos equipaba suspensiones sin posibilidad de ajuste (característica que sí está disponible como opción). Su tarado es relativamente suave, y en autopista ofrecen una experiencia verdaderamente relajada sin “flanear” en ningún momento. Como parte de nuestro recorrido también circulamos a ritmo alegre por carreteras secundarias en mal estado, y sobre el firme ondulante salieron a relucir las limitaciones del equipo básico de suspensión; y no porque sea demasiado blando, que no lo es, sino porque el recorrido inicial es algo seco y las llantas de 20 pulgadas que llevaba nuestro coche (con el poco perfil que dejan de neumático) se sumaban para transmitir a los ocupantes el mal estado de la vía.
Por último, el tacto de la dirección es correcto e intachable en casi todas las circunstancias, pero sobre firme deslizante y ondulado, como el que encontramos en nuestra prueba, encontré cierta imprecisión a la hora de dibujar la trayectoria. Nada importante en ningún caso; más bien otra evidencia sobre la orientación comercial de este vehículo, pensado para un conductor bien distinto al que aprecia el tacto de una berlina deportiva. El Volvo S60 está aquí para quienes buscan confort de marcha, tacto suave y calidad elevada con el toque minimalista de la cultura nórdica.
Ya a la venta desde 43.450 euros
Curiosamente, el nuevo S60 no es fabricado en el norte sino en Carolina del Sur, y más concretamente en la factoría de Volvo en Charleston; desde allí saldrán todas las unidades con destino a nuestro mercado. La nueva generación de la berlina sueca ya está a la venta en España con las líneas de acabado Inscription (la más "elegante") y R-Design (la más "deportiva"), ambas al mismo precio a igualdad mecánica.
Precios
Volvo S60 T4 aut. 43.450 € Volvo S60 T5 aut. 46.600 € Volvo S60 T8 Twin aut. 61.425 €
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Comprado nuevo. El motor no tenía potencia. Ni siquiera podía sobrepasar tranquilo. Hasta que en una de las revisiones me cambiaron una pieza. Gratis. Ahí mejoró. Sin cámara. Falló el flotador del estanque de combustible. Me hicieron esperar todo un día y ni siquiera lo cambiaron. Sigue con el problema. Además me hicieron firmar como que cambiaron también otras piezas. Pésima decision comprar el Volvo. No volveré a hacerlo.